Redacción El País
Una delegación del Ministerio de Turismo explicó a los diputados de las comisiones de Hacienda y Presupuesto las claves del proyecto de Rendición de Cuentas, que se discute desde el 4 de julio en la cámara baja.
El equipo, liderado por el ministro Tabaré Viera, centró buena parte de su exposición el viernes pasado en la creación de un Sistema Nacional de Inteligencia Turística, prevista en el artículo 231 de la iniciativa del Poder Ejecutivo. Si se aprueba sin modificaciones, almacenará varias fuentes de información que servirán a los operadores turísticos para planificar mejor, como había adelantado La Diaria.
“En el Sistema Nacional de Inteligencia Turística vamos a tener, por un lado, fuentes de información a través de las encuestas, los datos administrativos más los que vamos a incorporar con nuevas tecnologías como la telefonía celular, Big Data, web scraping, tarjetas de crédito y débito, datos abiertos, etcétera. Y por otro, accesos de información a través de planillas Excel, anuarios impresos, visualizaciones interactivas, informes descargables, portales de datos abiertos, etcétera. Será el avance de las nuevas metodologías basadas fundamentalmente en Big Data”, indicó el secretario de Estado a los legisladores.
Viera señaló que la inteligencia artificial “se extiende de forma vertiginosa” y, por lo tanto, es necesario incluirla en el trabajo del ministerio. Asimismo, aclaró que los datos personales provistos a la cartera estarán resguardados por el secreto estadístico, al amparo de la Ley 16.616.
Eduardo Antonini, diputado del Frente Amplio por Maldonado, hizo una serie de preguntas durante la comparecencia de la delegación, de acuerdo a la versión taquigráfica de la sesión, a la que accedió El País. Por ejemplo, consultó cómo se implementará el sistema, con qué rubros y con qué personal.
A su turno, el encargado del Departamento de Investigación y Estadísticas Turísticas, Felipe Gómez, explicó los distintos pasos a seguir, que se sumarían al análisis de datos que la cartera ya realiza. El primero sería la creación de un módulo de comportamiento, a través de fuentes de datos de redes sociales como Google, Twit-ter e Instagram. Así se podría medir en tiempo real la percepción de los turistas sobre el destino.
Luego se incorporarían bases de datos de plataformas como TripAdvisor y Booking. También se añadirían otras mediciones, como la conectividad aérea, el gasto y la sostenibilidad.