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Entrevista al ministro Pablo Mieres: evitar los despidos es un objetivo central del gobierno

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Pablo Mieres, ministro de Trabajo. Foto: Francisco Flores

HACIA LA NUEVA NORMALIDAD

Mieres admitió a El País que “el gran desafío” que el gobierno tiene por delante “es la enorme cantidad de gente que se fue al seguro de paro” y el riesgo de que muchos casos terminen en despidos.

Sabe que se vienen meses cruciales para el futuro del país, en medio de una emergencia económica y sanitaria que no imaginaba cuando el presidente Luis Lacalle Pou le propuso ser ministro. En entrevista con El País, el ministro de Trabajo y Seguridad Social Pablo Mieres dijo que el “gran desafío” es “la enorme cantidad de gente que se fue al seguro de paro” y el riesgo de que muchos casos terminen en despidos. Así, explicó cuáles son “los tres escalones” para fomentar el empleo.

-Cuando asumió el 1º de marzo, el panorama global por el coronavirus ya estaba presente. ¿Pero usted se imaginaba lo que venía?

-Teníamos una agenda que está, pero que de alguna manera quedó mediatizada por esto que fue disruptivo. Creo que le pasó eso a este gobierno y a todos los gobiernos del mundo, con la diferencia de que quizás seamos el único caso que nos tocó a trece días de haber asumido. Estábamos aterrizando y se nos vino arriba esto que es una cosa brutal. Y pasamos desde el 13 de marzo en adelante durante varias semanas dedicados a ver qué respuestas dábamos a la situación laboral.

-El viernes 13 de marzo se conocieron los primeros cuatro casos. Unos días después ya se percibía el efecto en la economía del país...

-Tengo ahí los datos (se para y va hasta la computadora). Para que se hagan una idea: ese 16 de marzo había 7.900 solicitudes. Del 16 al 31 de marzo llegaron a ser 90.732 solicitudes. En abril hubo otras 84.600 solicitudes. Si miramos lo que se pagó en concreto, en marzo fueron 124.000 subsidios. Hablamos de trabajadores en seguro de paro. En abril subió a 198.000 y en mayo 194.000. Eso significó 95 millones de dólares extra a lo que normalmente se hubiera pagado. O sea, se hubieran pagado 15 millones por mes y se pagaron 80 más.

-¿Qué porcentaje del total de empleados llegó a estar en el seguro?

-Al menos un 25% de los trabajadores que podían acceder al subsidio... (vuelve a mirar la computadora). Por desempleo han estado en total 259.000 personas desde principios de año. Hay que sacar a los 50.000 que estaban antes de la crisis. Y el total de los que pueden acceder al seguro son poco más de 800.000. Nosotros fuimos tomando medidas desde que empezó el aluvión. Y también por el subsidio por enfermedad: resolvimos que la persona que la habían mandado cuarentenada a la casa, debía ser amparada. Entonces ya no eran solo los enfermos, sino los que tenían que dejar de trabajar por sospecha de enfermedad. Ese fue un número importante: unos 10.000 trabajadores.

-Si este panorama se extiende, ¿cuánto más complica a las arcas estatales?

-Complica, pero se ha sostenido y se seguirá sosteniendo. Sin ninguna duda. Además, entiendo que el punto neurálgico ya llegó y se supone que estamos en etapa de reactivación si no hay un rebrote importante. El BPS tiene un déficit brutal por jubilaciones. Aunque yo te digo que son 100 millones de dólares de más que venimos pagando, es todo incremento del déficit fiscal. Es parte de lo que el Ministerio de Economía con buen criterio metió en una bolsa, para que se distinga con claridad: el Fondo Coronavirus. Eso fue muy inteligente porque permite distinguir dónde está el gasto ordinario y dónde están los gastos extraordinarios producto de la epidemia. Eso está bueno para presentar ante los organismos de crédito y las calificadoras de riesgo.

-Ahora en julio se vencen aquellos primeros seguros de paro que arrancaron a mediados de marzo y que mencionábamos al principio de esta charla...

-Y ese es el gran desafío que tenemos. La enorme cantidad de gente que se fue al seguro de paro: hay 82.000 que vencen en la segunda quincena de julio. Y luego cien mil más en agosto.

-¿Qué opciones tendrán toda esa gente y sus empleadores?

-Nosotros inventamos opciones. Así como inventamos el seguro de paro parcial, el seguro de paro flexible y el subsidio por enfermedad para cuarentenados, estamos poniendo en funcionamiento -yo espero que en los próximos días, lo más rápido posible- un beneficio para el empleador que reincorpora trabajadores.

-Está hablando del beneficio de 5.000 pesos por mes durante tres meses por cada trabajador que un empleador reincorpore o contrate...

-O sea, en total 15.000 pesos.

-¿Pero cómo se cobrará?

-Eso es lo que todavía estamos terminando de definir con Economía. Puede ser un crédito fiscal, un crédito contra aportes patronales, una cantidad en efectivo. La decisión ya está tomada y son 5.000 pesos por cada trabajador reintegrado a partir de determinada fecha.

Pablo Mieres, ministro de Trabajo. Foto: Francisco Flores
Foto: Francisco Flores

-¿Saben qué gasto implicaría y cuántos trabajadores se podrían incorporar?

-No sabemos qué respuesta habrá, pero sin duda es mucho mejor invertir 5.000 pesos por mes en la reincorporación de un empleado que pasa a ganar el 100% del sueldo, que pagarle la mitad del sueldo. Para el empleado es un retorno al trabajo y para el empleador es un alivio. Es una solución que busca que el empleador reintegre en mayor grado de lo que estaría dispuesto a hacer. Puede funcionar.

-Tampoco es un gran monto: son apenas 5.000 pesos...

-Es por trabajador. Si vos tenés 50 trabajadores en seguro de paro, es una cantidad que ayuda. No le pagás los costos de recuperar el trabajador, claro. Por eso, hay un segundo escalón, que es pasar a un trabajador del seguro de paro total al parcial. Esa es una señal muy positiva, respecto a que el empleado vuelve a tomar contacto con la empresa, empieza a trabajar la mitad del tiempo y gana el 75% en lugar del 50%. Y tiene la casi certeza de que se va a reincorporar. Para el empleador lo bueno es que es un proceso más gradual, que acompaña lo que va pasando: que la reactivación no es completa. Ya lo vimos en los shoppings, bares y comercios. Después tenemos un tercer escalón. Si ninguna de esas cosas es posible, está la posibilidad de la prórroga.

-¿En qué casos aplicaría la prórroga?

-Ante solicitudes fundadas y con intención de reincorporación en el futuro, podemos prorrogar por tres meses.

-¿Qué es “fundado”? Es muy subjetivo.

-Que la empresa diga que hubo reducción de actividad, que es una cosa obvia, y segundo que tiene intención de reincorporar. Lo que no queremos es que haya una postergación de un despido ya decidido. Eso no tiene sentido.

-Es difícil de manejar...

-No hay garantías. Es lo más que podemos hacer. Entonces tenemos tres escalones. El primer objetivo es la reincorporación, el segundo la reincorporación parcial y el tercero prorrogar el seguro de paro. Lo que queremos evitar es el despido. En paralelo, arrancamos con un diálogo con empleadores y trabajadores desde la próxima semana para tomar más medidas de incentivo al empleo. Eso es parte de la propuesta del gobierno para la octava ronda salarial. Hay una cosa que es cierta: el mercado de trabajo se reestructura. No es mecánico. No es que en julio va a volver igual a como estaba en marzo. No, en el medio pasaron cosas. Hay empresas que no se pudieron sostener, hay empresas que se reestructuraron, hay sectores que están más lentos y otros más dinámicos.

-Hay empresas que se pueden dar cuenta que no precisaban a determinada cantidad de trabajadores, por ejemplo.

-Absolutamente. Habrá que capacitar a través de Inefop de una manera intensiva a los trabajadores que están en riesgo o que no han recuperado el trabajo. Hay que capacitarlos con un foco inteligente, puesto en lo que se va a requerir y no en cosas que después no se demandan.

-El otro gran tema es el de los salarios. Este lunes de tarde hay una reunión que puede ser decisiva del consejo superior tripartito. ¿Qué puede pasar?

-Tendrán que venir las respuestas de las partes. Si el resultado es positivo, se firmará un acta y se convocará a las 24 mesas de consejos de salarios, que en teoría refrendarán lo acordado.

Pablo Mieres, ministro de Trabajo. Foto: Francisco Flores
Foto: Francisco Flores

-¿Ustedes esperan que haya acuerdo?

-Vamos a ver. Hay que esperar la respuesta formal. Vimos en todo este proceso una actitud de mucha madurez y responsabilidad de las dos partes. Asumir que estamos en una situación excepcional, una ronda corta de un año, en línea con el momento que se vive en el mundo.

-¿Y qué le dice al lector que quiere saber si podrá cobrar el ajuste en el sueldo ahora a mediados de año y en 2021?

-Que lo que fue pactado en la ronda salarial anterior se va a respetar totalmente. Los sectores de actividad que tienen final de convenio el 30 de junio y establecieron algún tipo de ajuste salarial, sea por correctivo de inflación o lo que fuere, lo van a tener. Pero el planteo del Poder Ejecutivo establece una cierta secuencia del 1° de julio de 2020 al 30 de junio de 2021, ahí sí con un aumento salarial de tres puntos en enero y de cuatro puntos para los más bajos, y luego un cierre del período con aumento por correctivo de inflación menos los puntos que se hayan perdido de Producto Bruto Interno.

-Eso es lo más polémico.

-Y sí. Lo que pasa es que tenemos una situación en la que el empleo está muy golpeado. Podés perder más puestos de trabajo si no hay medidas que impacten en el salario, pero con un compromiso de recuperación del poder adquisitivo perdido ni bien la economía vuelva a crecer. Incluso ponemos un punto de partida: el 1° de enero de 2022.

"Es lógico que haya diferencias en coalición"
Coalición multicolor

-En la Cámara de Diputados se está por votar la ley de urgente consideración, que luego volverá al Senado. El Partido Independiente ha expresado reparos en algunos artículos.

-Unos pocos sobre seguridad y otros pocos sobre inclusión financiera. Es lógico que en una coalición con cinco partidos, con un espectro político bastante amplio, surjan diferencias. Pero el resultado de la LUC es muy exitoso.

-¿Cómo ve a la coalición de gobierno? Hace un tiempo Óscar Bottinelli me decía que no es una coalición como tal, sino que los partidos se relacionan a través del presidente.

-Es una coalición muy especial por su formato. Hay un centro, que es la figura del presidente, que dialoga con cada partido. Pero en el Parlamento y en el gabinete hay más diálogo. Y se producen más coincidencias que diferencias.

-Pero la coalición arrancó mal con la famosa foto que no se daba de los cinco líderes juntos firmando el documento, en noviembre pasado.

-La foto salió el domingo siguiente a la firma del acuerdo. Y ahí estábamos todos los líderes (N. de R.: se refiere a un acto en el Molino de Pérez). Hasta ahora ha habido un ejercicio muy positivo del manejo del gobierno con el agregado de que nos tocó esto.

-Igual hubo cortocircuitos.

-Esas cosas pueden ocurrir. El presidente ha mostrado capacidad de dar marcha atrás.

-Ha habido designaciones de dirigentes de Cabildo Abierto que luego debieron ser revisadas.

-Eso también ha pasado con el Frente Amplio cuando estuvo en el gobierno hasta hace muy poco. Nosotros no estamos mirando los nombres de los demás. Nosotros nos preocupamos de los nuestros.

“Nadie sabe cómo va a ser el juego en 2024”

-Hace unos días hubo diferencias en la interna del Partido Independiente sobre el nombre del reemplazante de Gerardo Sotelo para las elecciones departamentales. ¿El futuro del partido cuál es?

-Tuvimos un mal resultado electoral y quedamos muy golpeados, después de crecer tres elecciones seguidas. La alegría va por barrios. En el partido no hay diferencias estratégicas ni ideológicas. Pero todo el sistema político está en un escenario radicalmente nuevo. El año pasado pasó una cosa muy rara en un país muy estable: hubo sacudones. Nunca un partido que nació unos meses antes tuvo un resultado tan positivo como Cabildo Abierto. Hubo liderazgos nuevos, como el de Guido Manini Ríos, Juan Sartori, Edgardo Novick y Ernesto Talvi. Fue una elección rara, que abre una gran interrogante sobre el futuro. Nadie sabe cómo va a ser el juego en 2024.

-¿El proyecto del Partido Independiente es mantenerse en la coalición hasta cuándo?

-Nos comprometimos con este acuerdo y vamos a acompañar para cumplir con lo que prometimos. No hay una fecha prevista.

-¿Piensan quedarse tres años, por ejemplo?

-Todos sabemos que, cuando se arrimen las elecciones, habrá competencia. Pero, aun en competencia, puede haber coalición.

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