Redacción El País
La bancada del Partido Nacional en el Senado anuló un proyecto que había presentado anteriormente y planteó una nueva iniciativa para modificar el mecanismo de la prisión domiciliaria, que ya no prevé su preceptividad en ningún caso, ni como medida cautelar y ni como pena en sí misma.

La nueva fórmula tiene buenas perspectivas de aprobarse y elimina en la práctica la intención original del proyecto que había presentado Cabildo Abierto a mediados de 2021, y que obligaba a los jueces a establecer esta medida alternativa al encierro para los condenados mayores de 65 años de edad.

Ante la Comisión de Constitución y Legislación, la senadora Carmen Asiaín aludió ayer a una serie de recomendaciones planteadas por las cátedras de Derecho Penal y por el comisionado parlamentario, Juan Miguel Petit. Así, en todos los casos, será el juez el que tenga la última palabra, previa vista fiscal y con el apoyo de informes técnicos. Pese a que a priori no habrá delitos excluidos, se harán “más exigentes” los requisitos para otorgar el beneficio, entre otros, en casos de violación, abuso sexual, lesa humanidad, homicidio agravado y narcotráfico.

Por otra parte, prevé circunstancias especiales para favorecer su otorgamiento, como casos de enfermedad terminal o incapacidad, cuando se trata de embarazadas o mujeres al cuidado de niños pequeños o personas con discapacidad.

El Frente Amplio se comprometió a estudiar el nuevo proyecto y fijar su posición la próxima semana.

“Consideramos que esta iniciativa mejora mucho”, dijo el senador Charles Carrera, al destacar que el que definirá si otorga o no la prisión domiciliaria será el juez y lo hará analizando caso a caso. “Lo vemos con muy buenos ojos”, afirmó.