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Con posiciones enfrentadas, el FA discute “reglas de juego” de la libertad de acción fijada para el plebiscito del Pit-Cnt

La posibilidad de realizar campaña y militar dentro de los comités de base obliga a la izquierda a tomar decisiones.

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Frente Amplio
Frente Amplio.
Foto: Gianni Schiaffarino

Qué hacer si alguien se acerca a un local con la intención de firmar. Qué pasa si pide una papeleta. ¿Se le facilita su acceso o se le da una cortés negativa? Estas son algunas de las dudas que militantes del Frente Amplio mantienen y que una comisión especial procurará resolver, definiendo con precisión los alcances de la libertad de acción que la coalición de izquierda determinó -y ratificará en un plenario el 14 de octubre, en torno a la reforma del sistema de jubilaciones y pensiones planteada, vía plebiscito, por el Pit-Cnt.

La disyuntiva es, en el contexto de esa libertad de acción, qué se puede hacer y qué no en la “casa común”, en referencia a la sede central, pero sobre todo en los comités de base, que son los que aparecen en el centro de la discusión.

“Se trata de fijar reglas de juego”, le dijo ayer a El País el presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, que espera tener un documento de acuerdo que emane de esa comisión especial para analizar en la Mesa Política del próximo lunes. Para eso, dijo confiar en el “sentido común” de sus compañeros.

Pereira ratificó la postura de ir por un “diálogo social” para reformar el sistema a partir de 2025, si la izquierda recupera el gobierno, aunque optó por apelar a los factores que unen al FA: su rechazo a la reforma implementada por este gobierno, que una nueva reforma debe abarcar también factores de protección social, y que hay que diseñar un financiamiento más justo que el actual para el sistema.

Los sectores que rechazan el camino planteado por el Pit-Cnt abogarán por una “estricta neutralidad” de esos espacios comunes y pedirán que la campaña que desarrollen los grupos que sí lo apoyan se limiten a sus propios ámbitos. En esa postura está, por ejemplo, el Movimiento de Participación Popular (MPP), firme partidario de que el FA no se involucrara en la campaña. “El comité es la representación de todo el Frente Amplio”, dijo a El País el diputado Sebastián Valdomir, de ese sector, que se reunirá hoy para debatir el tema.

Pero una postura similar manejan los que respaldan la precandidatura de Mario Bergara, que remarcó su posición ayer en una actividad organizada por la Asociación de Promotores Privados de la Construcción (Appcu) y auspiciada por El País. El precandidato dijo aspirar a que el FA defina qué implica la libertad de acción, pero también a que deje en claro que “no acompaña” el camino elegido por el Pit-Cnt. Por lo pronto, ningún sector opositor al plebiscito está dispuesto a realizar una campaña activa en contra de la reforma planteada por la central de trabajadores.

El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Socialista analizará la situación hoy, con una premisa clara: saldrá a “militar”en favor del plebiscito. También creen que la libertad de acción no debe “limitarse” y que, por lo tanto, los sectores que respalden la reforma deben poder difundir su campaña y exhortar a firmar, eventualmente, en los comités de base.

En ese partido se apela que los comités son de “todos” los frenteamplistas, especialmente los no sectorizados, que “tienen derecho a juntar firmas”. Una prohibición en ese sentido, dicen, perjudicaría a “la mitad de los frenteamplistas” que, justamente, se nuclean en esos ámbitos.

El Partido Comunista, por su parte, tomará una doble definición este domingo. Por un lado, ratificará si apoya o no la reforma promovida por el Pit-Cnt. Por otro, fijará su postura en cuanto a la libertad de acción planteada en la coalición. Su secretario general, Juan Castillo, está en una posición compleja: al mismo tiempo que conduce al partido en esa definición, es uno de los presidentes de otra comisión que el FA formó para definir el temario de ese “diálogo social”. En conversación con El País, Castillo sostuvo que los esfuerzos tienen que estar dirigidos a elegir un camino que permita “no violentar” a ningún frenteamplista, sea cual sea su posición.

“Como frenteamplista, voy a acatar lo que el FA decida, se limitó a expresar por su parte la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, al ser consultada ayer en rueda de prensa. La jefa comunal aclaró que, hasta que la coalición no procese una definición, solo está dispuesta a decir eso. “Creo que es el mejor aporte que puedo hacer”, remarcó Cosse, con un llamado a “cuidar la unidad” en la izquierda.

Para una segunda etapa quedará otro tipo de análisis: qué hacer si, confirmado el plebiscito, un sector quiere repartir sus listas junto a la papeleta o distribuirlas en el mismo sobre en un local del FA. Se trata de un detalle significativo, habida cuenta de la importancia que políticamente se le atribuye al “ensobrado” en el éxito o el fracaso de las consultas populares.

Además

El artículo 24 del Estatuto

La libertad de acción en el Frente Amplio tiene que ser autorizada, previa solicitud fundamentada, por acuerdo de cuatro quintos de los componentes del Plenario Nacional. Esto equivale a 142 voluntades. Así está indicado en el estatuto vigente de la coalición de izquierda. En su artículo 24, se aclara que dicha libertad de acción solo podrá ser concedida siempre y cuando esté referida a un tema que “no violente los principios del Frente Amplio”, consagrados en el mismo estatuto. Tampoco en los casos en que la aplicación de esa libertad de acción “provoque consecuencias contradictorias en la puesta en práctica de las decisiones tomadas por la mayoría”.

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