Lacalle Pou, con un look muy distinto al habitual, contó la primera actividad que hará tras cerrar su mandato

Redacción El País
El expresidente Luis Lacalle Pou, que este sábado traspasó el mando a Yamandú Orsi, se mostró con un look muy distinto al habitual en la noche, horas después de la ceremonia.

El referente del Partido Nacional se fue a su casa ubicada en Carrasco luego del acto en la Plaza Independencia en donde le entregó la banda presidencial a Orsi.

Luego, según consignó Telemundo (Teledoce), sobre las 19:30, ya entrada la noche, salió de su casa en su camioneta con un par de lentes ópticos y una remera negra, lejos ya del saco y la corbata que usó en Plaza Independencia y que lo caracterizaron durante todo el mandato.

"Voy a comer un asadito", contó el expresidente, indicando así cuál sería su primera actividad luego de cerrar el mandato.

Pero un rato más tarde, el ahora exmandatario regresó a su domicilio porque se olvidó de algo que tenía que llevar a ese asado.

Lacalle Pou se bajó de su vehículo y ni siquiera ingresó a su casa ya que desde el balcón, su hija violeta le alcanzó lo que se había olvidado.

"¿Qué se olvidó?", le preguntaron los periodistas allí presentes: "El choricito casero", respondió Lacalle Pou, para agregar: "Esta es la vida normal".

Lacalle Pou vivió sus últimas horas como presidente de la República Oriental del Uruguay. Este sábado se levantó a eso de las 8:45 en su domicilio del barrio Carrasco, a la espera de entregarle la banda presidencial a Orsien la Plaza Independencia.

Con termo y mate en sus brazos, el mandatario se sentó a esperar en su balcón al presidente de República Dominicana, Luis Abinader. A pesar de haber pactado su reunión a las 10:30, el mandatario dominicano llegó unos minutos más tarde de lo pactado en un auto negro, rodeado de su equipo de seguridad.

Luego, a eso de las 11:15, recibió al secretario general de la OEA, Luis Almagro, quien llegó en una camioneta blanca, pero debió esperar unos minutos más fuera de la casa de Lacalle, ya que aún seguía reunido con Abinader. Los regalos por parte de los mandatarios internacionales tampoco faltaron. De hecho, Lacalle Pou recibió algunos obsequios por parte del rey de España, Felipe IV: un traje de surf y algunas botellas de vino.

Los vecinos del barrio Carrasco no querían ser menos en la cita del sábado y también decidieron acercarse a la vivienda del presidente para simplemente observar la llegada de los mandatarios extranjeros o para hacerle llegar su cariño mientras Lacalle salía a la vereda para despedir a Abinader.

Allí, al grito de “¡buen día!, ¿cómo están?” Lacalle saludó a una familia de la vereda de enfrente, aunque luego ambas partes se arrimaron a la mitad de la calle para saludarse personalmente.