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Financista argentino en la mira por ingreso de dinero K

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Clarens (izq.) negó ante la justicia argentina que ingresara bolsos con dinero en sus viajes a Uruguay. Foto: La Nación (GDA)

Justicia

Clarens es un arrepentido en Argentina; tiene casa en Puerto Camacho.

El financista K Ernesto Clarens ¿ingresó o no bolsos o valijas con dinero provenientes de coimas a Uruguay? Esa es la pregunta que se hacen operadores de la Justicia Especializada en Crimen Organizado.

El fiscal de dicha materia, Luis Pacheco, maneja tres líneas de investigación sobre entradas de dinero K a Uruguay. La primera de ellas refiere a la sociedad Helvetic vinculada al empresario kirchnerista Lázaro Báez, que compró terrenos en la Parada 8 de la Playa Brava de Punta del Este, en el marco de un millonario proyecto de inversión. Una segunda línea de investigación es una denuncia presentada por la Asociación de Funcionarios Aduaneros (AFA) del Uruguay sobre eventuales ingresos de bolsos con dinero a través de Puerto Camacho, cercano a la ciudad de Carmelo. Y la tercera apunta a las sociedades creadas por empresarios cercanos al kirchnerismo para realizar inversiones inmobiliarias en Miami y Uruguay.

Por las primeras líneas de investigación declararon integrantes del estudio Damiani y el banquero uruguayo Carlos Adrián Calvo.

Ahora el fiscal Pacheco analiza citar a Clarens, quien testificó como arrepentido ante la Justicia argentina por el caso conocido como los "cuadernos de las coimas", escritos por el chofer Oscar Centeno.

El fiscal Luis Pacheco enviará exhorto a Argentina. Foto: G. Pérez
Fiscal Luis Pacheco. Foto: Gerardo Pérez

Según versiones de la prensa argentina, Clarens dijo al juez Claudio Bonadío que armó una estructura financiera ilegal que movió US$ 60 millones de coimas, cuyo objetivo "era exteriorizarlos y parte pasaba por Uruguay". El financista es acusado de haber ingresado a Uruguay valijas cargadas de dinero proveniente de "comisiones" entregadas por 100 constructoras a cambio de concesiones de obra pública. Parte de ese dinero ingresó a territorio uruguayo a través de Puerto Camacho.

Al finalizar su declaración ante el juez Bonadío, Clarens desmintió esas afirmaciones. "Con relación a mis viajes a Uruguay insisto que es una mentira inaceptable cuando se difunde acerca del sentido de mis traslados a mi casa de fin de semana en Carmelo, en Uruguay, y el uso novelesco de lanchas rápidas para el traslado de sumas millonarias a ese lugar".

Pacheco investiga la ruta del dinero K en Uruguay luego de una denuncia presentada ante la Justicia Especializada en Crimen Organizado por los diputados porteños, Graciela Ocaña y Manuel Garrido en 2013.

Reloway.

Ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) de Argentina, Báez —hoy preso— reconoció que la sociedad uruguaya Reloway le giró cifras elevadas de dinero para capitalizar una empresa de su propiedad.

Asistido por el abogado penalista Alejandro Balbi, el banquero uruguayo, Carlos Adrián Calvo, declaró el viernes 19 en calidad de indagado ante la jueza especializada en Crimen Organizado, Dolores Sánchez, y el fiscal Pacheco.

Calvo dijo que durante un tiempo se dedicó a la creación de sociedades denominadas off shore. "En esos años (mediados de la década de los noventa del siglo pasado), ese tipo de sociedades se formaban de manera habitual y corriente", según un escrito presentado por Calvo, al que accedió El País.

El representante en Uruguay del argentino Banco Macro dijo que una de las sociedades que adquirió en 1999 resultó ser Reloway. Para ello, Calvo se relacionó con un contador argentino llamado Fernando Butti y con un escribano de apellido Albornoz. Butti era entonces contador de Lázaro Báez, dueño de "La Rosadita". Así se llamaba la financiera donde un video que se hizo viral muestra a varias personas pesando valijas de dinero.

Calvo testificó que luego de entregar las acciones, el poder y demás documentación sobre Reloway, no se enteró de las razones y el destino para el que pudo haber sido requerida dicha sociedad. Poco después, dijo el banquero uruguayo, se enteró que Reloway había ingresado como accionista de la sociedad argentina Badial S.A. y que su dueño era Lázaro Báez.

"Destaco que nada de lo que se me pidió entregar y/o firmar tenía el menor índice de ilicitud ni resultaba extraordinario. Por cierto que para entonces no existía sospecha o mención alguna de que Báez o sus asesores pudieran haber incurrido en actos ilícitos (fines del 2005)", afirmó Calvo en su escrito presentado a la Justicia.

Desmintió afirmaciones de Báez ante la Justicia argentina sobre que este le habría llevado dinero en efectivo, propiedad de Reloway desde Montevideo hasta Río Gallegos (Santa Cruz, Argentina).

Lázaro Baez. Foto: La Nación / GDA
Lázaro Báez. Foto: La Nación (GDA)

"Al respecto niego terminantemente haber llevado dinero o cualquier otro tipo de valor desde Montevideo a la ciudad de Río Gallegos, sea en nombre de Reloway o de cualquier otra persona. La manifestación de Báez se inscribe en el terreno de una disparatada fantasía; nunca vi, hablé o tuve trato con él ni conozco la ciudad de Río Gallegos", sostuvo Calvo.

Con respecto a Clarens, Calvo dijo que lo conoció cuando comenzó a trabajar en un cambio en 1985. Doce años más tarde, el financista K le propuso la adquisición de una sociedad anónima financiera de inversión (SAFI) para que ingresara como accionista de una sociedad anónima argentina que ya tenía varios años de existencia.

Así se creó la financiera Invernes, cuyo propietario es Ernesto Clarens.

Según Calvo, entre 1997 y 2006, Invernes "no habría incurrido en actividades ilícitas ni cuestionables" por lo que "nada puedo aportar en ese sentido".

El escándalo de los cuadernos de las coimas
Cuadernos de Oscar Centeno, contiene mucha información del modus operandi del reparto de coimas,

Un nuevo escándalo estalló el 1° de agosto de 2018 en Argentina a partir de una investigación del diario La Nación. La publicación sacó a la luz una compleja trama de supuestos pagos de coimas durante el kirchnerismo que quedaron registrados en anotaciones que realizó un chofer del Ministerio de Planificación. El chofer Oscar Centeno conducía uno de los autos en que se trasladaban los bolsos con dinero. La punta de esta nueva trama de corrupción le llegó al periodista de La Nación Diego Cabot.

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