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¿Por qué no se arma una mesa de diálogo entre los líderes de la coalición?

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Luis Lacalle Pou junto a los otros integrantes de la "coalición multicolor" este sábado. Foto: Gerardo Pérez

GOBIERNO

Colorados y cabildantes la piden, el Partido Independiente no la quiere y hay diferendo en la fuerza de Edgardo Novick.

La última vez que los líderes de la coalición multicolor se sentaron todos juntos alrededor de la misma mesa fue el 22 de enero, unos cuantos días antes de que el presidente Luis Lacalle Pou se colocara la banda presidencial. En esa instancia fue que se presentó el borrador de la Ley de Urgente Consideración (LUC).

Los que estuvieron en esa ocasión, además de Lacalle Pou, fueron Ernesto Talvi (Partido Colorado), Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto), Pablo Mieres (Partido Independiente) y Edgardo Novick (Partido de la Gente). Si hoy se conformara una instancia de diálogo conjunto, como varios de los aliados del presidente están pidiendo, el primer problema se suscitaría a la hora de elegir cuáles serían los representantes que deberían ocupar cada silla.

Durante la campaña electoral el mandatario fue cuestionado varias veces sobre cómo iba a hacer para manejar una coalición tan policromática, en la que los diferentes partidos ya habían tenido públicos enfrentamientos: Mieres dijo que nunca iba a hacer un acuerdo con Manini, Talvi expresó que estaba a distancias “oceánicas” del exmilitar, Novick le pidió al excanciller que fuera más humilde, y el cabildante, en el mismo sentido, que no fuera tan soberbio. Dentro del Partido Colorado, además, los chisporroteos entre Talvi y Julio María Sanguinetti se habían hecho sentir bastante antes de las internas -después hubo una corta luna de miel durante la campaña, que culminó con una crisis irreconciliable.

Lacalle Pou contestaba a las inquietudes de los periodistas con una metáfora bien clara para quienes saben jugar al truco: “pico a pico y después redondilla”. Esto fue entendido como que primero se daría el diálogo mano a mano con cada líder de la coalición, y después la conversación conjunta entre todos sus miembros, pero esto último nunca llegó a concretarse. Jerarcas de Torre Ejecutiva advierten que “la redondilla”, en realidad, es algo que se está dando constantemente, aunque no entre los líderes sino a otros niveles, como en la Cámara de Diputados o en la de Senadores, donde la conversación ha sido constante, primero para lograr que saliese adelante la LUC y ahora con el Presupuesto.

Colorados.

Este intercambio a nivel legislativo no conforma a varios socios de la coalición. El expresidente Sanguinetti, líder de Batllistas, ya ha advertido que la instalación de una mesa de negociación se torna imprescindible. En Ciudadanos, el sector que más votos sacó en la anterior elección, la opinión es la misma. Sin embargo, existe un problema. En el “pico a pico” Lacalle Pou habla por un lado con Sanguinetti, que además es el secretario general de su partido, y por otro con el ministro de Ambiente, Adrián Peña, su interlocutor en Ciudadanos desde que Talvi renunció a la política. ¿Quién de ellos dos se sentaría a esa mesa?

Fuentes de Batllistas advierten que en ese caso tendrían que ir los dos, por lo tanto no serían cinco sillas, sino seis. Ope Pasquet, de Ciudadanos, señala que podrían ir los dos, pero advierte que si esto no es posible la prioridad la tiene Peña, por ser el referente del sector colorado con más sufragios.

Desde la Torre Ejecutiva, en tanto, precisan dos cosas: que por ahora no tienen pensado armar una mesa de negociación y que uno de los problemas para instaurarla es justamente ese: “Hay partidos que no se ponen de acuerdo sobre quién debería representarlos”.

Cabildo.

“La orquesta desafina a veces”, resume Manini sobre la marcha de la coalición. Al líder de Cabildo Abierto le preocupa la falta de un mensaje claro por parte de los socios y considera que si existiera un ámbito de discusión entre los partidos, algunas propuestas podrían comunicarse a la población con otro nivel de consenso, evitando ruidos a la interna del gobierno.

Lacalle Pou integraría esta mesa porque “sin él no tiene sentido”, explica Manini a El País. “¿Qué vamos a decidir si no está él?”, se pregunta, pero aclara que “seguramente” haya alguien más del Partido Nacional. El presidente le dijo al líder de Cabildo, según él consigna, que la mesa “es un tema de tiempo, pero se va a hacer”.

Manini alerta que hay otras cuestiones que no están claras: si será una mesa con cierta institucionalidad, o un ámbito informal de coordinación entre los socios (o entre algunos de los socios).

Una posibilidad que manejan algunos cabildantes es que, en lugar de tratarse de una mesa de cinco, sea un encuentro de tres o cuatro, lo que obligaría a reformular las alianzas.

De la gente.

En cuanto al Partido de la Gente, Lacalle Pou habla con mayor frecuencia con su único legislador, Daniel Peña, que con el fundador y excandidato a presidente, Edgardo Novick, quien representó a esta fuerza durante la campaña electoral hacia el balotaje e incluso en algunas instancias institucionales, como cuando recibió en su casa el 2 de agosto al entonces flamante canciller, Francisco Bustillo, y a la prensa.

En tanto, ambos referentes del partido no se ponen de acuerdo en cuanto a quién debería integrar un ámbito de diálogo entre líderes (ver aparte).

Independiente.

Cuando al ministro de Trabajo, Mieres, se le habla sobre este tema es enfático: “La coalición ha funcionado exitosamente, ha tenido buenos ámbitos de negociación en el Parlamento y en el gabinete, y es lo que es, una coalición, no un colectivo suprapartidario”. Para el jerarca, por esto, no sería necesario generar instancias de diálogo conjunto.

“No es bueno sobrecargar ámbitos de coordinación. Esta es la posición del Partido Independiente”, prosigue Mieres.

Otros dirigentes del PI dicen que prefieren un diálogo bilateral que ir a una mesa en la que la representación de los partidos que sacaron menos votos se podría ver debilitada, puesto que una de las posibilidades que se han planteado es que el voto de cada una de las partes sea proporcional a la cantidad de sufragios que obtuvo en octubre.

Desde Ciudadanos, Pasquet advierte que si se quiere mantener viva la coalición el mejor camino es el de la instauración de la mentada mesa: “Esto ha funcionado muy bien porque hay una agenda: primero fue el Compromiso por el país, luego la LUC, ahora el Presupuesto y lo que queda es la reforma de la seguridad social. Pero después, cuando estos pactos se hayan cumplido, hay que seguir gobernando, y que los líderes se pongan de acuerdo va a ser importante para la salud de la coalición”, dijo.

¿Quién es el líder del Partido de la Gente?

Tanto Daniel Peña como Edgardo Novick pretenden sentarse en la mesa de la coalición, pero está claro que no hay lugar para los dos. Quien fuera candidato a presidente dijo a El País que este ámbito es “muy necesario, fundamental (...) No se olviden que yo fui el primero que siempre hablé de la concertación y que estén unidos todos los partidos. Para hacer una buena concertación o coalición multicolor, como le quieran llamar, es necesario darle un formato y hacer reuniones periódicas para tratar todos los temas”, sostuvo el empresario.

Novick dijo que hace muchos meses lo habló con Lacalle Pou, quien quedó de organizarlo, pero que “últimamente” no ha tenido diálogo con el mandatario, aunque lo considera “natural y entendible, porque se están ocupando de muchas cosas y lo están haciendo muy bien”.

“Si tanto se ha hablado y se han mostrado los cinco programas de los cinco partidos, es hora de que lo pongamos en funcionamiento”, insistió Novick, quien dejó claro que se considera el indicado para integrar esa mesa en representación del Partido de la Gente. “Yo estoy para colaborar. Tengo el tiempo y soy el presidente del partido”, agregó.

El único legislador del partido que fundó Novick tiene otro punto de vista y considera que debe ser él quien integre esa mesa o ámbito, aunque coincide en la necesidad de avanzar en el tema. “Yo creo que tendría que existir la decisión de que la coalición funcione como coalición, formalmente”, dijo Peña a El País. “Si la decisión está tomada de que esto será un instrumento, tiene que funcionar con organización. La diferencia está en entender esto como una coalición o como que fue un acuerdo electoral para esta elección, y que se reverá en la próxima”, explicó Peña, quien considera que por ahora se trata de “un acuerdo electoral y punto”.

El diputado advierte que el Partido de la Gente debe estar representado por “quien defina el Partido de la Gente”. El legislador recordó que “hubo una elección interna que dejó bien claro dónde están las mayorías”. Peña recuerda que en la interna logró reunir el 80% de los votos del partido y que en setiembre de este año la única expresión del Partido de la Gente a nivel municipal fue “la que orientó Daniel Peña”.

El partido logró nueve ediles, con bancas en ocho juntas departamentales, entre otras, las de Montevideo y Canelones.

Peña sentencia que “obviamente” Novick no es el presidente del partido.

“Está bastante claro a quién responde la institucionalidad. Actualmente soy yo quien habla a nivel parlamentario y de gobierno. En estos ocho meses, en el 100% de los temas que se han negociado he participado yo, como la Ley de Urgente Consideración y el Presupuesto Nacional”, explicó el diputado, quien estuvo reunido con el presidente de la República en Torre Ejecutiva hace 20 días para analizar varios temas de actualidad política. De todas maneras, la formación del ámbito de encuentro de la coalición no estuvo presente en la última reunión.

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