Hace dos semanas la fiscal Gabriela Fossati se apersonó en Torre Ejecutiva y se dirigió al piso 4°, en el que estaba el despacho del excustodio de Presidencia, Alejandro Astesiano.
La habitación había sido lacrada por orden del presidente Luis Lacalle Pou un día después de la detención de su excolaborador, y una escribana de Torre Ejecutiva se encargó de certificar que nada de lo que estaba dentro de esta había sido tocado.
La inspección fue voluntaria, porque Presidencia se puso a disposición para que la fiscal fuera y se llevase lo que entendiera necesario.
Entre los documentos incautados, según información del expediente judicial a la que accedió El País había:
—Documentos reservados del Ministerio del Interior, donde figuraban antecedentes y anotaciones policiales de distintas personas de nacionalidad uruguaya.
—Fotos de documentos de identidad.
—Cartas de expolicías que le pedían trabajo a Astesiano para ser parte de la guardia presidencial.
—Fotos de capturas de videos de cámaras de seguridad.
—Partidas de nacimiento.
—Una computadora que fue incautada y que Policía Científica deberá analizar lo que hay dentro de ella.
—Un pendrive que también fue incautado y pasó a manos de Policía Científica.
Una vez que Fossati se llevó todos estos documento, Presidencia habilitó de nuevo la oficina que hoy es utilizada por quienes trabajan en el área de seguridad de Torre Ejecutiva.