Bergara habló sobre derrumbe en la Aduana: "La IMM no puede hacer lo que se le ocurra en propiedades privadas"

Redacción El País
El intendente de Montevideo, Mario Bergara, habló este jueves delderrumbe de un edificio abandonado en la zona de la Aduana, en Juan Lindolfo Cuesas y Guaraní, y explicó cuál es el accionar de la comuna capitalina.

"Era una vivienda que ya estaba vallada, que estaba obviamente deshabitada. A partir de denuncias hubo acciones de la intendencia para evitar riesgos humanos", señaló el titular de la Intendencia de Montevideo en rueda de prensa.

En ese sentido, fue consultado por las críticas de los vecinos, que reclamaron a la IMM que "hubo intimaciones al propietario y no se actuó a tiempo", según dijeron a Telenoche (Canal 4). "Hay que entender que son viviendas que tienen propietarios privados. La intendencia no puede ir y demoler la vivienda que se le ocurra por más denuncias que haya", aseguró Bergara.

Foto: Ignacio Sánchez/Archivo El País.

Foto: Estefanía Leal/El País.

"Lo que hay son medidas, que se habían tomado, de vallado y alerta ante la situación. Estamos acompañando desde anoche todo el proceso y el trabajo de Bomberos y Ministerio del Interior", indicó el intendente. Además, afirmó que este jueves se procede a la "limpieza en vía pública" y "culminar con la demolición definitiva" del edificio.

Por último, el jerarca sostuvo que la intendencia va "a revisar el proceso previo, ver las denuncias que hubo y qué medidas se tomaron". "Afortunadamente fue una desgracia que no tuvo perdidas humanas", concluyó.

Foto: Estefanía Leal/El País.

"Veía cómo se me venía el balcón encima"

Según reportó Telenoche (Canal 4), se trataba de un edificio que estaba "en muy mal estado". Una vecina que vive en frente al lugar dijo al noticiero que la estructura "se desgranaba". "La intendencia no nos ha dado bolilla, vienen, miran y no pasa nada, hasta que pasa", cuestionó.

La mujer relató que "a veces hay algún indigente durmiendo" en las inmediaciones, pero "por suerte en esta ocasión no, y no hay que lamentar ningún muerto".

Sobre el momento del derrumbe, comentó: "Vi cómo el balcón se hacía como un acordeón y bajaba. Corrí hasta la esquina porque veía que se me venía el balcón encima".

Foto: Estefanía Leal/El País.