Científica uruguaya en Nueva York: "Con los fríos es posible un brote mayor del COVID-19"

Adriana Heguy

ENTREVISTA A ADRIANA HEGUY

La uruguaya Adriana Heguy conversó sobre sus avances en la secuenciación del genoma del coronavirus, junto a un equipo integrado por especialistas que analizan muestras de pacientes enfermos.

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Con apenas 23 años emigró a Estados Unidos para estudiar microbiología, hoy, es la directora del Centro de Tecnología Genómica de la Universidad Langone Health de Nueva York, el epicentro del COVID-19 en Estados Unidos.

La uruguaya Adriana Heguy conversó con El País sobre sus avances en la secuenciación del genoma del coronavirus, junto a un equipo integrado por especialistas que analizan muestras de pacientes enfermos. La compatriota no está de acuerdo con las medidas que plantean liberar sectores por actividad para inmunizar a la población, recomienda realizar cada vez más tests y espera que los fríos no agraven la situación en el país.

-¿Debemos entender que el coronavirus llegó para quedarse?

-Es una cosa difícil de saber, pero en este momento, sí. Es lo que parece que va a pasar. Porque es un virus muy contagioso y hay gente que lo puede contagiar que ni siquiera sabe que lo tiene y sin manifestar ningún síntoma. Si se queda con nosotros, una vez que haya una vacuna, va a ser cuestión de aplicarla como a tantas enfermedades infecciosas.

-¿Coincide con lo que ha manifestado el virólogo del Instituto Pasteur, Gonzalo Moratorio, acerca de que a los países que les fue mejor, fueron a los que escucharon a su sistema científico?

-Estoy totalmente de acuerdo con lo que dijo. Asimismo, se dio que nadie escuchó las advertencias. Para nosotros -los científicos- fue una cosa horrorosa porque mucha gente dio la alarma y dijo que había que aplicar medidas muy drásticas y que había una ventana de tiempo muy pequeña en la que tratar de contener.

-¿Considera que hay algo de descreimiento hacia los científicos?

-Me parece que en distintos países la ciencia se toma de manera distinta, no, y lamentablemente, la manera en que se toma la ciencia tiene mucho que ver con el clima político del momento. Por ejemplo, acá en Estados Unidos, hay un gran descreimiento a los científicos debido al tipo de gobierno que tenemos en el momento.

-¿Encontró algún elemento llamativo al investigar el código genético del virus?

-Seguramente no es un virus artificial, y te puedo asegurar que no hay ningún científico, por más brillante que sea, en el mundo capaz de diseñar este tipo de virus. El virus es imperfecto, y porque es imperfecto, es que causa todo este tipo de cosas que causa, es claramente un producto de la selección natural.

-¿Cuáles han sido sus principales hallazgos con respecto al coronavirus?

-Nosotros secuenciamos muestras solo de Nueva York. Dos cosas descubrimos cuando empezamos a secuenciar en marzo y todavía seguimos secuenciando, y es que hubo una transmisión silenciosa. ¿Por qué? Silenciosa porque no se hacía ningún test. La otra cosa que descubrimos fue que vino de Europa, son cepas europeas, estas cepas tienen una mutación particular en una proteína Spike (es la proteína de las puntitas que salen del virus que le permiten pegarse a la célula y después entrar). No sabemos si esta mutación es de importancia o es simplemente un caso porque a veces ocurren mutaciones y si esa fue la cepa que entró, fue la que se esparció de casualidad. Pero estamos investigando porque hemos encontrado muchas mutaciones y todo el mundo que lo está secuenciando cada vez encuentra otras nuevas. Entonces, lo que estamos haciendo ahora es secuenciando muchísimos más pacientes a ver si podemos encontrar una correlación entre las mutaciones y algún parámetro clínico.

Coronavirus catástrofe. Foto: Reuters.
Foto: Reuters.

-Justamente en Uruguay un grupo de científicos de la UdelaR detectó que el virus llegó de Europa, pero también de Canadá.

-También encontramos cepas canadienses acá en Nueva York, y bueno, son los lugares donde la gente viaja mucho, así que no lo encuentro particularmente sorprendente.

-¿Ha podido repasar algunas de las medidas que implementó el gobierno de Uruguay?

-No, la verdad yo lo que sé de Uruguay (lo sé por mis hermanas y amigas que están allá), es que cerró y lo hizo bastante rápido, y ahora parece ser que están abriendo algunas cosas.

-Sí, volvieron las escuelas rurales, la construcción, algunos comercios en el Centro y progresivamente las oficinas públicas. ¿Considera que fueron efectivas las medidas implementadas como recomendar el uso de tapaboca, apelar a la distancia social y el cierre inmediato de la actividad?

-Sin duda. Pienso que las únicas medidas a tomar son esas y realmente aumentar la cantidad de tests lo más posible y tratar de seguir el contacto entre las personas, por ejemplo, si le hacés un test a una persona y esa sale positiva, preguntarle con quién estuvo interactuando en todos esos días. Acá en EE.UU. eso se está haciendo poco.

-La OMS señalaba hace semanas que “lo peor está todavía por venir” en las Américas. Aquí en el sur, se esperan los primeros fríos. ¿Cómo podría incidir esto en la propagación del coronavirus?

-Bueno, los modelos que están haciendo los epidemiólogos, tienen en cuenta la temperatura porque parece que hay una correlación entre la transmisión del virus y la temperatura porque el virus resiste más en temperaturas frías que en calientes. Espero que en Uruguay -porque bueno, es mi país, me tira la camiseta- que no pase lo que pasó acá, que se hayan tomado las medidas justas, que no se abra demasiado rápido, que se sigan usando (se pierde conexión) porque ahora cuando empiecen los fríos es posible que haya un brote mayor.

-¿Está de acuerdo con esa medida de abrir o cerrar el grifo, es decir, de liberar la actividad por sectores en función de la situación, para que, de alguna manera se inmunice a la población?

-No. A mí eso me parece un disparate, realmente. Si vos le preguntás a las personas que digamos están de acuerdo con eso, de que se infecte a la gente y adquirimos la inmunidad. Vos preguntale si ellos están de acuerdo con que la mamá y el papá de ellos sean los que de repente se lo agarren para extender la inmunidad, o la familia de ellos, digamos, eso funcionaría biológicamente, pero el costo humano puede ser terrible. Pienso que lo que hay que hacer es apuntar y apostar a que haya una vacuna rápido y después tratar de trazar los contactos. Esto no es un virus como el de la gripe que si bien causa algunas muertes, esto no se puede comparar y pienso que es demasiado arriesgado decir sí abrimos para que la gente se vaya contagiando. Acá hemos visto no solo por las personas mayores, que también tienen derecho a vivir, que de repente pueden vivir muchas décadas más si no se agarraran el virus, pero acá estamos viendo casos de gente joven, de gente de tu edad. Si fueras al CTI y los vieras, no te parecería una buena idea ver si se lo agarran. Además, como no entendemos bien cuál es la interacción del virus con el cuerpo humano y por qué le pega muy fuerte, también a alguna gente muy sana y por qué ocurren todos estos tipos de coágulos y esos fenómenos raros que hay.

-¿No es acertado entonces en estos momentos abrir gradualmente las oficinas públicas y algunos comercios?

-Yo no puedo opinar por Uruguay, pero acá en Estados Unidos te digo que todavía no es el momento y que es un horror que estén empezando a abrir y dentro de dos semanas ya tienen todos los modelos. Van a aumentar la cantidad de los infectados y la cantidad de muertos. Aquí realmente es demasiado temprano para hacer eso. Tarde o temprano hay que abrir, no se puede tener todo cerrado, pero hay que abrirlo gradualmente y seguir haciendo los tests.

¿Quién es la científica uruguaya en Nueva York?

Adriana Heguy tiene un doctorado en Microbiología en la Universidad del Sur de California, es la directora del Centro de Tecnología Genómica de la Universidad Langone Health de Nueva York y es profesora del Departamento de Patología de la Escuela de Medicina Grossman.

Es especialista en genómica, es decir, todo aquello relacionado con la secuenciación del ADN, ARN y otras técnicas. La mayor parte de sus trabajos de investigación corresponden a la genómica del cáncer y a las enfermedades infecciosas en general.

En Uruguay estudió en la Facultad de Ciencias y hoy, a distancia colabora con el Instituto Pasteur local. La científica se radicó en Estados Unidos luego de cursar su doctorado y trabajar en ese país. Heguy dijo a El País que se entera de las noticias del país a través de su hermana y de sus amigas. Al ser consultada sobre si son necesarios mayores recursos para la inversión y desarrollo de la ciencia en Uruguay, la científica contestó que sí lo son.

En medio de la pandemia por coronavirus, ella trabaja secuenciando el genoma del coronavirus en pacientes enfermos en Nueva York. Estados Unidos superará la cifra de 100.000 muertos por COVID-19 de aquí a junio, según varios modelos epidemiológicos que no prevén que los contagios se detengan durante el verano en el hemisferio norte. “Vamos a perder a 75.000, 80.000 o 100.000 personas”, dijo el presidente Donald Trump el domingo en Fox News. Estados Unidos ha registrado 68.000 muertos desde el inicio de la pandemia y desde principios de abril el coronavirus ha infectado a más de 1,1 millones de estadounidenses en todo el país.

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