El nombre de Irene Moreira se mantiene en el centro de la discusión política desde hace dos días, luego de que se conociera que adjudicó un apartamento sin sorteo a una militante de Cabildo Abierto, el partido que ella integra y que tiene como principal senador y líder a su esposo, Guido Manini Ríos. Pero ¿quién es Moreira, cuál es su afinidad con el presidente Luis Lacalle Pou y cuáles fueron sus principales hitos como ministra de Vivienda y Ordenamiento Territorial.

Moreira nació el 11 de agosto de 1964, es hija del coronel retirado Roque Moreira y graduada en Derecho por la Universidad Católica del Uruguay. Si bien en las últimas elecciones fue electa senadora por Cabildo Abierto, su filiación partidaria de origen es el Partido Nacional. Herrerista y “blanca como hueso de bagual”, como ella misma se definía en el momento en el que abandonó el partido nacionalista y se fue para apoyar a su esposo en el nuevo partido político.

"Yo voy a seguir siendo blanca, blanca como hueso de bagual y eso no me lo va a quitar nadie. Acá es un movimiento, es una ocasión, es una circunstancia, es hoy", había dicho Moreira en abril del 2019, cuando Cabildo Abierto estaba formándose y ella abandonaba formalmente el Partido Nacional.

Moreira inició su carrera política en el herrerismo en la década de 1980, sector que por entonces lideraba el expresidente Luis Alberto Lacalle Herrera. Durante tres períodos fue edila suplente en la Junta Departamental de Artigas, y en 2014 se sumó a las filas del propio sector del actual mandatario Luis Lacalle Pou, siendo electa edila titular por la 404.

En las elecciones de 2019, Moreira fue electa senadora por Cabildo Abierto, pero no llegó a asumir su banca porque fue designada por Lacalle Pou como ministra de Vivienda. Su lugar en el Parlamento fue ocupado por el actual legislador Raúl Lozano.

En su asunción, Moreira aseguró que su gestión buscaría “recorrer todos los caminos” para construir “viviendas en cantidad suficiente” en busca de dar respuesta a los “sectores de más bajos recursos”.

“Buscaremos mejorar la calidad de vida de la población a través de la instrumentación de auténticas políticas nacionales de vivienda. El derecho a la vivienda está consagrado en nuestra Constitución y a nadie escapa la importancia que reviste este tema para todos los habitantes de este país. Nuestra prioridad de trabajo se centrará en lograr que todos nuestros compatriotas tengan la oportunidad de acceder a un techo digno”, había dicho el pasado 2 de marzo de 2020.

Foto: Juan Manuel Ramos. Archivo El País.

En abril de ese año, un mes después de asumir, surgió una de las primeras polémicas de su gestión. En una entrevista con El País, la ministra señaló que su cartera se había “marcado” construir unas 50.000 viviendas durante el quinquenio. “Hay una carencia muy grande de viviendas. Se habla entre 50.000 y 70.000 casas. Queremos llegar a ese número, pero sé que es ambicioso”, había marcado. Tras ser reconsultada, sobre si ese era la cantidad de propiedades a la que quería llegar, respondió: “Nos hemos marcado unas 50.000. Es algo realmente muy ambicioso. Es lo mismo que los asentamientos. Quiero combatir, quiero reducir el número de los asentamientos. Decir ´asentamiento cero´ es utópico, pero sí haré todo lo posible para que los asentamientos bajen en el país”.

Esas declaraciones de Moreira fueron tomadas como un plan de gestión, pero meses después la propia jerarca se encargó de especificar que se trató de una “expresión de deseo” y de aclarar que durante el quinquenio era posible solo construir unas 31.500 viviendas.

Otra polémica en la que se vio envuelta la miistra fue sobre la explotación de unas 4.000 hectáreas de tierra del Instituto Nacional de Colonización junto a su esposo, Guido Manini Ríos, y su padre, Roque Moreira. El conocimiento de esa información desató decenas de discusiones e interpretaciones respecto a si la familia Manini-Moreira efectivamente eran colonos y explotaban esas tierras. El tema pareció llegar al final tras la resolución del propio Instituto, que declaró que Moreira, su esposo y padre no eran colonos.

La última polémica que tuvo a Moreira desató su desenlace. Radio Universal informó el pasado miércoles que la ministra había adjudicado una vivienda, sin sorteo y de forma directa, a una militante de Cabildo Abierto. Las explicaciones públicas y privadas que dio la jerarca no convencieron al presidente Luis Lacalle Pou, que este viernes le solicitó la renuncia a la ministra.