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Hay seis grandes abastecedores de droga identificados que nutren otras 45 bandas, según Interior

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Luis Alberto Heber ante el llamado a sala. Foto: Francisco Flores.
Sesion extraordinaria de la Camara de Senadores por interpelacion a Luis Alberto Heber, Ministro del Interior, para informar sobre la situacion del pais en materia de convivencia y seguridad publica, en particular en relacion con los homicidios, en el Palacio Legislativo en Montevideo, ND 20220607, foto Francisco Flores - Archivo El Pais
Francisco Flores/Archivo El Pais

SESIÓN SECRETA

En la Zona Metropolitana hay seis grandes abastecedores de droga y 45 bandas que se encargan de regentar las bocas en donde se comercializan; todos están identificados.

La sala de pronto quedó sin prensa. Se cerraron incluso las puertas de acceso al ambulatorio y se cortó la transmisión, porque los detalles de la georreferenciación de todas las bandas de narcotraficantes que operan en Uruguay es, naturalmente, información sensible. Por lo que nadie se opuso al pedido del ministro del Interior, Luis Alberto Heber, que se efectivizó sobre el mediodía de este martes, durante el llamado a sala en régimen de comisión general que llevó adelante el Frente Amplio (FA) producto de la escalada de homicidios en las últimas semanas.

Y ahí, entonces, en “sesión secreta”, las autoridades de la plana mayor de la cartera de seguridad -en particular el Jefe de Policía de Montevideo, Mario D’Elia y el director nacional de la Brigada Antidrogas, Alfredo Rodríguez- armaron una suerte de radiografía de la red de narcotraficantes que operan en Montevideo y sus alrededores.

D’Elia, entre otras cosas, mostró con datos el efecto positivo de la clausura de bocas de droga, uno de las procedimientos en los que esta administración alcanzó cifras récord en 2021, con 1.152 cierres -cuando en 2019 fueron 363 y en 2018, 338-. Señaló, según contaron fuentes parlamentarias, que aquellas “bocas desarticuladas y tapiadas generaron descenso de rapiñas y hurtos de la zona”.

Pero lo que más retuvieron los legisladores fueron en particular dos números: seis y 45. El primero es el número de los grandes abastecedores de droga identificados en la Zona Metropolitana -como informó ayer El Observador y confirmó El País-, y 45 corresponde al total bandas que se encargan de regentear las bocas en donde las sustancias se comercializan. Y entre ellas -muchas son clanes familiares- se nombró al grupo del reconocido delincuente Betito Suárez -en la cárcel desde mayo del año pasado.

Respecto a los proveedores, los informantes indicaron que, de los seis identificados, hay dos que se encuentran en prisión, imputados por la Justicia, y que de los otros hay incluso quienes envían la mercadería para el interior.

“Algunos operan por áreas específicas, y todos tienen la capacidad logística para recibir y distribuir”, destacó una fuente policial.

Toda la información fue presentada en ambas pantallas de la Cámara de Senadores y se usó para ello el programa Prezi, de modo tal que los jerarcas ministeriales apoyaban lo que decían con mapas, gráficos y fotografías de todos los delincuentes identificados con nombre, apellidos y antecedentes penales. Asimismo, se recordó los principales puntos de entrada de la droga al país, la que proviene, en su mayoría, de Bolivia y Paraguay.

¿Qué se buscó con esto?

Por un lado, y en parte, responder una crítica que surgió no de la oposición sino del seno mismo de la coalición: que la cartera de seguridad falla en el plano de la inteligencia, y que eso explica el aumento de los asesinatos, como dijo esta semana el senador y presidente de Cabildo Abierto, Guillermo Domenech.

Por eso fue que Diego Fernández, director de la Policía Nacional, afirmó luego de la sesión sin actas ni registro que “todos los investigadores hacen Inteligencia” y que se trata del “producto terminado después del análisis de la información, para el correcto uso de los recursos humanos, materiales y tecnológicos”.

Pero también se buscó dar cuenta de que la cartera tiene un “plan” para frenar el avance del narcotráfico, problema del que se desprenden todos los delitos. Sin embargo, para el FA ello no fue un plan, y así lo dejaron claro varios senadores durante la sesión. “El plan no apareció. No vi ningún plan. Se niega la realidad”, dijo en ese sentido Charles Carrera, que reiteró que su partido tiene “la mano extendida” para colaborar en lo que definió como una “emergencia en materia de seguridad”.

Por inteligencia, señalaron también las fuentes, se supo que en el barrio Peñarol -en donde se concentraron gran parte de los últimos asesinatos-, desembarcó recientemente un grupo criminal de Nuevo París. Y esto, sumado a la propia intervención policial, que ha buscado intensificar la represión al narcomenudeo, es uno de los factores que explican el recrudecimiento de la violencia entre distintos grupos por territorio y por consumidores -o al menos esa es la lectura que hace la Policía.

Como era de esperar, la exposición ministerial fue de satisfacción para el oficialismo, mientras que la oposición, si bien valoró la información, entendió que lo que se procuró generar no fue otra cosa que un “golpe de efecto publicitario”, como resumió el senador Daniel Caggiani.

Para el Frente fue “golpe de efecto publicitario”

La radiografía sobre la red de grupos narcos que operan en Montevideo y alrededores fue “información muy importante e interesante”, a criterio del senador frenteamplista Enrique Rubio, quien convocó al ministro Luis Alberto Heber este martes para que rindiera cuentas, justamente, sobre la inseguridad, explicada por el avance del narcotráfico y el consecuente aumento de los homicidios.

No obstante, y en línea con la postura de toda la oposición, el dirigente de la Vertiente Artiguista entiende que de la presentación de la cartera “no se desprende un plan, salvo en lo que tiene que ver con el combate a ese tipo de organizaciones”. Porque un plan “supone etapas, objetivos y, fundamentalmente -agregó Rubio- supone abordar todos los aspectos que consideramos clave para abordar la inseguridad, como el problema carcelario o la subcultura delictiva instalada en algunos barrios”.

El senador Daniel Caggiani coincidió, pero además remarcó que a su criterio esto consistió “más en un golpe de efecto publicitario que en un plan con objetivos y que estableciera una hoja de ruta, recursos y una coordinación interinstitucional para abordar una temática tan complicada como esta”, sostuvo el dirigente del MPP, quien, al igual que Rubio, valoró igualmente “la presentación interesante” de la cartera, que demuestra “cierto valor técnico de la Policía”. Sin embargo, Caggiani subrayó que “en términos de lo que preocupa y necesita la población, respecto de esta ola de violencia que se está viviendo en Uruguay, y en particular en este último año, sin duda que dejó gusto a poco”, tanto por los datos presentados por el ministerio como por toda la exposición del ministro del Interior.

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