Por Matías Garro
El Comité Ejecutivo Nacional del Partido Colorado (CEN) realizará hoy una actividad abierta al público en general en el marco del aniversario número 50 del golpe de Estado de 1973, lo cual será aprovechado para transmitir un mensaje de unidad partidaria en momentos considerados “complejos”, luego de la renuncia al cargo del ministro Adrián Peña.

Al igual que ocurrió la semana pasada en la Asamblea General del Parlamento, el CEN recordará especialmente aquellos episodios que en febrero de aquel año “marcaron el comienzo de la dictadura militar”. Es un tema de especial interés colorado. De hecho, a pedido de este colectivo, la Asamblea General recordó la semana pasada el “febrero amargo” de 1973, el nombre con que el entonces senador Amílcar Vasconcellos designó a la serie de sucesos que desembocó en la disolución de las cámaras el 27 de junio de ese año, pero que se iniciaron con la insurrección militar del 9 de febrero.

La sesión fue seguida desde el palco de honor por Julio María Sanguinetti, primer presidente tras la reapertura democrática, que seis meses antes del golpe de Estado renunció como ministro de Educación y Cultura.

Fuentes del partido indicaron a El País que con este evento, y con las reflexiones que se pretenden llevar a cabo, se busca también lograr que la ciudadanía comprenda “cómo fueron las cosas” para la visión colorada.

Porque para la dirigencia del Partido Colorado “no se trata de echar culpas”, aunque sí buscarán “dejar claro” que la fuerza política “representa valores” positivos que quedaron demostrados en esa oscura época histórica que vivió el país.

En esta actividad, que comenzará a las 11:00 horas, se desarrollará entonces un homenaje a tres personas que tuvieron protagonismo al inicio del período analizado.

Por un lado, se resaltará la participación de Vasconcellos, quien realizó una recordada declaración en Radio Carve en la que “denunció la existencia de una prédica golpista, que venía creciendo, al compás de desbordes en la acción militar”, tal como indica la web del Partido Colorado.

Se hará lo mismo con la figura del contralmirante de la Armada Juan José Zorrilla, por ser el único que reconoció la designación como ministro de Defensa Nacional al General Antonio Francese. El 9 de febrero de 1973, a las dos de la mañana, la Armada Nacional al mando de Zorrilla cercó militarmente la Ciudad Vieja de Montevideo. Ordenó crear una barricada con vehículos requisados a la altura de la calle Juan Carlos Gómez, desde la Rambla Gran Bretaña hasta el puerto de Montevideo, y a la vez desplegó los barcos de guerra frente a las costas de la capital, “en posición de fuego, listos para una acción bélica”.

Por último, se rendirá un homenaje al vicepresidente de la época, Jorge Sapelli, por su resistencia al golpe de Estado. La web de los colorados indica, tras una reseña detallada de los sucesos, que este colectivo cumplió “50 años después sin claudicaciones” y que en ese sentido “no todos pueden decir lo mismo”.

El diputado Conrado Rodríguez, integrante del CEN, dijo a El País que si bien se recordará a más figuras del Partido Colorado, estas tres tendrán un especial destaque debido a que “defendieron la institucionalidad del país en momentos complicados”. Rodríguez aseguró que en esa época “quedó muy claro” que la izquierda “apoyó” el golpe de Estado de febrero y que mientras tanto el batllismo “se paró muy firme en la defensa de las instituciones”.

Al ser consultado sobre si este evento sirve también al partido para dar a la opinión pública una mayor imagen de unidad tras la renuncia Peña, el legislador reconoció que sí. Que si bien este evento ya estaba agendado desde el año pasado, “obviamente sirve para entonar la mística y para la unidad” partidaria.

Según supo El País, semanas atrás, mientras se ultimaban los detalles de este evento, en la interna colorada se destacó la necesidad de su realización. Se entendía que era un momento oportuno para resaltar la unidad del partido, que se vio envuelto durante varios días en la polémica que generó la situación de Peña.

El diputado Felipe Schipani opinó que “muchas veces” se pone el foco en el 27 de junio de 1973, momento en que se dio la disolución del Parlamento, pero aseguró que en febrero de ese año fue el inicio del golpe de Estado, “cuando los militares desconocieron la decisión de Bordaberrry de cambiar al ministro de Defensa Nacional”. El diputado agregó que el partido tuvo varias figuras, como Jorge Batlle, que denunciaron estas situaciones y que se enfrentaron al “incipiente golpe de Estado que se estaba gestando”.

De la actividad participaran varias figuras del partido, legisladores y dirigentes de los diferentes sectores colorados, varios de ellos ocupan cargos en el gobierno. Si bien el exministro, Adrián Peña tras su salida del Ministerio de Ambiente solicitó licencia a la coordinación del sector Ciudadanos, del Partido Colorado, este indicó a El País que no descarta estar presente en el evento.

El 8 de febrero de 1973, el entonces presidente Juan María Bordaberry pretendió sustituir al ministro de Defensa, Armando Malet, por el general Francese.

Con este cambio buscaba controlar la injerencia creciente de las Fuerzas Armadas en la política nacional, denunciada por algunas pocas figuras como el senador Vasconcellos. La resolución fue resistida por el Ejército y la Fuerza Aérea, que la desconocieron públicamente. No obstante, el jefe de la Armada, Zorrilla, acató el mandato presidencial y fue entonces que ordenó bloquear la Ciudad Vieja para defenderlo.

Cuatro días después, en medio de presiones, Bordaberry firmó el Pacto de Boiso Lanza, que consagró el rol de los militares en la vida política uruguaya. Este acuerdo originó el Consejo de Seguridad Nacional (Cosena) y dio pie a la designación de nuevos ministros de Defensa e Interior. En paralelo el Ejército y la Fuerza Aérea redactaron los comunicados 4 y 7, donde justificaron su intervención con consignas como la redistribución de la tierra y la erradicación de la deuda externa y del desempleo.

El Popular, periódico del Partido Comunista, catalogó al contenido como “en general” positivo en su editorial del 11 de febrero, algo particularmente cuestionado en filas coloradas.