ANDRÉS LÓPEZ REILLY
Montevideo tiene 36 prostíbulos habilitados por la Intendencia, la mayoría de los cuales son regenteados por mujeres empresarias. La principal concentración de estos negocios se encuentra en el Municipio "B", que abarca barrios como Ciudad Vieja, Centro, Cordón y Tres Cruces.
De 2005 a la fecha, la Intendencia entregó 50 permisos a prostíbulos, 14 de los cuales se encuentran hoy cerrados, en muchos casos por resoluciones municipales, según información a la que accedió El País.
En el Municipio "B" hay 15 prostíbulos (44%), en el "C" (que reúne barrios como Capurro y Belvedere) hay 4 locales (12%) y en el "E" (Carrasco, Malvín, Punta Gorda, etc.) otros 4 (12%). En tanto, los restantes se ubican en el Municipio "CH" (8%), Municipio "A" (4%) y Municipio "D" (2%). Según los registros municipales, no hay prostíbulos habilitados en los municipios "F" y "G".
De acuerdo a la nómina, en general los propietarios se encuentran al frente de un único negocio. Uno de ellos está vinculado a una de las figuras de la música tropical uruguaya.
Este tipo de comercios reciben sanciones frecuentes de parte de la comuna, en general por problemas edilicios, aires acondicionados mal colocados o falta de habilitaciones de Bomberos.
PERMISOS. La Intendencia permite el funcionamiento de los prostíbulos siempre y cuando éstos se ajusten a determinadas disposiciones. Por ejemplo, no pueden estar a 200 metros de centros de enseñanza, templos religiosos o salas velatorias. Tampoco pueden ubicarse a menos de 50 metros de distancia (medidos por el eje de la vía pública o calles a las cuales son frentistas) de organizaciones de beneficencia, oficinas del Estado, comisarías y cuarteles; así como de establecimientos deportivos (estadios, canchas, clubes, gimnasios o similares), salas de espectáculos, teatros, cines, auditorios o similares.
Según el digesto municipal, también deben estar a más de 50 metros de locales comerciales con gran aglomeración de personas, como por ejemplo los supermercados. En el caso de las "whiskerías" y similares, tampoco pueden instalarse en fincas linderas a otras de uso residencial.
No obstante, la normativa municipal advierte que los prostíbulos y establecimientos afines instalados desde hace diez años o más, "seguirán habilitados sin que pueda constituir causal de clausura hechos supervivientes y ajenos a aquellos que pudieran obstar a su funcionamiento".