Redacción El País
Una funcionaria de la Guardia Republicana fue imputada pordispararle a un hombre que intentaba robar su auto en la madrugada del miércoles. Deberá permanecer con arresto domiciliario mientras continúa la investigación.

Se le imputó el delito de homicidio en grado de tentativa, con la medida cautelar de arresto domiciliario total con tobillera electrónica, que deberá mantener por 150 días.

El hombre de 37 años y 11 antecedentes penales que recibió el disparo permanece internado en el hospital Pasteur, mientras que la Fiscalía de Homicidios de 1° Turno, liderada por Carlos Negro, busca identificar a una segunda persona que participó del intento de robo al vehículo.

Las filmaciones fueron claves para que se formalice la investigación, ya que capturaron la escena completa.

Pocos minutos después de las 02:00 horas del pasado miércoles, dos personas se acercaron a un auto marca Chevrolet que se encontraba estacionado en la calle Dante Alighieri, a pocos metros de Aparicio Saravia, en el barrio Peñarol.

Ambos permanecieron durante seis minutos "manipulando" el vehículo, según el relato del fiscal Negro en la audiencia a la que accedió El País.

Ingresaron tanto a la parte trasera como la delantera y abrieron el capó. Tras varios minutos, uno de ellos —quien aún no ha sido identificado— se retiró "a paso firme" hacia Aparicio Saravia.

Hasta ese momento, la funcionaria de la Guardia Republicana se encontraba durmiendo junto a su pareja, pero al darse cuenta de lo que estaba sucediendo tomó una pistola Glock —su arma de reglamento— y salió a dar la voz de alto al delincuente que estaba dentro de su auto.

Al ver esta situación, el hombre de 37 años bajó y cruzó la calle corriendo en un intento de huida. Es en este punto que, según el relato fiscal, ella efectuó un único disparo que atravesó su abdomen. Luego de esto volvió corriendo hacia su casa y notificó a la Policía de lo sucedido.

Según dijeron fuentes policiales a El País, durante el relevamiento de la escena se encontró un cuchillo que sería propiedad del hombre baleado.