Heber en su despedida del Senado: “La tarea parlamentaria lima asperezas, suaviza radicalismos”

Redacción El País
Con la presencia del expresidente de la República Luis Alberto de Herrera en las barras, el senador Luis Alberto Heber se despidió del Senado este martes luego de una trayectoria parlamentaria de casi 40 años, la más extensa para un legislador uruguayo.

Antes de hacer uso de la palabra, el referente del Herrerismo recibió saludos cómplices de algunos de sus pares como Sebastián Da Silva y Sergio Botana, mientras que a sus espaldas lo custodiaban el diputado de la lista 71 Juan Martín Rodríguez y Rodrigo Blás (que asumirá la banca en su lugar), entre otros.

Al comienzo, el histórico dirigente del Partido Nacional recordó sus primeros pasos en el Parlamento como diputado por Rivera. Recordó, como particularidad, cuando las listas 14 y 15 pertenecían al Partido Nacional en ese departamento, rareza que fue también recordada en tono jocoso por Pedro Bordaberry al hacer uso de la palabra.

“Cuarenta años son suficientes para nosotros para cerrar una etapa y abrir otra. Otra que nos entusiasma. Dedicarnos al partido. La democracia necesita partidos fuertes para ser fuerte. Y para que sean fuertes los partidos tienen que tener una mayor conexión en momentos en que nos están invadiendo las redes, las comunicaciones por internet, que alejan ese contacto personal. Nos tenemos que duplicar para tener esa cercanía que es insustituible en esta actividad: conocer la realidad no por redes, sino porque uno la ve, la palpa, la toca”, reflexionó sobre el quehacer político de estos tiempos.

Próximamente, dijo que se dedicará a partir de ahora a su Partido Nacional y a su sector: el Herrerismo. “El Partido Nacional no se concibe hace 100 años sin una pata importante del Herrerismo. Festejábamos el otro día 100 años de esta casa. Bueno, 100 años de un sector político que ha vivido todas las etapas, todos los vientos y tormentas”, reconoció.

Recordó que durante la dictadura, cuando salía de la Facultad de Medicina donde era estudiante, como el “Parlamento estaba cerrado, oscuro, sin ninguna luz”.

“Era horrible. Hoy está iluminado, brilla. Cuando entré en Diputados en 1985 pedí sentarme en la banca que era de mi padre. Y está es —en el Senado— en la que se sentaba antes del Golpe de Estado. He tenido esa costumbre de darle continuidad a su sangre y a su lucha. Para que los que creyeron que habían ganado, con su presencia y la mía 40 años después, ha ganado la democracia. Ganamos los que peleamos contra la dictadura”, acotó.

Al finalizar, las barras de la cámara alta despidieron al ahora exsenador con un aplauso de pie, mientras que Lacalle Herrera con un puño en alto arengó a uno de sus más cercanos dirigentes políticos, reconociendo una trayectoria que, al igual que la suya, deja su marca histórica por los pasillos del Parlamento y de la política nacional.

“La tarea parlamentaria tiene una gran virtud, lima asperezas. Suaviza radicalismos. Podemos ser muy duros. Fui muy duro y fueron muy duros conmigo. No me quejo. Esta banca la golpee muchas veces, pero siempre defendiendo ideas”, reflexionó.

El primer senador en hacer uso de la palabra una vez que Heber finalizó su discurso, fue el colorado Pedro Bordaberry. “Tu nombre se inserta en un linaje político de servicio público”, resumió el líder de Vamos Uruguay, mientras que le reconocía la trayectoria tanto de Mario Heber (padre), de su tío y de su madre, María Cecilia Fontana de Heber, fallecida por tomar un vino envenenado en 1978. Por su parte, el secretario general del Partido Colorado, Andrés Ojeda, destacó las características de “persona cercana, afable y horizontal” del dirigente político.

De parte del Frente Amplio, la senadora Constanza Moreira dijo que en el marco de la votación que tendrá lugar el en día de hoy (habrá tres proyectos a consideración), la voz “del Luis Alberto Heber se va a extrañar”, en particular en materia de descentralización (uno de ellos será el de la regulación de funcionarios a las intendencias departamentales). En una breve intervención, también los senadores Sebastián Sabini y Oscar Andrade se refirieron a la trayectoria política del dirigente blanco.

“Uruguay tiene una mixtura rara. Los abuelos de mis hijos y los tíos de mis hijos participaron de esa quijotada desde Rivera y desde la lista 15 de Rivera ayudando a poner a Heber de diputado. Y reincidieron después. Tengo una parte de mi familia llena de Luis Alberto. Y mi hijo se llama Leandro. No voy a explicar las diferencias con Heber porque no daría el tiempo. El sistema político tiene estos momentos. Debiera servirnos para no perder de vista que el debate sea de ideas, eso es lo que contribuye a la democracia”, dijo Andrade.

De parte del Partido Nacional, todos los senadores hicieron uso de la palabra para reconocer a su correligionario. “Son 40 años de trayectoria parlamentaria que definen a Luis Alberto Heber”, resumió Martín Lema.

“Tiene la particularidad, creo que única, si alguien más fue cuatro décadas consecutivamente ungido por las urnas. El decano de este Parlamento. Es un referente único, sin par. El Partido Nacional pierde en este ámbito una espada principal y el Parlamento pierde el recurso al consejo. A apelar a lo que no está escrito, a lo que es parte de la historia vivida”, valoró el también blanco Carlos Camy.

Al finalizar su discurso, Heber dijo que pertenece a “una familia de servidores de la patria”.

“Quizás el galardón más grande no son los 40 años. Son los años que mi padre peleó contra la dictadura, sin esconderse. Lo que aspiro es que el orgullo que tengo por mi padre, mis hijas los tengan por mi accionar político”, finalizó.

Minutos más tarde, el legislador subió a las barras, se fundió en un abrazo con sus hijas y al ser consultado por El País por sus sensaciones se limitó a responder: “Estoy con las mías”.