Casi un año después de que un hombre de 26 haya atado a un presunto ladrón a su auto para arrastrarlopor las calles del asentamiento 24 de junio, Fiscalía presentó su acusación, en la que solicitó que el joven sea castigado con 10 años de prisión.

Eran las 6 de la mañana del 14 de agosto, cuando los perros de una casa ubicada en la intersección de las calles Domingo Mora y Ángel Zanelli, en el barrio 24 de junio, comenzaron a ladrar de forma inusual. En esa vivienda vivían la hermana y la madre del hoy imputado, quienes decidieron no revisar si ocurría algo.

Pocos minutos después, un vecino llamó por teléfono al joven, que vivía en Flor de Maroñas, para notificarle que habían entrado a robar en un galpón lindero a la casa de su madre, donde él se estaba construyendo una casa, y que se habían llevado herramientas.

Rápidamente partió hacia el lugar en su auto marca Hyundai, y al llegar se encontró con que no quedaba ninguna de sus herramientas, según relataron poco después del episodio sus familiares El País.

El robo fue registrado por cámaras de seguridad. Al verlas, el joven dijo haber reconocido al autor, a quien tenía visto del barrio y quien ya tenía fama de haber cometido varios hurtos en la zona. De hecho, el hombre, de 44 años, ya contaba con antecedentes por hurto y receptación.

Si bien "todo parece indicar" que efectivamente este hombre había sido el autor del robo, desde Fiscalía no fue posible afirmarlo en el relato de su acusación.

Sobre las 10:30 de ese mismo día el joven logró encontrar al presunto ladrón. Al verlo, lo redujo con golpes, para luego atarlo de pies y manos. Luego lo unió con una cuerda al paragolpes del auto y arrancó, arrastrándolo por el asfalto.

El recorrido duró ocho cuadras, y al menos siete vecinos que vieron la escena llamaron al 911 para hacer su relato. Móviles policiales patrullaron el barrio hasta que consiguieron ubicarlos cerca de un campo, en Domingo Mora y Ángel Zanelli. El hombre continuaba maniatado y unido al vehículo.

Mientras que el conductor fue detenido, el presunto ladrón fue desatado por los policías y trasladado a la policlínica de Malinas, en Jardines del Hipódromo, y luego al Hospital de Clínicas, donde lo mantuvieron en coma con intubación y respiración asistida.

El informe médico reportó que había sufrido múltiples hematomas, fracturas y contusión pulmonar. Pero pudo recuperarse y días después fue dado de alta.

"No sé por qué mi hijo hizo eso, no es un asesino", dijo en ese momento la madre del joven a El País. En tanto, vecinos de la zona expresaron que los robos por parte del otro hombre eran "habituales" en el barrio. "Hizo eso porque lo tenía cansado tanta impunidad”, aseguró uno de ellos.

Un año más tarde, la Fiscalía de Homicidios de segundo turno pidió que se condene al joven con 10 años de prisión, por el delito de homicidio especialmente agravado en grado de tentativa.

Las cámaras de videovigilancia de la zona fueron claves para la investigación, así también como las filmaciones realizadas por el personal policial al momento de intervenir. A esto se sumó la declaración de varios testigos.

En la audiencia de control de acusación, a la que pudo acceder El País, se definió que los involucrados no compartirán espacio el día del juicio por posibles reacciones que puedan tener ambos. El agredido declarará en una sala diferenciada.

Un elemento considerado como atenuante por Fiscalía al momento de establecer la pena, fue que el imputado es primario absoluto —no cuenta con ningún antecedente.

La fecha del juicio aún no ha sido definida.