“Hay dos modelos de país, dos modelos económicos” entre los que elegir en las elecciones. Así lo señaló hoy Diego Labat, quien sería ministro de Economía si gana el Partido Nacional, y plantó un tema que quedó latente durante todo el evento que compartió con Gabriel Oddone —que ocuparía el mismo cargo de quedar electo el Frente Amplio— y los asesores Julio de Brun —Partido Colorado— y Eduardo Ache —Cabildo Abierto.
Para Oddone, a diferencia de Labat, es un “error” poner sobre la mesa que hay dos modelos de país. A su entender, si bien tienen “importantes diferencias (los dos partidos) y por eso hay elecciones, sería muy cuidadoso en plantearlo” así porque no se le habla solo a los uruguayos, sino también a la comunidad internacional. En ese sentido, pidió no plantear "discusiones o aproximaciones a los temas que son más parecidos a la década del 80, cuando se decía que acá había un modelo marxista versus un modelo no marxista”.
Y continuó el frenteamplista en un evento al que asistió El País y fue organizado por Telemundo: “No hay dos modelos de país en el sentido de que hay un modelo riesgoso y un modelo no riesgoso. Eso es grieta y forma parte de lo que pasa en la América Latina que, al menos yo, no lo quiero para Uruguay”.
Varios minutos más tarde —después de que hablaran sobre pobreza, déficit fiscal, y las propuestas de los partidos—, Labat insistió con su idea: “No somos todos los mismos porque no le damos el valor que le damos a la confianza y al respeto de las reglas de juego”.
El blanco apuntó que ha tenido “decenas” de reuniones con inversores y calificadoras de riesgo pero que el día que “más llamadas” tuvo “fue cuando un senador de la República salió a festejar” porque se consiguió la cantidad de firmas para el plebiscito “contra la seguridad social”. Además, relató que tuvo “rondas en Uruguay y en el exterior explicando a los inversores que la oposición estaba juntando firmas contra la Ley de Urgente Consideración, que tiene la regla fiscal”.
Así como también se diferenció del Frente Amplio al decir: “Nosotros somos bien claritos: no más impuestos. Sin ninguna aclaración porque filosóficamente creemos que, si pasara algún evento más allá del plebiscito —como una seca igual a la del año pasado— lo que tiene que primar es la austeridad y el cuidado de la caja”.
Por su parte, Oddone marcó que también le tocó en “muchas oportunidades explicar lo que es Uruguay”, y que en su nuevo rol también tuvo “explicar, o intentar explicar, el fenómeno que abre el plebiscito —que es disruptivo". Sin embargo, a su entender, “no es responsable de parte de una autoridad económica decir que es el fin del mundo”. El frenteamplista considera que esto es “malo para el clima de negocios y para quien mire Uruguay desde afuera”.
No obstante, sentó postura sobre el plebiscito: “Es un grave error porque no resuelve el problema de fondo y expone al país a una situación financiera y fiscal compleja. Pero si ocurre que se aprueba, tenemos que estar en condiciones de manejarlo como manejamos otras situaciones. Lo que tiene grado inversor no es un gobierno ni una ley, sino que es la democracia uruguaya, que por cierto incluye dispositivos de democracia directa como este”.
En tanto, sobre los impuestos Oddone explicó que no se puede “comprometer” a no elevarlos porque podría generar un “eventual dilema” de ganar en las elecciones. Y continuó, después de que se hablara del impuesto mínimo global (un proyecto de la OCDE que está pendiente en el Ministerio de Economía): “Si ante una circunstancia sobreveniente tuviera que terminar teniendo que aumentar impuestos, tendría que enfrentarme a un problema: incumplo mi palabra y por lo tanto afecto la credibilidad mía como la del sistema político, o postergo la decisión hasta que no tenga más remedio”.
Pobreza
La pobreza —que se ubicó en el 9,1% en el primer semestre— fue otro de los temas que se trató en el evento. Para Labat, lo principal es tener a la economía en funcionamiento con la creación de empleo para sacar a las personas de esta situación. No obstante, plantean “distintos programas”, siendo dos pilares para el Partido Nacional activar un “premio económico al que termine quinto y sexto” de secundaria y la universalización de la educación de tiempo completo para los quintiles de menores recursos.
Las transferencias monetarias, indicó el economista, “están para quedarse” aunque “cada vez más tienen que ser programas transitorios que hagan subir a los compatriotas que hoy están bajo la línea de pobreza”.
Oddone, por su parte, cree que se necesita un “abordaje multidimensional con una mirada amplia”. Desde el Frente Amplio entienden que las “transferencias son una herramienta crucial que no solamente hay que consolidarla sino que hay que potenciarla”. Pero marcó una diferencia con una de las propuestas del Partido Nacional: “Se propone un sistema de becas flat para todas las personas que asisten al sistema educativo porque el objetivo es retener la mayor cantidad, no incentivar a que egresen”.
Desde Cabildo Abierto, Ache apuntó que la “pobreza es consecuencia del mal gasto social”. En ese sentido, comentó: “La primera lectura que tenemos que hacer es que es una vergüenza para Uruguay que haya pobreza. La segunda pregunta es cómo teniendo la economía que tenemos y poniéndole los recursos que ponemos, tenemos esta realidad. Buena parte del gasto social nuestro va a las corporaciones que están dentro del Estado. Y es importante decirlo porque no va el usuario, no va el que lo necesita”.
Y desde el Partido Colorado, De Brun planteó que tienen “dudas” sobre las transferencias. Si lo ve para “situaciones de emergencia donde se tiene que lograr una situación de salvataje para determinados núcleos de la población más afectada o más vulnerable”, pero no “como algo permanente”. “Nadie recibiendo puramente transferencias mejora voluntariamente y en forma efectiva sus condiciones de acceso al mercado laboral. Esto pasa por tutorías, combinación con el sector privado y elementos que justamente generen incentivos para un involucramiento de las personas que quieren ser capacitadas con las necesidades del mercado”, añadió.
Otro de los temas que se trató es la necesidad de apertura comercial de Uruguay. Para Oddone, los tratados de libre comercio “no forman parte de la agenda global”, por lo que no se puede perder “más tiempo” y hay que “comprender cómo funciona el mundo”.
Pero también se refirió a las “herencias” que quedan para el próximo gobierno. Una de ellas es que el “resultado fiscal” que quedará es “esencialmente el mismo que se recibió”. Otra es que el Banco Central del Uruguay “reconoce que hay un desvío del valor del precio del dólar real”. Una tercera —para la que aclaró que “en absoluto” pretende atribuirlo a esta administración— es una “sociedad con un elevado nivel de fragmentación social” con “niveles de pobreza que dejaron de reducirse y un elevado problema de personas en situación de calle”.
Por otra parte, Labat marcó que el “el eje central de la política económica” en los próximos cinco años “tiene que estar en la competitividad”. Uno de los focos será la apertura de la economía con el “mismo pragmatismo” que se utilizó en “estos cinco años” para hacer cosas de manera unilateral que “no dependen ni de Estados Unidos, ni de China, ni de Europa”, comentó.
-
Claves de la reforma jubilatoria y las consecuencias de un triunfo del “Sí” en el plebiscito
Factum presentó nueva encuesta sobre los plebiscitos y explicó por qué "es difícil" que sean aprobados
Dirigentes de gobierno salen a respaldar a Delgado en nueva serie de spots: "Un verdadero jefe de Gabinete"