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Inspección de Trabajo intima al MEF por aduana de La Coronilla

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El local donde funciona desde el 30 de diciembre la aduana en La Coronilla, sobre Ruta 9, pertenece al Ministerio de Ambiente. Foto: Sara Cardoso

TRASLADO CON VARIAS POLÉMICAS

“Las instalaciones no cuentan con espacio suficiente para asegurar el distanciamiento interpersonal durante la mayor concentración de funcionarios”, dice el acta que intima al ministerio.

La Inspección General de Trabajo y Seguridad Social (Igtss) constató 18 situaciones en el local donde funciona la aduana de La Coronilla (Rocha), que deberán ser “regularizadas” en 48 horas. “Las instalaciones no cuentan con espacio suficiente para asegurar el distanciamiento interpersonal durante la mayor concentración de funcionarios”, dice el acta que intima al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), del que depende la Dirección Nacional de Aduanas.

El traslado de la aduana de Chuy, que queda a 300 metros del estadio de fútbol de la ciudad binacional, a La Coronilla, ubicada a 27 kilómetros por Ruta 9, generó polémica por varias razones. La medida fue adoptada el 30 de diciembre por el MEF a pedido del intendente de Rocha, Alejo Umpiérrez (Partido Nacional). El director de Salud del departamento, Diego Pintado (Cabildo Abierto), manifestó entonces su preocupación por no haber sido consultado y por los efectos de la medida. De hecho, el intendente reconoció días atrás a El País que se dejó de tomar la temperatura a quienes ingresaban al país desde Brasil durante al menos tres días.

El cambio implicó además la reapertura del local de La Coronilla que había pertenecido a la Dirección Nacional de Aduanas, pero que desde hace varios años está en manos del Ministerio de Ambiente, ya que desde allí se trabajaba para la Estación Biológica Potrerillo de Santa Teresa, un área protegida con bañados, montes indígenas y costas arenosas de la Laguna Negra.

El intendente admite que el local de La Coronilla en el que hoy se está haciendo el control “no estaba en las condiciones ideales para trasladar una aduana así”, pero resolvió pedir el cambio al MEF para reactivar la economía de una ciudad en la que viven 10.000 habitantes, la inmensa mayoría del comercio. A pesar de la situación del local, Umpiérrez hizo gestiones y logró “levantar el sitio al Chuy”, generado por el cierre de fronteras que rige desde el 21 de diciembre y se extenderá hasta el 31 de enero.

En respuesta a la medida, la Asociación de Funcionarios Aduaneros (AFA) alertó que se estaban violando los protocolos sanitarios para combatir la pandemia y denunció el lunes ante la Igtss “la inexistencia de baños, cocina, falta de agua potable, además de otras deficiencias constatables”.

Los inspectores de Trabajo llegaron en la mañana de ayer al local y corroboraron la falta de espacio para cumplir los protocolos. En la tardecita de este miércoles, cuando El País pasó ese control aduanero, había una decena de trabajadores de diversas áreas del Estado apostados en la ruta o guarecidos bajo el alero.

Intimación al Ministerio de Economía.

La Inspección de Trabajo constata en el acta que “el lugar controlado es utilizado por funcionarios del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP), el Ministerio del Interior (Policía Nacional, Caminera y Guardia Republicana) y la Dirección Nacional de Migraciones”. Luego, la Igtss presenta una lista de las 18 situaciones que deben regularizarse en 48 horas, entre las que se encuentra la falta de espacio suficiente para lograr el distanciamiento.

En primer lugar, los inspectores advirtieron que en “el acceso previo al control de ruta se dispone de una valiza con luminaria y un solo cono de alta visibilidad”. Además, constataron que “los funcionarios no cuentan con ropa o chaleco de alta visibilidad, los que permanecen de pie sobre el cordón separador de calzadas (ruta)” y “cumplen las funciones a la intemperie sin ningún tipo de resguardo ante condiciones climáticas”. El acta agrega que “existe un alero contiguo al local de la aduana, abierto, por lo que la permanencia de los funcionarios los deja expuestos a las inclemencias del tiempo”.

A su vez, “en el local de la Aduana falta higiene en general y se percibe la presencia de insectos varios”. Esto quizá se explique porque “no se dispone de personal específicamente para limpieza de áreas en general”. Tampoco hay “mesas y sillas para comedor y para lugar de descanso”. La pileta de lavatorio de cocina, la canilla y el desagüe están “rotos” y hay “desprendimiento de cielorraso”.

Afuera del local hay dos baños químicos “que no aseguran el abastecimiento de agua para higiene en forma permanente”.

Los inspectores constatan también que “el suministro de agua para las instalaciones es recogido de un pozo semisurgente” y aclaran: “se desconoce para consumo humano”. Agregan que “se dispone de dispensador con suministro de agua embotellada en cantidad suficiente”.

Aduaneros acusan al gobierno de “improvisar” y piden volver a Chuy

Luego de conocer el acta de la Igtss, la Asociación de Funcionarios Aduaneros (AFA) emitió ayer un comunicado en el que plantea que la inspección confirmó “la improvisación del gobierno, la Dirección Nacional de Aduanas y el Ministerio de Economía y Finanzas” (MEF). El gremio exhorta a “que los funcionarios regresen a cumplir funciones en la terminal de Chuy”, y su presidente, Roberto Valdivieso, dijo a El País que volverá al local de La Coronilla el próximo martes, porque los asesores legales del sindicato le informaron que la intimación de 48 horas que dio la Igtss para “regularizar” la situación corresponde a días hábiles. El intendente de Rocha, Alejo Umpiérrez, dijo a El País que “se están haciendo trabajos para mejorar la situación y hacer arreglos”, y que la intendencia está coordinando las tareas con el MEF. En el programa Esta boca es mía, de canal 12, el intendente agregó ayer que ante intimaciones similares se ha pedido prórroga a la Igtss para cumplir con lo solicitado.

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