Un taxista fue imputado en los últimos días por un homicidio ocurrido a fines de 2024 en Casabó. Si bien se conoce que llevó a un hombre al lugar donde ocurrió el crimen y lo ayudó a escapar, su rol en el episodio todavía está siendo investigado. Según su defensa, realizó un viaje como cualquier otro, pero indicios recabados hasta el momento apuntan a que tenía conocimiento de lo que ocurriría, y que tiene vinculaciones a bocas de venta de droga, e incluso una deuda sin saldar.
La audiencia de formalización se realizó el pasado miércoles, y tras un extenso debate y apelaciones por parte de la defensa del taxista, el juez Matías Porciúncula decretó la imputación por homicidio agravado en calidad de coautor.
Deberá pasar 90 días en prisión preventiva mientras continúa la investigación, que hasta el momento no ha conseguido identificar al autor material del crimen. Se presume que en el vehículo se trasladaba una tercera persona, aunque no hay rastros de ella hasta el momento.
El crimen
Próximo a las 7:00 del 27 de diciembre, cámaras de las inmediaciones de la calle Senegal, esquina Lituania, captaron a un taxi deteniéndose. Según relató la fiscal de Homicidios de 3er Turno, Adriana Edelman, en una audiencia en la que estuvo El País, del vehículo bajó un hombre, que todavía no pudo ser identificado, y que merodeó por el lugar hasta dirigirse a la escena del crimen, donde no había cámaras.
Siete disparos se sintieron en ese momento, según pudo constatar luego el Ministerio del Interior. Y la siguiente imagen muestra al presunto autor del crimen retornando al vehículo, que se fue a toda velocidad.
El llamado de vecinos alertó a la Policía, que al llegar se encontró con el cuerpo de un hombre de 30 años, con siete vainas de pistola 9 milímetros a su alrededor.
Indicios clave
Si bien la defensa del taxista aseguró durante la audiencia que su cliente estaba trabajando, y que lo único que hizo fue esperar a un pasajero que se lo había pedido, indicios presentados por Fiscalía indican que el trabajador estuvo involucrado en el hecho.
Informes obtenidos por los investigadores muestran que el imputado hizo el relevo del taxi cerca de las 2:00, pero el GPS del vehículo revela que permaneció en su casa hasta la hora de dirigirse a la escena del crimen.
Además, según el recorrido revelado por el sistema de geolocalización, no existieron paradas entre su casa y el lugar del homicidio, lo que permite concluir que el supuesto pasajero y el conductor estaban juntos desde antes de que el vehículo empezara a circular. Vecinos del lugar en el que fue asesinado el hombre de 30 años aseguran haber escuchado a la víctima antes de morir. “No fui yo, no le saqué nada”, señalan que esta dijo.
La víctima tenía antecedentes por delitos vinculados a estupefacientes, y según testigos de su entorno se movía por bocas de venta de droga de los barrios Ciudad Vieja y Casabó.
Información primaria de los investigadores apunta a que el taxista imputado es consumidor, tiene una deuda por drogas y que también frecuenta bocas, una de ellas vinculada a un “importante sicario”, según se relató durante la audiencia a raíz de declaraciones de testigos.
Discuten por prisión o la colocación de tobillera
Las dos decisiones del juez durante la audiencia del pasado miércoles fueron apeladas por la defensa del taxista. En primer lugar, la formalización, y luego la medida cautelar de prisión preventiva. Es que, según su versión, el taxista fue contratado para realizar un viaje sin tener conocimiento de lo que iba a pasar. Con respecto a la medida cautelar, la defensa solicitó que se le imponga un arresto domiciliario total con tobillera electrónica, argumentando que el hombre carece de antecedentes, y que tiene un hijo nacido hace pocos meses. De igual manera, el juez Porciúncula se posicionó a favor del planteo de Fiscalía, basándose en un posible entorpecimiento de la investigación que pueda hacer el imputado en caso de no estar tras las rejas. Entre los peligros, consideraron el amedrentamiento de testigos.