Un joven de 24 años fue extraditado desde Brasil para ser condenado por un homicidio cometido en mayo de 2022 en Maldonado. Antes de ser trasladado a Uruguay, estaba cumpliendo pena en el país vecino por delitos de narcotráfico.
El asesinato tuvo lugar el 7 mayo de 2022, cuando el joven llegó acompañado de otro hombre a una vivienda ubicada en la calle Juan Manuel Blanes, del barrio La Capuera. Allí discutió con otros dos hombres por drogas, y en el medio de esto tomó un arma y efectuó varios disparos. Luego del ataque, tanto él como su acompañante huyeron.
Esa misma noche, el 911 fue alertado de los disparos, por lo que la Policía acudió al lugar y se encontró con los dos moradores heridos de bala. Uno de ellos, de 55 años, falleció, mientras que el otro de 47 fue trasladado grave a un centro asistencial y consiguió sobrevivir.
Además del hombre fallecido, el herido, y distintos "indicios balísticos" que fueron claves para el desarrollo de la investigación, la Policía encontró en la casa grandes cantidades de distintas drogas. En total fueron 8.820 kilos de cocaína, 2.486 sellos de LSD, 567 gramos de marihuana y 63 gramos de cristales de MDMA.
Es que el conflicto se habría originado por un robo de droga a la banda a la que pertenecían los agresores. "En esos casos suele haber venganza. Son varios miles de dólares en droga", dijeron a El País fuentes policiales.
La investigación
El caso estuvo en manos del fiscal de Maldonado de 1er Turno, Sebastián Robles, quien luego de analizar los indicios que recabó la Policía en la escena del crimen, así como cámaras de videovigilancia y distintos testimonios, logró identificar al cómplice, que fue detenido y condenado a dos años y ocho meses de prisión.
El asesino, en tanto, si bien fue buscado en Uruguay, se obtuvo la información de que había escapado hacia Brasil. En abril de 2023 el Juzgado de Maldonado pidió a Interpol que emitiera una alerta roja.
En las últimas semanas se reportó a la Policía uruguaya desde el país vecino que el joven se encontraba en la ciudad de São Paulo, cumpliendo una pena por delitos vinculados con estupefacientes.
El pasado 15 de setiembre, un equipo del Departamento de Capturas Internacionales de Interpol viajó a Brasil, y dos días después el asesino ya había arribado a Uruguay, siendo recibido en el Aeropuerto Internacional de Carrasco por personal del Departamento de Hechos Complejos.
Finalmente fue condenado a cumplir con 10 años y 6 meses de prisión por los delitos de homicidio y lesiones graves. Ya contaba con un antecedente por violencia privada agravada, por el que también había estado en prisión.
Si bien el hombre contaba con los medios para escapar hacia Brasil y formaba parte de una banda criminal, fuentes policiales dijeron a El País que no se trataba de uno de los cabecillas.
"Fue enviado para vengarse. Los cabecillas no se manchan las manos", dijeron los informantes, y agregaron que "en el código de los delincuentes no hay traición porque la traición es muerte", haciendo referencia a que los condenados no quisieron brindar información.