Redacción El País
La diputada suplente por el sector Fuerza Renovadora del Frente Amplio Martina Casás escribió una carta para expresar cómo se ha sentido desde que denunció a su correligionario Gustavo Olmos por acoso sexual y laboral.
Casás se marchó a vivir a Ecuador para hacer una maestría y alejarse del boom mediático que tuvo la situación. Desde allí, envió una carta a la Diaria, detallando cómo fue el proceso antes, durante y después de la denuncia.
“Tomar la decisión de denunciar a alguien por acoso sexual y abuso no es fácil. Por tantas razones no es sencillo. Y sostener este proceso sin saber cuál será su resultado fue dar un salto al vacío y aún camino cada paso sin saber lo que se viene”, expresó.
“Tuve miedo porque no sabía si el círculo cercano de mi sector político me iba a creer. Tuve miedo porque sentí que no me iban a apoyar. Tuve miedo de que la situación se hiciera extremadamente pública o mediática. Tuve miedo de que mi familia sufriera y se sintieran mal. Tuve miedo de quedarme sin ingresos, porque dependo del salario que me transfiere la persona que denuncio. Tuve miedo de pasar de ser la diputada ambientalista a ser la suplente acosada. Tuve todos esos miedos y lamentablemente el tiempo me los confirmó”, lamentó la diputada.
Consultada por su carta en el programa Las cosas en su sitio (Radio Sarandí), Casás detalló cómo era su relación con Gustavo "Tato" Olmos: “Con Tato teníamos una relación de confianza y afecto. Se fueron cruzando límites con los que yo no me sentía cómoda. Yo dependía económicamente del salario que él me transfería. Lo que me intentaba transmitir no era un cariño filial sino que me veía como un objeto sexual”.
La diputada contó que la gota que derramó el vaso fue el 31 de octubre de 2023, cuando Olmos le propuso hacer un viaje solos por el interior. Allí entendió que tenía que denunciar, pero no sabía dónde: “Me di cuenta que el sector está conformado por muchísimos amigos de él, que se conocen hace 40 años, no lo sentía como un lugar seguro y tuve que acudir directamente a la presidencia de mi fuerza política”.
“A veces uno trata de naturalizar, siempre encuentra una justificación porque es muy difícil admitir que alguien a quien le tenés cariño pueda hacer ese tipo de daño. Una vez que me lo confirmó decidí denunciar. Es un camino muy difícil pero necesario”, dijo.
En su carta para la Diaria también lamentó la decisión de Fuerza Renovadora de llevar al tribunal de conducta política algo sin su aval ni su testimonio. “Porque me empujaron a lo mediático en un circo de notas en las que el acusado hablaba y se hacía el sorprendido, mientras que yo no tenía ni la fuerza para pararme del sillón. Porque vi a mi familia sufrir y seguirá sufriendo. Porque pasé a ser una nota mediática y ya nadie se acuerda de los temas de los que hablo”.
La diputada aseguró que tras la denuncia fue perdiendo todo lo construido y trabajado en el Parlamento durante los últimos cuatro años: “Me ha despojado del trabajo generado en cuatro años; si yo quisiera continuar no podría hacerlo en las mismas condiciones que tuve anteriormente. Porque a pesar de haber denunciado y tener medidas cautelares, quien siempre tuvo el poder sobre mi lugar de trabajo sigue siendo Tato Olmos. El salario lo sigue cobrando, la información la sigue teniendo, mi impotencia aumenta cada vez que lo pienso”.
“Me quitaron tantas cosas, me quitaron las ganas de estudiar, hasta por momentos las ganas de vivir, de existir en la política. Pero una vez que te quitan tanto y no nos queda nada, tampoco tenemos miedo. Me quitaron todo y por eso me tocó construir una esperanza. Y para enfrentar todo lo que se viene, por suerte, no me tocó estar sola”, expresó la diputada en su carta.
No es una operación política, asegura Casás
“Me agotan quienes no entienden que mi único deseo al denunciar era que la situación cesara definitivamente. No quiero más que me ubiquen como parte de una operación política, que me reduzcan a un número económico validado por un marco legal que protege a quienes dependemos de nuestros ingresos laborales”, apuntó la diputada.
“No sé qué haré este 2024, lo único que sé es que no quiero seguir guardando silencio, porque el silencio fortalece a los que ya tienen poder. Y mi silencio también me hace daño. No me quiero esconder por haber pasado por esta situación”, agregó.