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Francisco Sanabria le debe US$ 5 millones a 380 clientes

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El expediente fue llevado ayer a Crimen Organizado: pesa 22 kilos. Foto: Ricardo Figueredo

BCU informó que retiró US$ 3,7 millones días antes de cerrar Cambio Nelson

Antes de fallecer Wilson Sanabria en septiembre de 2015, Cambio Nelson tenía una liquidez de un millón de dólares diarios. Dos años más tarde, esa cifra cayó a US$ 300.000 diarios cuando al frente de la empresa se encontraba el hijo de Wilson, Francisco Sanabria, hoy en prisión.

Un informe del Banco Central del Uruguay señaló que la empresa contaba con 2.500 clientes a quienes les pagaba sus gastos mensuales de luz y agua y otros 670 que realizaban depósitos y retiros mediante un sistema de cuenta corriente.

El 23 de febrero de este año, tras el cierre de Cambio Nelson, un equipo inspectivo del Banco Central del Uruguay (BCU) concurrió a la sede central de la firma y fueron recibidos por el socio de Sanabria, Nelson Calvette y una funcionaria de jerarquía.

Los funcionarios constataron que la empresa recibía fondos que se canalizaban en cuentas de sus accionistas, gastos de la familia Sanabria y retiros de empresas, según el expediente judicial al que tuvo acceso El País.

Un documento del BCU sobre dicha inspección, que fue enviado al juez Marcelo Souto, señala que Cambio Nelson tenía 288 clientes con saldos deudores. Es decir, adeudaban al cambio unos US$ 1.700.000. Además detectaron que 380 clientes tenían saldos acreedores tras realizar depósitos por valores que oscilaban desde US$ 10.000 a US$ 700.000. Aquellos depósitos que superaban los US$ 250.000 percibían intereses de un 9% a un 12% anual. Cambio Nelson adeuda US$ 5 millones a esos 380 clientes, según el documento del BCU. Agrega que, antes del 20 de febrero de este año Sanabria retiró US$ 3.700.000 de la empresa.

"Algunos clientes más cercanos recibían una rentabilidad (intereses) que era fijada por Wilson Sanabria y después por Francisco Sanabria. Nada de esos depósitos pasaba por ventanilla. Incluso, la información de las cuentas está en el sistema informático del cambio pero en la ventanilla solo aparecían números de cuentas". Declaración de Nelson Calvette ante el juez Marcelo Souto y el fiscal Rodrigo Morosoli.

Poco control.

El expediente judicial sobre el cierre del Cambio Nelson revela que el Banco Central del Uruguay no supervisó en forma debida a la empresa cambiaria y advierte que el último control a la firma se realizó hace cinco años.

A pedido del juez Souto, el perito del Instituto Técnico Forense (ITF), Marcelo Arámbulo, se pronunció sobre si el expresidente del Banco Central del Uruguay y asesor contable del Cambio Nelson, Humberto Capote, maquilló o no los balances de la empresa para sortear los controles estatales.

Arámbulo concluyó que Capote tenía acceso al sistema informático del cambio Nelson como administrador, pero "no podía" tener detalles de la operativa diaria de la institución financiera.

El perito detectó que la contabilidad del cambio "no cumple" con normativas del BCU, ni es "un fiel reflejo de la realidad" aunque destacó que "no se puede culpar de ello" a Capote como asesor externo del cambio Nelson.

Arámbulo criticó que el Banco Central "recién se desayunara" que la operativa de pagos y cobranzas del Cambio Nelson se encontraba "totalmente desvirtuada".

Arámbulo informó a Souto que, de la información manejaba, surge que la última inspección realizada al Cambio Nelson por el Banco central data de fines de 2012 o principios de 2013. "Mal puede conocer el Banco Central las situaciones relatadas si inspecciona (a una empresa) con dicha asiduidad. Por eso es razonable pensar que recién se desayunara sobre la situación cuando se efectivizó el cierre. Ello exime de todo comentario".

Tarjeta.

La inspección del BCU realizada en 2012 será investigada por el juez Souto. En el expediente se anexó una tarjeta entregada en el Cambio Nelson por uno de los funcionarios del BCU. En la investigación se procurará determinar si estos funcionarios actuaron en forma ilícita o no, ya que uno de los acusados declaró que solicitaron datos de cuentas de depósitos y no observaron al cambio por funcionar como un banco, lo cual está prohibido.

"¿Habrá estado bien lo que hice?"

Juez Marcelo Souto: ¿Qué ocurrió después de la muerte de su padre?

Francisco Sanabria: En una reunión después de la muerte de mi padre le pregunto al contador Humberto Capote y a Nelson Calvete cómo está el Cambio Nelson con el Banco Central. Los dos dicen que bien. Que la gestión era exitosa. Calvete me dijo vamos a seguir, yo te voy a cuidar como lo prometí a tu padre. Pensé que el cambio iba a funcionar.

Juez Souto: En el cambio terceros depositaban dinero en forma similar a un banco. ¿Quién le informa de este sistema de trabajo?

Sanabria: Nelson Calvete y Humberto Capote.

Souto: ¿Capote sabía sobre ese funcionamiento del cambio?

Sanabria: Absolutamente. Yo no hubiera seguido adelante con la empresa sin tener la seguridad de que ellos (Capote y Calvete) iban a estar ahí. Que me hubieran explicado lo que me explicaron.

Souto: ¿Cuánto dinero depositaron los clientes en el cambio?

Sanabria: En la prensa se manejó US$ 20 millones. Vi eso y quedé perplejo. Nunca vi más de US$ 700 mil en caja. Yo criticaba durísimo a mi padre porque firmaba cheques en blanco al día. Eso que tanto critiqué, yo lo hice. En la vorágine cotidiana de tratar de tapar agujeros de los clientes.

Souto: ¿El contador Capote sabía que el cambio pagaba intereses a clientes?

Sanabria: Sí, sabía. Vuelvo a insistir. Esto nace el primer día con mi padre. No lo armé yo.

Souto: ¿Dónde está ese dinero (de los depositantes)?

Sanabria: Es una muy buena pregunta. Lo podemos vincular a un tema de confianza (hacia su socio). Se usaba la plata de una red de cobranza para otros pagos. Tengo una contradicción conmigo mismo. Por un lado tomé decisiones e hice que mi familia tomara y por otro lado, con el diario del lunes, digo: ¿habrá estado bien lo que hice? Pedí dinero prestado, hipotequé y malvendí bienes. Como familia nunca tuvimos liquidez. Teníamos un patrimonio y por eso los bancos nos prestaban dinero. Entré en esa calesita financiera.

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El expediente fue llevado ayer a Crimen Organizado: pesa 22 kilos. Foto: Ricardo Figueredo

EXPEDIENTE JUDICIALEDUARDO BARRENECHE

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