Contrabando de cigarrillos: crece el valor de incautaciones, pero líderes del negocio no son alcanzados

Las autoridades confiscaron mercadería por US$ 7.5 millones en últimos años; sector empresarial exige que aumenten más los controles.

Incautación de cigarrillos de contrabando
Incautación de cigarrillos de contrabando
Foto: @ADUANAURU

Entre 2024 y lo que va de 2025, la Dirección Nacional de Aduanas desarticuló operaciones de contrabando de cigarrillos provenientes de Paraguay por US$ 7,5 millones. La cifra supera ampliamente el acumulado de los cuatro años anteriores (2020-2023), cuando el total alcanzó los US$ 5,6 millones, de acuerdo con datos oficiales obtenidos por El País.

En los grandes cargamentos detectados, el cigarrillo -generalmente de la marca Gift-, los camiones y sus choferes son siempre paraguayos. “Entran por todos lados y con mucha frecuencia; se captura un porcentaje muy bajo de todo el negocio”, dijo a El País una fuente de la investigación.

La cifra revela la magnitud de un mercado muy lucrativo manejado por organizaciones transnacionales, con estructuras similares a las que se dedican al narcotráfico, pero, según describió la fuente, más “cuidadosas y profesionales”, dado que no tienen una faceta tan violenta.

Otras diferencias con el narco: la pena para quienes son detenidos es menor que en el tráfico de drogas, y la mercadería se vende a la luz del día y ante los ojos de todos, en comercios formales como quioscos y almacenes, puestos callejeros -incluso en 18 de Julio-, ferias vecinales y redes sociales que promocionan cartones de cigarrillos por $ 590, ofreciendo su teléfono y dirección para retirarlos.

Incautación de cigarrillos de contrabando
Incautación de cigarrillos de contrabando.
Foto: @ADUANAURU

En los operativos, los detenidos siempre son choferes, peones de carga y descarga, y algunos distribuidores que terminan imputados por asociación para delinquir y contrabando. Expuestos ante la Justicia, no delatan al resto de la organización por temor, lealtad o incluso desconocimiento, porque la estructura suele ser muy compartimentada.

Fuentes de la investigación confiesan cierta frustración porque no se logra llegar a la cima de la pirámide, donde se encuentran “los capitalistas de cuello blanco” que financian estas maniobras.

Otras fuentes que participaron del último procedimiento señalaron a El País que se presume que en Uruguay el negocio ilícito de cigarrillos podría estar manejado por una sola organización, integrada por muy pocas personas, que compra con frecuencia los cargamentos en Paraguay y financia su ingreso al país por la frontera con Argentina y con Brasil.

“Por el volumen de cigarrillos ilegales que están a la venta, está claro que a la cabeza de este negocio hay gente con mucho poder económico”, precisó.

No se ha detectado que las rutas de contrabando de cigarrillos en Uruguay sean utilizadas también para drogas o armas, como ocurre en otros países. “Siempre se les incautan cigarrillos y nada más”, enfatizó.

No llegar a quienes lucran con el negocio impide activar la investigación por lavado de activos. El asesor de la Secretaría Antilavado, Ricardo Gil, dijo que el contrabando de cigarrillos es un tema de preocupación y que desde la oficina está a disposición toda la asistencia que la Justicia necesite para comenzar a seguir esta línea de trabajo, de la que hasta el momento no hay antecedentes en el país.

Incautación de cigarrillos de contrabando
Incautación de cigarrillos de contrabando.
Foto: ADUANAURU

Meses de trabajo

El exitoso operativo que hace una semana terminó con la incautación de 2.000.000 de unidades de cigarrillos, tres camiones, una camioneta y un auto fue el resultado de más de tres meses de trabajo y de la acción coordinada entre la Dirección Nacional de Aduanas, la Policía Nacional, la Fuerza Aérea Uruguaya y el Ministerio de Transporte, bajo la conducción de la fiscal de Delitos Económicos y Complejos, Sandra Fleitas.

La investigación demandó el uso de drones de la Fuerza Aérea para observación y seguimiento, escuchas telefónicas, interceptación electrónica y vigilancia policial.

Un primer contrabando de 1.800.000 cigarrillos, detenido en los primeros días de julio, camuflado en un camión de transporte con maíz y conducido por un paraguayo, se convirtió en la punta de la madeja. Días después cayó una camioneta que trasladaba 300.000 unidades de cigarrillos desde Salto a Montevideo.

Tres meses después, el seguimiento de las pistas obtenidas permitió capturar al amanecer, in fraganti, en un depósito de acopio en Paso de la Arena, a varias personas que retiraban la mercadería ilegal que horas antes había sido ingresada por Salto en dos camiones de transporte internacional, también bajo la fachada de una importación de maíz.

En total, las incautaciones de todos los procedimientos superaron los US$ 1,7 millones.

A fines de setiembre, la Gendarmería argentina detuvo en el Chaco un camión con 5.000.000 de cigarrillos escondidos entre caños metálicos provenientes de Paraguay y que tenían como destino Montevideo.

Quince días antes, en Rivera, se detuvo un camión con leña procedente de Brasil que escondía 2.183.200 cigarrillos paraguayos marca 51, valuados en más de US$ 600.000.

Es decir, llegan a través de Argentina y de Brasil, en todo momento y con cargas millonarias. ¿Por cada camión detectado, cuántos pasan? No hay una estimación, porque no se coincide en cuanto al tamaño de este fenómeno.

Puerto de Montevideo
Vista aérea de la zona portuaria de Montevideo, donde se ve el edificio de la Dirección Nacional de Aduanas.
Foto: Fernando Ponzetto

El negocio

A nivel oficial hay preocupación por el crecimiento de este mercado ilegal, aunque no se comparte la visión alarmante que expresan informes del sector privado.

La Asociación de Distribuidores de Tabaco y Cigarrillos (Aditaci) sostiene que, en promedio por día, ingresan al país 180.000 cajillas de cigarrillos de contrabando y que el negocio, una vez puesto a la venta al por menor, ronda los US$ 150 millones al año (ver recuadro).

El gobierno no comparte estos números. Laura Llambí, coordinadora del Programa Nacional de Control de Tabaco, dijo a El País que el comercio ilegal de tabaco “socava” las políticas de control que desde 2008 han puesto a Uruguay a la vanguardia en el mundo.

“Se trata de cigarrillos que se venden a menor precio, no tienen empaquetado neutro y le hacen perder al Estado millones en recaudación fiscal. Nos preocupa esta situación y estamos trabajando”, indicó.

No obstante, aclaró que el gobierno toma por válidos estudios académicos libres de conflictos de interés, que ofrecen cifras menores a las que surgen de trabajos vinculados a la industria tabacalera.

En 2018, los cigarrillos ilegales representaban el 12% del consumo total a nivel nacional.

Cajillas de cigarrillos incautadas por Caminera.
Cajillas de cigarrillos incautadas por Policía Caminera.
Foto: Policía Caminera.

Un estudio académico realizado el año pasado identificó en 20% el consumo en Montevideo y el área metropolitana.

“Para nosotros esta es la cifra oficial. Circula una cifra que sitúa en 50% el consumo ilegal de cigarrillos, pero esto también se utiliza como argumento o narrativa para defender una baja de impuestos, de modo que lo legal compita con el contrabando y se flexibilicen así las medidas que el país ha tomado para combatir el tabaquismo”, explicó.

“Desde el Ministerio de Salud identificamos al contrabando como un problema y lo atacamos en coordinación con otras reparticiones del gobierno, pero de ninguna manera esa acción va a ir en desmedro de lo que el país ha acumulado en políticas antitabaco”, afirmó Llambí.

La funcionaria también destacó que del mencionado estudio académico surge que la mitad de los cigarrillos de contrabando se venden en comercios legalmente establecidos.

El MSP realiza fiscalizaciones, interviene la mercadería y aplica multas cuando constata que se violan las disposiciones vigentes, por ejemplo, en materia de empaquetado neutro.

DGI
Fachada del edificio sede de la Dirección General de Impositiva.
Foto: Estefanía Leal

Paraguay inunda de paquetes la región

Paraguay produce más del doble de los cigarrillos que consume. Sin embargo, la principal tabacalera, Tabesa S.A. (Tabacalera del Este) -perteneciente al grupo del expresidente paraguayo Horacio Cartes- no realizó exportaciones en 2024. Tabesa es la productora de Gift, la marca que más aparece en los cargamentos ilegales incautados en nuestro país.

Un dato llamativo publicado por la prensa paraguaya indica que, entre 2015 y 2022, el 84% de las exportaciones de cigarrillos de Tabesa tuvieron como destino Aruba y Uruguay, aunque sus productos están presentes en todo el continente. En 2023, Cartes y Tabesa fueron sancionados por Estados Unidos por su vinculación con actividades de corrupción, pero recientemente la administración Trump levantó las medidas.

El experto paraguayo en criminología y política de seguridad Juan Martens dijo a El País que “la producción de cigarrillos involucra a grandes comunidades de campesinos y no está pensada para el consumo interno. Se produce para otros países. El sistema de producción de tabaco y cigarrillos tiene una gran narrativa de compromiso social y paga muchos impuestos. Es legal dentro de fronteras, por lo que los productores se desentienden de lo que ocurre luego de vender el tabaco a la industria”.

Martens precisó además que la mayor parte del cigarrillo de contrabando utiliza las mismas rutas que la cocaína y la marihuana, y que en algunos casos son las mismas organizaciones las que se dedican a uno y otro rubro.

Gustavo Márquez, miembro de la Asociación de Distribuidores de Tabaco y Cigarrillos.
Gustavo Márquez, miembro de la Asociación de Distribuidores de Tabaco y Cigarrillos.
Asociación de Distribuidores de Tabaco y Cigarrillos

Exigen al gobierno que haya más control

La Asociación de Distribuidores de Tabaco y Cigarrillos (Aditaci) reclama al gobierno que intensifique las medidas destinadas a retirar del mercado la mercadería de contrabando y que perjudica sus intereses.

El pasado jueves, una delegación de Aditaci se reunió con autoridades de la Dirección General Impositiva (DGI) para solicitarles que aumenten la frecuencia de las inspecciones con los comercios legalmente establecidos que comercializan los cigarrillos de contrabando.

Gustavo Márquez, integrante de Aditaci, aseguró a El País que en algún momento hubo inspecciones masivas que dieron muy buenos resultados y que es necesario que se mantenga esa presión.

“Hay que hacerlas a diario. El contrabando es enorme en este país y no se ha tomado dimensión del daño que causa. Hay bocas de venta de cigarrillo ilegal en todos lados, ya nadie se preocupa en esconderlo, se hace a los ojos de todo el mundo. Felicitamos a las autoridades por los operativos exitosos que han realizado, pero esto hay que perseguirlo día a día”, indicó. Aditaci se ha tenidos reuniones con Presidencia de la República, el Ministerio de Economía y Finanzas, La Fiscalía, el Parlamento y otras autoridades para plantear esta visión y el reclamo por subir la intensidad de los controles.

De acuerdo a sus cifras, en promedio cada día entran al país 180.000 cajas de cigarrillos paraguayos, y el el negocio total cuando termina de venderse al público representa U$S 146 millones.

“Nuestros números son realistas. Cada embarque que se agarra es un día de consumo. Tendría que caer todos los días un camión para terminar con esto. Sabemos que hay autoridades que no creen en nuestras cifras pero nosotros estamos en la calle, lo vemos, y tenemos encuestas y estudios serios. Ni la DGI ni el Ministerio de Salud Pública tienen suficientes equipos para inspeccionar y retirar todo esto del mercado. El cigarrillo que ingresa de contrabando lo venden a $ 90 cuando el legal sale $ 220”, sostuvo Márquez, que concluyó: “Esta es una forma de hacer la trampa a las políticas antitabaco que tiene el país”.

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