Senadores del FA planifican fortalecimiento del Presupuesto: apuntan a Fiscalía, Defensoría y Udelar

En la oposición, mientras tanto, en una cámara donde no tienen mayoría, alertan sobre posibles cambios que no tengan apoyo en Diputados, y visualizan un debate "enfático y filosófico".

Parlamento.
Senadores analizan el proyecto de ley de Presupuesto.
Foto: Estefanía Leal/El País.

Tras un breve parate por el pasaje de una cámara a la otra, este domingo vuelven a encenderse en el Palacio Legislativo los motores parlamentarios del procesamiento del Presupuesto Quinquenal. Ahora serán los senadores los que estarán concentrados -y desplazando prácticamente del orden de las prioridades a cualquier otra iniciativa hasta fin de año- en la “ley madre” de todo gobierno, porque la distribución de recursos para las áreas clave son, a fin de cuentas, el principal marco limitador para la aplicación de las principales políticas.

Fueron varios los cambios que se introdujeron en Diputados, como es de estilo, pero bastante trabajados -negociados- dado el escenario adverso que debió enfrentar allí el Frente Amplio, donde no tuvo problemas para su aprobación en general, ya que el Partido Nacional había decidido de entrada dar su apoyo -por una cuestión de “responsabilidad” institucional- pero sí debió buscar los dos votos que le faltaban -y que los encontró en Cabildo Abierto- para, por ejemplo, aprobar uno de los pilares centrales de la iniciativa: las modificaciones tributarias.

El escenario que se abre ahora en el Senado es bien diferente, porque el oficialismo tiene allí 17 legisladores, más que suficientes para que prospere el proyecto, lo que no significa que pueda, sin consecuencias, volver a incorporar los artículos que no obtuvieron apoyos en la cámara baja, porque eso deberá ser refrendado luego en Diputados o, en caso contrario, resolverse finalmente en la Asamblea General -tal como define la Constitución en su artículo 135-, donde el gobierno tomaría un riesgo grande.

“Lo que tenemos que asegurarnos es que los cambios que introduzcamos sean viables en su tránsito hacia la Cámara de Representantes”, dijo a El País en este sentido una fuente de la coalición de izquierda en el Senado.

En parte por esto es que “el Presupuesto, esencialmente, va a ser el de Diputados”, anticipó, en tanto, la senadora frenteamplista Liliam Kechichian, quien añadió que los detalles de la estrategia del oficialismo y los cambios que “colectivamente” se buscará concretar en el articulado serán tema de conversación en la reunión de bancada que tendrá la coalición oficialista este lunes.

Ahora bien, ya hay inquietudes en cuanto a que los senadores frenteamplistas, en algún caso individualmente y en otro como parte de preocupaciones ya “conversadas” y sobre las que hay principios de acuerdo, estén manejando como posibles cambios a los cerca de 700 artículos que llegaron de la otra cámara.

La propia Kechichian, por ejemplo, que señaló que no haría mayores comentarios hasta tanto no intercambie con sus compañeros, adelantó que tiene entre ceja y ceja “la violencia doméstica y los juzgados de violencia doméstica”, que siempre son escasos o están faltos de recursos.

Otros senadores, algunos de los cuales prefirieron mantenerse en el anonimato, ya están reparando en varios sectores y organismos que no se sintieron atendidos en sus demandas presupuestales, con lo que buscarán hacerlo ahora. O al menos en parte. Por ejemplo, señaló a El País uno de los consultados, hay quienes apuntan a reforzar la Fiscalía -que recibió reasignaciones para atender el conflicto interno por equiparaciones salariales de sus fiscales, pero que volverá a insistir en el Parlamento por la precariedad con la que trabajan varios de sus funcionarios-, pero también a la Defensoría Pública, que el Senado ya votó convertirla en un servicio descentralizado y ahora se espera que lo mismo ocurra en la cámara baja.

Palacio Legislativo
Palacio Legislativo.
Foto: Ignacio Sánchez

Que se discutirán reasignaciones para fortalecer la educación -que, en la fórmula encontrada por el oficialismo en Diputados, ya recibirá $ 500 millones extra que irán en su mayoría para la Universidad de la República (Udelar), la UTEC, más partidas para becas, parques tecnológicos y el Instituto Clemente Estable- parece ser un hecho, y este es uno de los temas que, justamente, es parte de los intercambios informales en la bancada oficialista.

Uno de los senadores que ya adelantó que invertirá gran parte de sus “ganas” en resolver este problema es Gustavo González. “Tenemos que hacer un esfuerzo”, dijo el senador socialista, que incluyó allí, como destino particular de ese esfuerzo, a la Udelar.

“Vamos a ver si se puede, pero tenemos que ver qué podemos cambiar para dotarla de presupuesto”, dijo y detalló algunas proyecciones que ya maneja: “Para sueldos, ellos necesitarían cerca de $ 900 millones, lo que no implica que lleguemos a eso, porque les han dado $ 140 millones. Pero debemos hacer algo, para levantar sobre todo los sueldos de los grados 1 y 2, que están ganando entre $ 18 mil y $ 20 mil, y eso es una vergüenza”.

"Debate fiolosófico" por el Presupuesto

Las perspectivas en la oposición son distintas en la medida -en espejo con la izquierda- que no tiene mayorías ni puede armarlas. Por eso es que un principio que, por lo pronto, manejan en filas nacionalistas, es que la discusión se abocará a ser conceptualmente dura en las ideas.

“Vamos a plantear un debate enfático y filosófico”, dijo el senador nacionalista Sebastián Da Silva, que también aventura una postura de oposición ideológica a las políticas del gobierno de Yamandú Orsi por figuras que, en el período pasado, formaron parte del gabinete de Luis Lacalle Pou, como los exministros Martín Lema (Desarrollo Social), Javier García (Defensa), José Luis Falero (Transporte), Tabaré Viera (Turismo) o incluso Nicolás Martinelli (Interior).

Sebastián Da Silva durante la interpelación a Alfredo Fratti, ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca.
Senador nacionalista Sebastián Da Silva.
Foto: Leonardo Maine/El País.

En el Partido Colorado, mientras tanto -en tanto se procesa una interna compleja (ver aparte)-, aguardan la oportunidad para volver a formular los planteos presupuestales que ya fueron rebotados en Diputados, porque el objetivo es “mejorar” la iniciativa del gobierno, dijo el senador Viera. “Trataremos de ser constructivos y no ponernos en contra, siempre y cuando el Frente Amplio muestre que está en condiciones de escuchar para mejorar”, afirmó el colorado.

La bancada de diputados del Partido Colorado votó dividida distintos aspectos del Presupuesto Nacional, empezando por la ley en general, que fue apoyada por casi la mitad de los legisladores de Vamos Uruguay. Estas discrepancias, manifestadas por falta de “coordinación previa”, dejaron “mella” en el partido, con lo que se buscará que no se repita ahora en la cámara alta, dijo a El País el senador colorado Robert Silva. “El partido tiene diferencias, y en Unir para Crecer también hay varios sectores”, puntualizó Silva sobre el espacio que lidera Andrés Ojeda. “Vamos a proponer que la bancada de senadores trabaje en forma coordinada, porque si el partido está unido, le irá mejor”. Agregó que, específicamente, debe “reforzarse” la articulación con el sector de Pedro Bordaberry.

El PN espera que “no se ponga en riesgo” la ley

En un escenario en donde la oposición no tiene forma de construir alianzas para configurar mayorías circunstanciales, el foco del Partido Nacional estará centrado en que los cambios que promueva la bancada oficialista no alteren lo que fue “frenado” en la Cámara de Representantes por la coalición republicana.

Diputados, bancada del Partido Nacional.
Diputados, bancada del Partido Nacional.
Foto: Estefanía Leal/El País.

Por ejemplo, y a esto le prestan particular atención en este momento en el Senado, la eliminación de la intervención del Poder Judicial a la hora de levantar el secreto bancario, lo que finalmente no prosperó, y fue rechazo enfáticamente por varios referentes de la oposición, que tampoco aceptó la fórmula intermedia que trasladó el Ejecutivo -que mantenía el aval de un juez, pero con plazos más acotados.

“Es muy buena cosa que esto no haya salido, y que se mantenga la garantía de la clave intervención judicial”, valoró en declaraciones a El País el senador blanco Javier García, quien considera este tema “laudado”, pese a que la coalición de izquierda, si esa fuera su voluntad, podría igualmente retomarlo, y dejar para Diputados la definición final sobre la aceptación o rechazo de los cambios introducidos en la cámara alta.

“Supongo que no pondrán en riesgo esta discusión -agregó García-, y que todo se termine dirimiendo” en la Asamblea General, donde el oficialismo terminaría dependiendo de la conformación de dos tercios de los sufragios -algo alejado de sus posibilidades-, so pena de que quede por el camino el Presupuesto y deba regir el correspondiente al período anterior.

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