Blancos acusan de "gastos faraónicos" y "actitudes autoritarias" a Cosse tras criticar la interna nacionalista

El senador Javier García apuntó: "Que no se preocupe del Partido Nacional, que se preocupe aunque sea una vez de administrar bien los gastos públicos”.

Carolina Cosse.
Carolina Cosse.
Foto: Darwin Borrelli.

Redacción El País
El espectáculo artístico por los 100 años del Palacio Legislativo que se pretendía realizar —pero que se suspendió tras críticas de la oposición, en especial de los blancos— encendió el enfrentamiento entre el Partido Nacional y la vicepresidenta de la República, Carolina Cosse. A los nacionalistas la frenteamplista les marcó que “no han resuelto su autocrítica (tras perder las elecciones nacionales) porque se abuchean”, a lo que los blancos respondieron con acusaciones de “autoritarismo”, “gastos faraónicos” y que se “esconde detrás de un grupo asesor”.

Todo comenzó cuando el Partido Nacional —a través del diputado Juan Martín Rodríguez— comunicó que no apoyarían una parte de los festejos de los 100 años del Palacio Legislativo, cuyo costo oscilaría los US$ 200.000 y contaria con espectáculos de varios artistas. En respuesta, Cosse —que impulsó la iniciativa— arremetió el viernes contra los blancos pero, lo que más molestó, es que hablara sobre la interna del Partido Nacional en un momento donde buscan reforzar su unidad con varios dirigentes pujando por el liderazgo.

Cosse apuntó que el Partido Nacional tiene “graves problemas internos” y recordó los“abucheos” que recibió el presidente del directorio, Álvaro Delgado, cuando quedó electo en la última convención. Y agregó: “Se abuchean entre ellos y, frente a una situación de una interna que no resuelven, vieron que a veces la mejor defensa es un buen ataque".

La vicepresidenta, además, aseguró que la propuesta del espectáculo musical —abierto al público y con artistas nacionales— perteneció a un grupo asesor de la Comisión Administrativa que organiza la celebración. En esa comisión, es que se “presentaron números estimativos" de los costos —“de buena fe”— en “ámbitos de coordinación interna”. Pero, ante la reacción de los blancos —por la que dijo estar “muy extrañada”— decidió “suspenderlo”.

Sí hizo una distinción al decir que “no todo el Partido Nacional” arremetió y destacó que hay “figuras” dentro de la fuerza política que “tienen otra actitud con el gobierno”.

En respuesta, el presidente del directorio blanco, Delgado, indicó a El País que la vicepresidenta “lo único que hace cada día es bajar el nivel de la investidura que tiene”. Además de que pidió “respeto al Partido Nacional por su trayectoria y sus 189 años de aporte a la democracia y la libertad”. A su vez, continuó el nacionalista, “es un partido que va a cuidar los dineros públicos pero, sobre todo, que se respeten las opiniones y que no se avasallen con actitudes autoritarias”.

A lo que añadió que, de la interna del Partido Nacional, “se encargan los blancos, que manejan la clave de democracia y unidad, escuchando a todas las voces”. Algo que —según Delgado, de Aire Fresco— “debe ser de las cosas que no entiende” la vicepresidenta por sus “actitudes autoritarias”. Asimismo, criticó el manejo de dinero público que ha tenido Cosse en otros cargos de su trayectoria política, e hizo mención a “festejos onerosos anteriores”, los números de la Intendencia de Montevideo y la construcción del Antel Arena.

La vicepresidenta también recibió críticas del senador Javier García, de Alianza País, quien aseguró que “no se hizo cargo de sus decisiones” y le “echó la culpa y se escondió detrás de un grupo asesor”. Para el legislador blanco, “no es digno de una autoridad, que tiene que hacerse cargo de las decisiones”, y redobló: “Que no se preocupe del Partido Nacional, que se preocupe aunque sea una vez de administrar bien los gastos públicos”.

Para García, Cosse tiene un “pensamiento autoritario, no es republicana, que la lleva a que, ante la circunstancia de que el Partido Nacional no estuvo de acuerdo con el gasto de la fiesta que estaba organizando, se puso agresiva”. Y añadió: “No puede defender lo indefendible. Ella, que es la presidenta de la Asamblea General, debería tener el recato y respeto a los partido políticos. No vamos a pedirle lo que no tiene. El pensamiento autoritario tiene esas cosas, los gastos faraónicos y la falta de respeto a quienes piensan diferente”.

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