Por Eduardo Barreneche
Por lo menos 20 pasaportes uruguayos tramitados con partidas de nacimiento adulteradas fueron firmados en forma digital en la Dirección de Identificación Civil con las rúbricas de cónsules que no estaban en funciones, dijo a El País una fuente de la investigación.
Los pasaportes tramitados en sedes diplomáticas son luego enviados a la Dirección Nacional de Identificación Civil para su análisis y su aprobación final. Cuando el documento está listo, se coloca la firma digital del cónsul que inició el trámite. Esa firma digital la deja el diplomático en una oficina de Identificación Civil antes de partir hacia el consulado donde cumplirá funciones.
Según la fuente, en este momento se realiza un sumario para determinar cómo dos cónsules investigados, Stefano di Conza y Gustavo Piegas, firmaron en forma electrónica 20 pasaportes cuando no estaban ocupando sus cargos por estar, por ejemplo, de licencia.
Hasta el momento, la Fiscalía logró la formalización de la investigación para estos dos diplomáticos que estuvieron destinados en distintas épocas en Moscú. Son indagados por la elaboración de unos 130 pasaportes con partidas de nacimiento de uruguayos ya fallecidos o ancianos que jamás pisaron Rusia.
Con la utilización irregular de esas partidas, los ciudadanos rusos podían acogerse a la ley que otorga la ciudadanía natural a hijos y nietos de uruguayos y uruguayas. También se constató que ciudadanos ucranianos compraron pasaportes uruguayos antes de la guerra entre Kiev y Moscú.
Investigación
La maniobra comenzó en 2014 y ni la fiscal Sabrina Flores ni su equipo pudieron desentrañar aún totalmente un expediente que tiene miles de hojas. Las declaraciones de los imputados hacen que el caso se parezca a algo que podría leerse en una novela de espionaje, pero lo cierto es que aún son muchas las piezas que no logran ponerse en su lugar.
Ya se sabe, por ejemplo, que una funcionaria de los servicios de seguridad de Rusia obtuvo uno de los pasaportes apócrifos.
¿Hay otros funcionarios de seguridad rusos o ucranianos que se beneficiaron con la obtención de pasaportes uruguayos fraguados? Esto es algo en lo que se está indagando.
Según dijo a El País una fuente de Inteligencia, un pasaporte uruguayo tiene un valor muy importante porque facilita a los rusos trasladarse por el mundo sin tener inconvenientes en los pasos de fronteras (ver nota aparte). Y explicó que un ciudadano ruso o ucraniano puede con el pasaporte uruguayo salir de su país rumbo a París, por ejemplo, registrarse en un hotel, darle una tarjeta de crédito a su nombre a un cómplice para que realice gastos y salir del país con otro documento. El ciudadanos ruso puede viajar, por ejemplo, a Arabia Saudita a mantener un contacto con una persona y luego regresar a París.
Munido con el pasaporte uruguayo, incluso, el ciudadano ruso puede regresar a Moscú como si hubiera pasado una distendidas vacaciones parisinas, cuando en realidad hizo otra cosa.
Según las fuentes, la Fiscalía por el momento no logró establecer la cantidad de pasaportes uruguayos otorgados a rusos desde 2013. El escribano Álvaro Fernández, quien se encargaba de buscar partidas de uruguayos para elaborar esos pasaportes en Moscú, declaró en la Fiscalía que son varios miles los que se tramitaron.
No obstante, un informe de la Dirección General de Asuntos Consulares y Vinculación de la Cancillería enviado a la Fiscalía señala que los ciudadanos rusos que se presentaron a tramitar pasaportes desde 2014 a la fecha fueron 181.
Uno de los imputados por la falsificación de pasaportes y vinculado al excustodio Alejandro Astesiano, explicó en la Fiscalía que los grandes empresarios rusos deseaban los pasaportes uruguayos porque les permitían, con facilidad, salir y entrar de Estados Unidos y Europa para realizar sus negocios.
El indagado dijo: “En la maniobra participaron tres cónsules destinados en Moscú. Había otros dos embajadores implicados. También participaba en las falsificaciones la traductora (del consulado)”.