El Movimiento de Participación Popular está llamado a jugar un rol protagónico en 2024. Promotor de la precandidatura de Yamandú Orsi, refugio del expresidente José Mujica, este sector se prepara para un futuro político en el que no bastará con apelar a los suyos: también será necesario acumular fuerzas “más allá del Frente Amplio y del núcleo más duro de la izquierda”.

Así lo establece la hoja de ruta que el colectivo trazó para el tercer fin de semana de marzo, cuando celebrará su XI Congreso después de un largo proceso de discusión dentro de las agrupaciones.

El documento recoge la visión de los adherentes y, entre otros puntos, desarrolla cómo la coalición de izquierda debería sumar apoyos a su modelo de país. Como punto de partida recuerda las elecciones nacionales de 2004, en las que el Frente Amplio triunfó como expresión política de “distintos mundos de la sociedad en la búsqueda de salidas a la crisis”, según el MPP. Es decir, no se limitó a buscar el respaldo de quienes militaban, sino que acumuló fuerzas con actores que compartían su perspectiva de la realidad y le confiaron al partido el liderazgo de un modelo alternativo.

“El Frente Amplio necesita integrar un potente movimiento social y político en favor del desarrollo nacional, el trabajo y la producción, con la participación de todos los sectores y organizaciones que están afectadas por las políticas conservadoras y excluyentes del actual gobierno”, apunta el sector. Este esquema incluye no solo al sindicalismo, sino también a las organizaciones “más representativas” de los estudiantes, jubilados y otros colectivos sociales.

En parte, el MPP atribuye la derrota electoral de 2019 a no haber terminado de consolidar suficiente “acumulación política” en torno a un programa concreto de ideas. “La continuidad de los cambios progresistas quedaron sobre las espaldas del Frente Amplio solamente”, sostiene el sector.

Por eso, el documento recuerda la campaña a favor de la derogación de la Ley de Urgente Consideración y la posibilidad de valerse de ella en adelante (ver recuadro).

De cara al XI Congreso, una de las metas del sector es priorizar los “diferentes interiores” del país. El MPP entiende que Uruguay debe ser “repensado” en clave nacional, reconociendo que en ocasiones el Frente Amplio es “muy metropolitano” en los debates.

En ese marco, contempla la posibilidad de impulsar una reforma constitucional para profundizar la descentralización, acompañando ideas como la Universidad Tecnológica de Mujica.

El documento que discuten las agrupaciones subraya que se debe llevar adelante una política de desarrollo “en serio”. Y esto implica que el interior reciba parte del presupuesto de las empresas públicas, de Rentas Generales y del Presupuesto Nacional.

“Debemos repensar el país desde una perspectiva nacional y no solo capitalina que incluya cambios estructurales en la matriz productiva. Debemos priorizar el interior y tener una política pública de desarrollo de talentos, con fuerte impronta territorial. Aquí tenemos un desafío, pensar una Reforma Constitucional donde se priorice un desarrollo integral del Uruguay”, sostiene el MPP.

El expresidente Mujica ya había machacado con esta idea. Por ejemplo, lo hizo en uno de los eventos preparatorios del Congreso, al que asistió el intendente blanco de Durazno, Carmelo Vidalín. Allí planteó la necesidad de industrializar, invertir y acercar propuestas educativas al interior, además de condicionar al gobierno en la distribución de recursos.

El MPP entiende que se debe estudiar el papel de las empresas públicas para acompasar el desarrollo industrial. Para el sector, el análisis no solo debe incluir el rol de los entes y servicios descentralizados que ya funcionan, sino también la posibilidad de crear nuevas empresas públicas.

A modo de ejemplo, se plantea la creación una empresa pública especializada en biotecnología. “El Estado se tiene que preocupar para que la enorme cantidad de productores uruguayos acceda a la mejor genética animal posible, y podamos ser exportadores de genética, no solo de carne. Que exista el mejor acceso a las transformaciones productivas del sector vegetal y exportemos más inteligencia agropecuaria que productos agropecuarios”, apunta el MPP.

Orsi, potencial contendiente en la interna frenteamplista, también ha planteado el debate sobre el rol de las empresas. En una entrevista con El País, en octubre del año pasado, señaló que Ancap y UTE deberían ser pensadas en conjunto ante desafíos como el cambio climático y el desarrollo del transporte. “No pueden jugar por separado”, afirmó el intendente.