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Para siete de cada diez uruguayos lo de Venezuela es una dictadura

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Nicolás Maduro habla en acto de las Fuerzas Armadas de Venezuela. Foto: Reuters

OPINIÓN PÚBLICA

La crisis que vive Venezuela es parte de la agenda en este año electoral. De ahí que la inmensa mayoría de los uruguayos tenga una idea formada de lo que acontece en el país caribeño.

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"Que el Uruguay se declare neutral ante una dictadura y que vaya a buscar a otros países neutrales para intentar mediar un diálogo, no tiene ningún sentido. Eso es complicidad con la dictadura”. Este fue el tuit que más generó conversación en lo que va del año electoral uruguayo. Lo publicó el expresidente Julio María Sanguinetti, el 1° de febrero pasado. El mismo Sanguinetti que dijo que “esta elección se define entre los que creen que Venezuela es una democracia y los que no”.

Venezuela -o mejor dicho la crisis que allí ocurre- es parte de la agenda noticiosa y política. Hasta el uruguayo menos informado tiene chances de hacerse una idea sobre el país sudamericano que expulsó más población en menor tiempo. Tanto es así que el 70% de los encuestados por la consultora Radar considera que “Venezuela es una dictadura”, de los cuales la mayoría está “totalmente de acuerdo” con esta información.

Casi la misma cantidad (67%) entiende que “en Venezuela no se respetan los derechos humanos”, que “hay presos políticos” (72%) y que “el gobierno de Nicolás Maduro es incapaz de resolver la crisis” (69%). Pero detrás de la aparente homogeneidad de posturas de los uruguayos, yace una población que mira la realidad con el catalejo de su colectividad política.

“La ideología es un atajo de información”, explica la cientista política Fernanda Boidi. “Cuando decís que un partido es de derecha o de izquierda, resumís una posición ante el mundo. Por eso lo que digan sobre Venezuela los referentes de tu colectividad, sobre todo si sos leal, termina definiendo tu opinión”.

Entre los votantes de los partidos fundacionales, es casi unánime la postura de que Venezuela es una dictadura. En el Frente Amplio, en cambio, las aguas están más divididas: el 38% piensa que el país caribeño vive una dictadura, el 53% cree que no, y el 9% no contesta.

Encuesta Radar sobre si uruguayos creen que Venezuela es una dictadura. Foto: Radar/El País
Encuesta Radar sobre si uruguayos creen que Venezuela es una dictadura. Foto: Radar/El País

Pero el catalejo ideológico varía incluso a la interna del partido de coalición. “Los votantes del Frente Líber Seregni se parecen mucho a los electores de la oposición”, dice Alain Mizrahi, director de Radar. Siete de cada diez de los que votaron por este bloque sostienen que en Venezuela hay una dictadura. Entre quienes apoyaron al MPP ese porcentaje cae al 38%. Y entre los comunistas desciende aun más hasta situarse en el 17%.

La politóloga Boidi lo resume así: “todo lo que no es izquierda dura, tiene una mirada muy crítica hacia lo que ocurre en Venezuela”.

Veinte días antes de que Radar realizara su encuesta, la expresidenta de Chile y alta comisionada de Derechos Humanos de ONU, Michelle Bachelet, presentó su “famoso” informe. En 2018 hubo entre 5.287 (cifra del gobierno) y 7.523 (cifra de las ONG) muertes violentas por enfrentamientos a la autoridad; “muchas de esas muertes pueden constituir ejecuciones extrajudiciales”. No solo eso, entre noviembre 2018 y febrero 2019, “1.557 personas murieron debido a la falta de insumos en hospitales”. Y la lista sigue.

El presidenciable Daniel Martínez dijo, justo cuando se realizaba la encuesta de Radar que “el informe Bachelet es lapidario respecto a Venezuela y se trata de una dictadura”.

Al comunista Óscar Andrade, sin embargo, el informe no le hace cambiar de opinión. ¿Cómo repercute eso en sus seguidores? “Puede que algunos votantes, de esos que siguen a como dé lugar el discurso de su líder, no se molesten siquiera en leer el informe”, dice Boidi.

La falta de información se denota en algunas respuestas. Unos 300 de los 2.000 encuestados “no saben” si en Venezuela hay presos políticos. “Eso que es obvio para un público informado, no lo es para todos”, explica la politóloga.

Ni siquiera lo que son “obviedades para los técnicos” constituyen obviedades para el común de los mortales. “Nosotros (los politólogos) sabemos qué es una democracia porque la vivimos definiendo, pero para el ciudadano es muy difícil sintetizar su significado”, ejemplifica la investigadora. Prueba de ello, dice, “puede que haya encuestados que no consideran una dictadura lo de Venezuela y a la vez entienden que tampoco es una democracia plena”.

Solo el 6% de los encuestados está “totalmente de acuerdo” con que existe tal democracia plena en el país caribeño.

Existen otras afirmaciones en que la academia no tiene una posición unificada. ¿Juan Guaidó es el legítimo presidente de Venezuela? “Para los técnicos es difícil interpretar la legitimidad cuando todo es un desastre”. También es espinoso para los uruguayos tener una mirada acabada sobre el tema: solo el 40% sostiene que el líder opositor es el legítimo presidente.

Una piedra en el zapato oficialista

Luis Eduardo González predijo, en su tesis doctoral en Ciencias Políticas, que el Frente Amplio se dividiría. Tres años después de su “predicción”, Hugo Batalla abandonaba la coalición de izquierda y encabeza un nuevo sector. ¿La explicación de fondo? González visualizaba una fractura ideológica que, por momentos, parecía irreconciliable.

Pese a que ningún cientista político replicó el modelo de González en la actualidad, más de tres décadas después, “es evidente que hay asuntos en que parecería haber posturas antagónicas que conviven en la interna del Frente Amplio”, dice la politóloga Fernanda Boidi. Venezuela “es una de ellas”.

El oficialismo “ha quedado embretado” en su postura hacia lo que sucede en el país caribeño. “Tabaré Vázquez eludió el tema, Daniel Martínez fue para adelante y para atrás, Danilo Astori fue el que más se liberó aunque parece que lo hizo demasiado tarde”, ejemplificó Boidi.

Esos “rodeos”, señala Boidi, “pueden mover la aguja para algún votante, sobre todo en la interna del Frente Amplio que es donde están las posturas antagónicas”.

El partido de gobierno perdió más de un quinto de sus votantes desde la última elección. Esos exfrenteamplistas “pueden haberse desencantado por diferentes motivos, y le discusión semántica sobre lo que acontece en Venezuela puede haber contribuido en el malhumor de algunos electores”, concluyó Boidi.

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