Un joven funcionario de la Guardia Republicana, que prestaba servicios en el cuartel de Salto, falleció el pasado viernes por la tarde tras sufrir un paro cardiorrespiratorio mientras jugaba un partido de fútbol en su tiempo libre junto a otros compañeros.
El hecho ocurrió en la cancha ubicada cerca del cuartel de esa unidad policial, en la zona de la represa de Salto Grande.
En ese lugar, en 2019, el entonces ministro del Interior —ya fallecido— Eduardo Bonomi, firmó un acuerdo con las autoridades de la central hidroeléctrica para instalar allí un cuartel regional de la Guardia Republicana, aprovechando un espacio ocioso de la represa.
Actualmente, en ese destacamento trabajan unos 150 efectivos provenientes de distintos departamentos del país, que brindan apoyo a las jefaturas de policía departamentales.
Los funcionarios permanecen varios días en el lugar, donde duermen, antes de regresar a sus hogares.
El viernes por la tarde, durante un partido de fútbol organizado en el marco de la celebración del aniversario del destacamento, uno de los efectivos —Diego Germán Sanguinet, de 29 años, oriundo de Paso de los Toros, departamento de Tacuarembó— sufrió una descompensación producto de un infarto. Fue trasladado al Hospital de Salto, donde falleció poco después.
El hecho generó una profunda conmoción entre sus compañeros, quienes acompañaron a la familia del funcionario, llegada desde la ciudad de Durazno, donde él residía. Sanguinet estaba próximo a convertirse en padre, según indicaron fuentes policiales.