Nicolás Viera y Sebastián Da Silva protagonizan sesión del Senado para reconocer errores: "Tocamos fondo"

Redacción El País
Una particular sesión tuvo la Cámara de Senadores este martes. Los legisladores Nicolás Viera, del Frente Amplio, y Sebastián Da Silva, del Partido Nacional, protagonizaron una instancia en la que ambos reconocieron errores en la interpelación al ministro de Gandería, Agricultura y Pesca, Alfredo Fratti, que terminó abruptamente la semana pasada.

Luego de que Viera señalara a Da Silva por una presunta responsabilidad en el caso de Conexión Ganadera y este último le respondiera con un insulto por su orientación sexual, la sesión de la interpelación se cerró abruptamente.

Entonces este martes la cámara sesionó especialmente para que ambos senadores reconocieran sus errores y se votara una declaración conjunta en la que se condenaran los agravios.

Fue Viera quien empezó y dijo que en los últimos días hizo una "profunda reflexión política y personal". Reconoció que su "cruce político y personal" con Da Silva "hizo concluir abruptamente la instancia parlamentaria". "Esta forma de funcionar en cuanto a nuestros vínculos personales, la tonalidad de los discursos y la profundidad del debate parlamentario no es nuevo. Sucede que esta vez tocamos fondo", admitió.

Foto: Leonardo Mainé/El País

Entonces lamentó el "desplazamiento del intercambio ideológico, de la confrontación de pensamientos", para que ganara terreno "el descrédito personal y hasta el delito de odio".

"Y quiero empezar por mí", dijo Viera, que continuó: "Reconozco, como lo he hecho de manera pública, que el tono de mis palabras y los términos usados en mi última intervención no fueron los adecuados ni los pertinentes".

"No creo ni me consta que el senador Sebastián Da Silva pueda ser catalogado como estafador; no fue el espíritu que quise imprimirle a mis expresiones", apuntó, aunque luego aseguró que "la reacción" del senador blanco "está lejos de ser equivalente", y además lamentó que "lejos de condenarlo sin más, hubo firmas que cargaron sobre el agredido la culpabilidad de todo el episodio".

Aseguró que lo de Da Silva fue un "insulto odiante y homofóbico", pero luego afirmó que no realizará una denuncia penal. Si bien es un delito, esgrimió, no desea un "proceso eterno" que "perjudique" a su familia y tampoco "la victimización".

"La sociedad está enferma de violencia y nosotros, que tenemos lugares de privilegio para ser ejemplo, estamos quedando sin herramientas por nuestras propias actitudes. La sociedad espera mucho más de nosotros", concluyó.

Foto: Leonardo Mainé/El País

Da Silva, en tanto, empezó así su discurso: "Yo quiero no pedir una sino tres o cuatro disculpas". La primera la pidió al Senado, "que hoy está dejando de hacer cosas por este episodio". La segunda "a la gente", porque "el espectáculo llega un momento que cansa, harta, pudre".

En tercer lugar pidió perdón a Viera, con una referencia al rugby. "Los jugadores de rugby, que yo me precio de ser, cuando estamos en la cancha golpeamos fuerte pero hay cosas que no podemos hacer: un tackle al cuello, un tackle alto, porque eso lastima. Lo que hice fue un tackle al cuello que generó una lastimadura no querida", admitió.

"Este tipo de cosas, de mí, no van a volver a pasar", afirmó, aunque dio por descontado que sí tendrá "discursos pasionales". No obstante, aseguró que lo que provocó su reacción fue el comentario sobre Conexión Ganadera: "Es una marca caliente, andan por ahí 4.000 familias de todo tipo de situaciones, algunas que son aberrantes: gente que no tiene plata para hacerse los tratamientos oncológicos, gente con hijos que había hecho la inversión para pagar acompañantes terapéuticos".

Entonces mencionó a los "jodedores que se aprovecharon de la inocencia de la gente", en referencia a quienes hoy son juzgados por la presunta estafa.

Pero de todas formas, más allá de la vinculación que hizo Viera entre Da Silva y Conexión Ganadera, el senador blanco reconoció que "eso no justifica el daño y que haya lastimado a la familia y al senador".

Finalmente tomó la palabra el senador Perdo Bordaberry, del Partido Colorado. Dijo que su fuerza política estuvo ajena al episodio y sin embargo sus legisladores se vieron perjudicados por la suspensión de la interpelación.

"Hay algo que estamos pasando por encima: la conducta del senador Viera y la del senador Da Silva a quienes afectó es a los otros senadores. La conducta de los dos, en mayor o menor grado de incidencia, no nos permitió terminar la sesión", lanzó.

Finalmente se aprobó una declaración en la que el Senado "rechaza categóricamente cualquier comportamiento que pretenda menoscabar la calidad del diálogo y erosionar el respeto mutuo", y en la que se reconoce que hubo "insultos homofóbicos".

"Solo a través del intercambio plural de ideas, sustentado en el respeto mutuo y el apego a las normas, se puede avanzar en la dirección que el país requiere y merece", añade la misiva.