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Diputados tildaron de “manijero importado” al sindicalista argentino

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Legisladores votando en la Cámara de Diputados. Foto: Francisco Flores (Archivo)

PARLAMENTO

En una declaración que fue votada cuando el Frente Amplio ya no estaba en sala y se aprobó con los votos de la coalición, se repudiaron las expresiones de Carlos Díaz.

La expresión del sindicalista argentino -que dijo en el congreso del Pit-Cnt que había que “echar” al presidente Luis Lacalle Pou- mereció un debate en la Cámara de Diputados. Legisladores de la coalición lo tildaron de “manijero importado” y lo acusaron de “instigación a delinquir”.

A raíz de la polémica que desataron los dichos de Carlos Díaz, el diputado colorado Ope Pasquet pidió que se tratara como “asunto político” en la Cámara de Representantes, algo que se habilitó ayer.

A la hora de argumentar, el diputado colorado Gustavo Zubía advirtió que la expresión “echar” no significa lo mismo que remover, porque según dijo tiene una “connotación de violencia o castigo”.

En ese marco, advirtió que podría caber una figura penal: la instigación a delinquir. Así fue como propuso “noticiar a Fiscalía para evaluar o no la existencia de responsabilidades penales”.

Desde el punto de vista político, agregó que permitir estas conductas a extranjeros no es un hecho más” y supone en el fondo una cuestión de “defensa de la soberanía”.

En la misma tónica, el diputado colorado Felipe Schipani pidió asignar a las manifestaciones “la relevancia que el asunto tiene”, porque “instigan al odio y al desprecio”.

En su opinión, las declaraciones del sindicalista reafirman el concepto “tan triste” relativo a la grieta. Además, cuestionó que el dirigente sindical argentino afirmara que se va a realizar en su país una fuerte campaña para la derogación de los 135 artículos de la LUC, lo que calificó de “inadmisible”, al señalar que “el referéndum es una cuestión que tiene que laudar el pueblo uruguayo”.

Carlos Testa, diputado de Cabildo Abierto, consideró que decir “vamos a echar” es una “manija” a una acción ilegal. “Me sorprendió dónde lo dijo y la respuesta tardía de quienes lo invitaron. Preguntan (en el Pit): ¿alguien puede pensar que no lo rechazamos? El que puede pensar es el expositor al ver el aplauso de la sala espontáneamente al decir esa atrocidad”, concluyó.

“¡Qué temeridad venir a un país como invitado a decir cómo resolvemos nuestros asuntos! Ya no aceptamos manijeros importados y no queremos otras ideologías que las que libremente elegimos los orientales”, finalizó Testa.

Por el Frente Amplio el único que habló fue el diputado Gustavo Olmos, quien explicó que no se acompañaría el planteo de la coalición por no ser el ámbito donde debe dirimirse qué debe hacer el movimiento sindical. “Lo que tengo es un rechazo categórico a que desde acá le digamos a la central qué tiene que hacer”, afirmó el legislador, que recordó el rol de la central en la huelga general de 1973.

Los diputados opositores se retiraron de sala a las seis de la tarde, porque según dijeron habían avisado que tenían “otros compromisos”, entre ellos la participación en una marcha en Plaza Independencia en reclamo del cumplimiento de la ley del aborto. Olmos dijo a El País que la ausencia no tuvo que ver con el tema del sindicalista argentino. “Habíamos avisado que nos teníamos que retirar”, explicó.

Declaración.

En una declaración que fue votada cuando el Frente Amplio ya no estaba en sala y se aprobó con los votos de la coalición, se repudiaron las expresiones del sindicalista argentino, “por estar claramente reñidas con la institucionalidad uruguaya y perjudicar el clima de la convivencia democrática”.

Además, se deploró “el silencio de los órganos de dirección del Pit-Cnt”, ante un discurso que fue aplaudido en el congreso del pasado fin de semana. A pedido de Zubía, el debate de ayer pasará a la Fiscalía para que, si lo considera pertinente, aborde los dichos del sindicalista.

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