Redacción El País
La coalición de gobierno discute desde mayo de este año de qué manera extender esa alianza electoral a nivel nacional -y que ya fue aplicada en las últimas elecciones municipales de Montevideo- al resto de los departamentos.

Conceptualmente hay acuerdo. Pero ese es el tema: los problemas comenzaron a surgir cuando la discusión empezó a bajarse a tierra y analizar las realidades locales. Entonces quedó claro que difícilmente el lema de Coalición Republicana sea una opción electoral en todos los departamentos en las elecciones de 2025 -o al menos con todos sus integrantes formando parte-, porque el acuerdo no es necesariamente beneficioso para todos los partidos, ya que en varios casos los nacionalistas tienen una mayoría más que cómoda como para ganar por sí solos.

Hay una comisión formada con representantes de todos los partidos de la coalición que negocia este asunto desde entonces, y que ha separado a los departamentos en tres grupos.

El primero, que incluye a Montevideo, Canelones y Salto, reúne los casos en donde los socios alcanzaron en buena medida un primer acuerdo político, aunque todavía resta su instrumentación, que tiene toda una complejidad, porque entre otras cosas tendrán que definir qué cupo tiene cada partido y qué candidato lo representará- ya que la normativa pone el límite de tres candidatos por lema.

El segundo grupo reúne los departamentos en los que las conversaciones no están tan avanzadas pero es viable acordar un lema común -que ya está definido que se llamará Coalición Republicana- y el tercero son departamentos en los que la alianza está lejana, tal como lo resumió a El País el ministro y precandidato colorado Tabaré Viera.

El tema no es fácil. De hecho, tal como informó El País días atrás, mientras los blancos tomaron la definición de que sean los dirigentes locales los que en definitiva terminen definiendo si aceptan o no la propuesta, Cabildo Abierto, Partido Independiente y los colorados sondean la posibilidad de formar ellos el lema en común y competir así incluso contra los nacionalistas.

Con este escenario arriba de la mesa, en la última reunión del Directorio del Partido Nacional se generó una discusión al respecto de un departamento específico: Rivera. Sucede que este bastión de los colorados fue ofrecido por la colectividad de José Batlle y Ordóñez como un departamento en el que este partido está dispuestos a hacer el esfuerzo de compartir lema -pese a que pueden ganar por sí solos sin pasar zozobra- a cambio de que los blancos cedan en los departamentos en los que son ellos los que gana con comodidad.

El director Gerardo Amarilla, dirigente de este departamento, afirmó en la reunión del lunes que veía con buenos ojos la propuesta. “Tenemos más chances integrando coalición que yendo por separado”, dijo a El País el diputado.

Pero el dirigente Aparicio Saravia, del sector Por la Patria -que lidera el precandidato Jorge Gandini- rechazó la propuesta de su coterráneo y lo fundamentó en la sesión. En diálogo con El País, Saravia dijo que no está en contra de la herramienta en sí, pero que “se tienen que conjugar dos cosas” para que esta pueda aplicarse. “Tiene que haber consenso en la dirigencia de los partidos, y la coalición debe ser necesaria. Y en Rivera no se dan ninguno de estos dos requisitos”, argumentó.

La predominancia colorada en Rivera es importante: ganaron todas las elecciones desde hace casi 30 años y en 2020 obtuvieron el 56% de los sufragios. Sin embargo, la posición de Saravia es clara: “Los colorados no nos necesitan ni nosotros los necesitamos”. Porque aunque sean minoría, continuó, un acuerdo de coalición implica limitar el crecimiento de dirigentes de la minoría interesados en competir como candidatos. “Por una mirada cortoplacista estamos hipotecando la identidad de los partidos tradicionales”, lamentó.