Rapados, con cortes tribales, rastas o melenas se entrecruzan los actores.
La melena de rizos que mantiene desde hace años el jugador de la selección brasileña David Luiz contrasta con la mayoría de opciones de peluquería adoptadas por integrantes de los planteles de los teams que compiten en la Copa América Centenario.
El defensa aseguró en Le Journal du Dimanche que un día comenzó a temer quedarse calvo como su padre y decidió primero no cortarse más el pelo. Después acudió a la consulta de un médico coterráneo que le ofreció un tratamiento innovador. Según el deportista le implantaron células de la cadera en el cráneo.
Muchos integrantes de los planteles que compiten en estados Unidos en este 2016 demuestran su preferencia por tendencias de la primavera-verano europea.Por ejemplo, el estilo undercut, con un buen rapado a los lados, lo cual permite un peinado hacia arriba o los costados.
El goleador peruano Paolo Guerrero mantiene algo así, con el corte a cero en los laterales y más cabello en el frontal, como para jopear mejor la pelota. Lo de Álvaro "Palito" Pereira en la celeste de Uruguay es algo más difícil de calificar.
Entró el pasado domingo a la cancha, en el debut contra México, con un corte indefinible, tipo mohicano pero con colita. No es más que otro de los looks de uno de los futbolistas que más variantes de cortes y peinados ha exhibido a lo largo del último lustro, desde la pelada total hasta rastas, trenzas, o el peinado teletubbie, el moñito empinado, que también usó otrora el "Pelado" Cáceres, este año no convocado, y Edison Cavani, ahora más afirmado en sostener una imagen charrúa, con la melena negra al viento.
Gyasi Zardes de Estados Unidos apareció con el pelo bien cortado en los costados de su cabeza y las motas teñidas de rubio en la parte superior. Enner Valencia de Ecuador, más que un peinado, tiene una especie de parche elíptico de finísimo espesor en su cabeza.
Más allá de estos casos, las variantes resultan infinitas. Podría hacerse un ránking de crestas (a veces acompañadas de líneas de pelo), de abultadas barbas, el retorno al peinado afro y las figuras tribales "grabadas" en las cabezas.
El mohawk del chileno Arturo Vidal pasa asimismo a los ejemplos que desde Europa se trasladaron a América para expandirse entre jugadores de equipos de clubes nacionales.
Ese estilo tiene mil variantes que acompañan a la cresta, como un diseño tribal que termina combinando con los tatuajes en los brazos, por lo menos cuando las camisetas son de manga corta.
En el orbe del fútbol todo esto no es más que la continuación de lo que hizo el inglés David Beckham, el más emblematico de los futbolistas que logró imponer múltiples modas de peluquería para hombres, como antes lo hicieron actores de cine o músicos.
Guitarras y películas.
Los hippies definieron una época libertaria, con abundancia de cabelleras largas que opacaban la audacia previa de los Beatles y su corte "champiñón", que daba forma de hongo a la cabeza.
El glam rock llegó más adelante, en los ´70, con David Bowie y su desafiante cabellera anaranjada, en un peinado llamado mullet, usado también por músicos del heavy metal. A mediados de esa década avanzó asimismo el punk, de la mano de la banda Sex Pistols y las pandillas urbanas. Pero, en vez de entronarse un movimiento, se consagraba la batalla entre estilos, desde las melenas hasta el afro.
Entrados los ochenta, la multiplicación de peinadores y sus tendencias se había concretado, en acuerdo con la variedad de corrientes adoptadas por nuevos protagonistas. Se sumaban ya los jugadores de fútbol y en otros ámbitos surgían los contraliberales, como ser los yuppies, alineados en valores del establishment o cultura más conservadora. Un icono de esto fue el Michael Douglas de "Wall Street", como en el otro extremo apareció Robert De Niro en "Taxi Driver", cuando en escena encarna a un personaje desquiciado, con el pelo cortado como un mohicano.
La nómina de los referentes a lo largo del tiempo fuera del ámbito deportivo puede ser extensísima. Aunque vale decir que hay épocas de retroalimentación. Ya no se termina de saber bien quién y desde que actividad contagia a otros de disciplinas distintas o a los anónimos, jóvenes y no tanto.
Con o sin pelota.
En el cine, James Dean puso de moda el look juvenil, rebelde y osado de una época. Bob Marley consagró las rastas. El cabello largo, enredado y hasta aceitado de Kurt Cobain llegó con otras características del grunge. En otro extremo, Brad Pitt, con la melena rubia natural y bien peinada también se volvió modelo.
Lo que en el presente puede ser pura estética, resultó sin embargo parte de ceremonias mágico-religiosas. En Egipto solo los sacerdotes podían raparse o dejarse largas melenas. Los cortes de cabello se hacían con lascas afiladas de piedra de sílex, y los primeros peines eran espinas de pescado, dientes de animales y ramitas.
Después llegaron los griegos, con el culto a la belleza y sus salones para cuidados del cabello de figuras prestigiosas. Los rizos, incluso para los hombres, ya estaban de moda. Más adelante, Alejandro Magno expandió las recetas para teñir el pelo pergeñadas en Oriente, cuando nadie hablaba de fútbol ni había dicho: "los muchachos de antes no usaban gomina".

CADA UNO CON SU LOOK