El ex presidente José Mujica dijo este lunes que no cree que la asonada que se desató este domingo contra el gobierno de Lula Da Silva en Brasil, y que supuso la invasión a los edificios de los tres poderes del Estado, puedan voltear al gobierno brasileño, “aunque funcionan como burro de arranque”.

Mujica señaló que se trató de una “asonada como elemento provocativo”, con el objetivo de que las Fuerzas Armadas intervengan en el “caos”.

“Creo que en el fondo de la cuestión hay años de predica del gobierno de Bolsonaro, colocándose en una posición fanática de salvadores, acudiendo a claves religiosas, incitando a la gente a armarse y cuestiones por el estilo. Ha ido creando, ayudando a crear, camadas de militantes ciegos, fanáticos que se creen que tienen una causa de salvar la patria o algo por el estilo”, declaró Mujica en dialogo con la radio argentina Futurock.

Para el ex presidente los manifestantes de ayer “han sido carne de cañón” que “son utilizados por gente que piensa”. “Lo que pasó ayer no fue una improvisación, un estallido de masa, fue algo urgido, pensando y construido”, analizó.

“Pienso que no significaba querer dar un golpe de Estado directo, sino provocar un caos que sacara a las Fuerzas Armadas de los cuarteles. Ese era el objetivo”, añadió el también ex senador.

Mujica comentó que no se anima a decir que Bolsonaro tiene “responsabilidad directa” en esto, aunque sí especificó que tiene “responsabilidad política” por el clima que creó. “Las condiciones que propiciaron esto son condiciones políticas creadas a lo largo de años por la prédica bolsonarista. Si no hubiera este clima, esto no se daba”, apuntó.

El ex presidente dijo que las fuerzas militares no mostraron apoyo este domingo, y que ahí hay que observar para evaluar las consecuencias de este y futuros actos. “Es muy serio esto, muy peligroso, porque al final la respuesta última está en el carácter que asuman y que sostengan las Fuerzas Armadas. Ahí es donde está el verdadero asunto de la cuestión”, apoyó.

“No soy mago, no puedo adivinar el futuro. Aislado no hay nada. Esto está pensado. Hay un núcleo grande de militantes fanáticos, pero están dirigidos por cabezas que piensan. Si van a ir más allá, no lo sé. No creo que estas cosas puedan voltear al gobierno, pero están tratando de funcionar como un burro de arranque”, subrayó y sentenció: “Hablando claro y sencillo, se quiere que los milicos salgan de los cuarteles. Hay que dejarse de explicaciones esotéricas”.