Desde que comenzó el mes de noviembre, la Policía y la Fiscalía capturaron a dos de los sindicados como “cabecillas” de los grupos narcos más grandes de Uruguay. Así ocurrió el 4 de noviembre con Luis Alberto “Betito” Suárez, quien fue imputado por tenencia de drogas para no consumo, pero está siendo investigado por lavado de activos y este jueves con Luis Fernando Fernández Albín. Este último fue detenido en Buenos Aires —a pedido de la Justicia uruguaya— por su presunto vínculo con un cargamento de más de 2.000 kilos de cocaína.
Según supo El País en base a fuentes de la Policía Federal Argentina, el operativo para atraparlo en ese país comenzó los primeros días de octubre y participó la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés). Fernández Albín ingresó al país el 27 de junio de este año. Antes, sospechan las autoridades, estuvo en Bolivia.
A partir de allí, se empezaron a realizar tareas de inteligencia y detectaron que el hombre se estaba alojando en un apartamento en el barrio porteño de Flores y se desplazaba en dos vehículos diferentes, una camioneta y un auto. Uno de ellos, los guardaba en una cochera ubicada a una cuadra.
La Policía argentina montó un operativo de vigilancia de 24 horas que incluyó cámaras, dispositivos GPS y triangulación de antenas. Con su ayuda, lograron detener a Fernández Albín cerca de la cochera. En su domicilio, se incautó 8.500 dólares, 5.500 pesos argentinos, 2.700 pesos uruguayos, tres celulares, una pulsera, dos cadenas, un reloj, un pasaporte argentino, licencias de conducir, varias tarjetas de débito y crédito, una camioneta y otros documentos, informaron las autoridades argentinas en una misiva a la que accedió El País.
A su vez, en Uruguay se realizaron cuatro allanamientos en Montevideo y en Ciudad de la Costa que permitieron detener a la esposa de Fernández Albín, una empleada y el hijo de ella. Se incautaron tres vehículos marca Renault, Chevrolet y Volkswagen, varios teléfonos celulares y documentación.
En el caso de los detenidos en Uruguay, su suerte se definirá hoy, cuando la fiscal del caso, Angelita Romano, los lleve ante la Justicia y defina si pide el cese de detención o la imputación. Mientras tanto, Fernández Albín seguirá preso en Argentina mientras avanza el trámite para la extradición, que puede llevar algunas semanas.
“La senda es pegarles donde más les duele, en el dinero”
El ministro del Interior, Carlos Negro, destacó la importancia de la detención de Fernández Albín y aseguró que la investigación está vinculada al narcotráfico y el lavado de activos. “Seguimos en la senda de pegarle a las organizaciones criminales y pegarles donde más le duele, es decir, en los bienes, en el dinero”, dijo en el acto del día del policía caído en el cumplimiento del deber.
“Nosotros no estamos dando señales. Estamos dando acciones, ejerciendo la autoridad, ejerciendo la función de la policía, pegándole a los criminales y a las organizaciones criminales. La respuesta de los criminales y la reacción de los criminales estamos acá para esperarla y para atenderla”, complementó.
Por su parte, la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, publicó en su cuenta de X: “El conocido narco oriental que cruzó el charco y fue detenido en Flores. El chiste se cuenta solo”, ironizó. “Luis Fernando Fernández Albín, ligado al mafioso Sebastián Marset, tenía pedido de captura y está sospechado de participar en el atentado contra la fiscal antidrogas Ferrero. Meses de investigación, sin margen de error. Criminal detenido (...) A este narco oriental, todo el peso de la Ley”, agregó.
En la misma red social se expresó el exministro Nicolás Martinelli, quien aseguró que estas operaciones antidrogas comenzaron en su administración y valoró: "Nos alegra que la gestión actual del Ministerio del Interior pueda cerrar operaciones que comenzaron en el período anterior. Ese es el rumbo que el país necesita: políticas de Estado que garanticen continuidad en el combate al crimen organizado”.
El cargamento por el que fue detenido y el atentado a Ferrero
Enterrados en un galpón de una modesta chacra en Punta Espinillo, la Policía encontró 2.200 kilogramos de cocaína que sería enviada a Europa. Por su presunta participación en el hecho, la Justicia imputó a cinco personas. Esto ocurrió el 4 de agosto y, ya desde ese momento, estaba en la mira tanto Fernández Albín como el narco uruguayo Sebastián Marset. Para las autoridades, ellos están asociados.
Había tres tipos de estampa. Una con un símbolo musical, otra con el logo de la marca de lujo, Hermés, y otra con letras chinas, que significaban "Hong Kong". La estampa con la marca se ha encontrado en envoltorios de cocaína en países como Brasil, Ecuador y Honduras.
A fines de setiembre ocurrió un hecho inédito en Uruguay, personas atentaron contra la fiscal Mónica Ferrero en la madrugada de un domingo. Lanzaron una granada al fondo de su casa. En una conferencia de prensa llevada adelante ese mismo día, el ministro del Interior, Carlos Negro, recordó que en el país se estaban llevando adelante operaciones antidrogas grandes, como lo fue la de Punta Espinillo.
En ese sentido, fuentes policiales apuntaron a Fernández Albín y a Sebastián Marset como sospechosos del ataque a la fiscal Ferrero. El primero fue condenado por su participación en el atentado a la oficina del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) ocurrido en 2024, cuando dos personas pasaron en moto, balearon el lugar y dejaron una nota: “Mendoza, los presos se respetan”, refiriéndose al entonces director del instituto, Luis Mendoza.
En los días previos, Fernández Albín había sido trasladado a la cárcel de máxima seguridad, pese a que le quedaban pocos días para cumplir su condena. Luego, estando en libertad, fue allanado en su casa en un barrio privado en el marco de una investigación por homicidio por el que luego se imputó a su hermano (ver aparte) y se le encontró un arma de fuego. En marzo de este año, fue condenado por ambos hechos a una pena de meses de prisión y fue liberado.
La detención de "Betito" Suárez
A comienzos de este mes, la Policía llevó adelante 15 allanamientos en el marco de un operativo antidrogas. Una de las viviendas objetivo era la de Luis Alberto "Betito" Suárez, un hombre con antecedentes con narcotráfico al que la Policía sindica como líder de uno de los grupos más grandes del país, asociado con Los Albín. Él tenía consigo nueve gramos de tussi (cocaína rosa). Fue imputado por un delito menor, como es tenencia de drogas para no consumo, pero la apuesta de las autoridades es profundizar en una investigación que tiene como objetivo sus negocios a gran escala y el lavado de dinero por sus bienes. Fue enviado a prisión.
Operaciones contra los Fernández Albín
La banda liderada por los hermanos Fernández Albín es uno de los principales objetivos de la Policía desde hace ya varios años. La Operación Faro, realizada el 20 de setiembre del año pasado, consiguió incautar 692 kilos de cocaína en Ciudad del Plata, mismo lugar donde un mes y medio después la Operación Libia llegó a 918 kilos de la misma droga.
En noviembre, otros operativos consiguieron la incautación de 1.100 kilos de pasta base listos para ser cargados a un barco en altamar. Este episodio sorprendió a las autoridades debido a que no era frecuente la exportación de esta droga a países de Europa.
Según dijeron fuentes de la Policía a El País, estos cargamentos estaban siendo almacenados en Uruguay por la banda de los Albín con el objetivo de ser exportados. Es que el acopio de droga sería una de las principales actividades de este grupo. Luis Fernando es señalado de tener vínculo con el narcotraficante uruguayo con pedido de captura por parte de Estados Unidos, Sebastián Marset. Si bien hasta el momento no fue probado ante la Justicia, es dado como un hecho por parte de los investigadores policiales.
Además de funcionar como un brazo ejecutor y brindar logística para grupos internacionales, la banda opera a nivel local, donde tiene alianzas para lograr sus cometidos. Una de sus vinculaciones es con el conocido delincuente Luis "Betito" Suárez, quien fue imputado recientemente y se encuentra cumpliendo prisión preventiva.
Según definieron los informantes, ambos combinan sus conocimientos sobre el mundo criminal para llevar adelante sus negocios. Se presume que el grupo de los Suárez es el brazo "armado y más violento", mientras que la otra banda estaría más vinculada a la parte financiera.
Pero Luis no es el único Fernández Albín que está bajo la lupa policial. Sus hermanos Víctor (alias Vitito) y Diego ya se encuentran recluidos por distintos casos. El primero, mayor de los tres, es catalogado como el más violento y se encuentra cumpliendo con una pena de 22 años por un homicidio. Recientemente volvió a ser imputado. Es que según indicios a los que llegó la Fiscalía de Homicidios de 2do Turno, habría sido el autor intelectual de una balacera contra el lider de Los Colorados (banda rival) ocurrida en la rambla de Buceo.
Por otra parte, Diego se encuentra preso en la Unidad 25 del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR). Cayó en octubre de 2024 como consecuencia de uno de los grandes operativos en contra del grupo. Según dijeron fuentes del caso a El País, un descuido suyo (perder la cédula) fue clave para involucrarlo en la escena.
Una vida delictiva desde los 10 años
Luis Fernando Fernández Albín pasó en pocos meses de ser un desconocido para la opinión pública a ser uno de los nombres (y apellidos) más repetidos al hablar de narcotráfico. El hombre de 38 años, nacido en Argentina, tomó contacto con la vida delictiva desde muy pequeño. A los 10 años registró su primera anotación por un hurto. Luego, desórdenes y rapiñas lo llevaron al entonces Iname.
En noviembre de 2007 lo detuvieron con cantidades de droga que no eran consideradas para consumo personal, aunque no ingresó a prisión. Luego fue enviado a prisión en 2009 por tráfico de estupefacientes, tras vincularlo con un cargamento que iba a ser vendido al exterior.
Su "carrera" como delincuente continuó ascendiendo y la cárcel lo potenció. El contacto con otros delincuentes le brindó conocimiento para hacer crecer su propia banda, la que incluso llegó a manejar estando preso.
Permaneció casi 15 años ininterrumpidos en la cárcel, salvando algunos períodos breves en los que estuvo libre. En uno de esos momentos, viajó con a Brasil con documentos falsos. Presumen que allí estrechó lazos con integrantes del Primer Comando de la Capital (PCC), la organización criminal más grande del país.
Entre 2013 y 2014 se le juntaron dos causas: una por tráfico ilícito de drogas y otra por uso de documentos falsos. Por esos delitos debía cumplir tiempo en cárcel hasta 2023, pero, desde su celda en el Penal de Libertad, ordenó una entrega de droga y recibió por ello una nueva condena.
Pero Luis no es el único Fernández Albín que está bajo la lupa policial. Sus hermano Víctor, mayor de los tres, se encuentra cumpliendo con una pena de 22 años por un homicidio. Recientemente volvió a ser imputado por haber “instado” a cometer la balacera contra el líder de Los Colorados (banda rival) ocurrida en la rambla de Buceo en febrero de este año.
Por otra parte, Diego se encuentra preso en la cárcel de máxima seguridad por haber sido vinculado en un gran operativo de narcotráfico.