UCU entregó su primer Honoris Causa a Enrique Iglesias por su "compromiso con la justicia social de los pueblos"

“El crecimiento económico necesita acompañarse de un crecimiento espiritual, de los individuos y de la sociedad toda entera”, afirmó el destacado intelectual asturiano-uruguayo al recibir el reconocimiento

El contador Enrique Iglesias recibió el Honoris Causa de UCU, junto al rector Julio Fernández
El contador Enrique Iglesias recibió el Honoris Causa de UCU, junto al rector Julio Fernández Techera.
Foto: Ignacio Sánchez.

La Universidad Católica del Uruguay (UCU) otorgó este miércoles su primer título Doctor Honoris Causa al contador Enrique Iglesias. La ceremonia contó con la presencia del presidente Yamandú Orsi, la vicepresidenta Carolina Cosse, entre otras autoridades locales e internacionales.

Iglesias, de 95 años, ingresó caminando al Aula Magna de la universidad privada fundada hace 40 años, en medio de un aplauso cerrado del público, escoltado por Orsi, el expresidente Julio María Sanguinetti, y el gran canciller de UCU, el cardenal Daniel Sturla.

El rector de UCU, Julio Fernández Techera, destacó que para elegir al primer Honoris Causa “apareció naturalmente, y con fuerza” el nombre de Iglesias. "Detrás de esta vasta trayectoria hay un testimonio de integridad, de profesionalismo y de compromiso con la justicia y el progreso de los pueblos", dijo Fernández Techera. “Más que honrar nosotros, nos honra recibiéndolo al título”, enfatizó.

Tras recibir el título y una medalla, el asturiano-uruguayo brindó su lectio magistralis o discurso magistral, como se estila. En su “serena reflexión”, de caso 20 minutos, hizo un análisis del contexto internacional, dio un mensaje a los jóvenes, y expuso los pilares, sobre los que entiende, deben cimentarse hoy las sociedades.

“Vivimos tiempos de cambio, de cambio acelerado. Nuestras certezas y nuestras convicciones están siendo desafiadas desde distintos ángulos”, comenzó puntualizando Iglesias, ante la mirada atenta del presidente y alumnos que siguieron su discurso en una sala colmada.

La universidad moderna, aseguró, “compite con una amplia gama de centros de investigación”, los cuales “abren a la sociedad moderna posibilidades insospechadas del pasado y hacen que la participación de la universidad en la sociedad del conocimiento se convierta en una pieza clave para entender el presente y el futuro”.

“Aprender a mover y movernos en las oportunidades y los riesgos de esta sociedad no sólo es un desafío para la gestión de las políticas económicas, es además un desafío para la propia estructura y funcionamiento de la sociedad”, remarcó.

“En el campo de las transformaciones y valores, cuanto más se profundiza en la avalancha y en los avances del conocimiento y la tecnología, más se interpela la ética y la cultura. Basta observar los profundos debates que se abaten hoy en los límites éticos de la biología y la ingeniería genética, de la medicina, de la inteligencia artificial”, agregó.

“Si algo me enseñó la experiencia es que existe la misma necesidad de ética y presencia de cultura en las áreas de las ciencias sociales y económicas, tanto en los niveles macro económicos también, como en los niveles en el campo de la empresa y, por supuesto, del Estado. No hay una economía en el vacío de valores”, sostuvo el intelectual.

Iglesias destacó que “la racionalidad económica sólo puede lograrse si se asienta en un profundo conocimiento de las realidades sociales, políticas e institucionales, y si se acompaña de valores fundamentales que deben inspirar las aplicaciones de dicha racionalidad”.

Entre los “valores” destacó la solidaridad. “Un mundo globalizado bajo las reglas de la cultura de la libertad de los mercados, sólo sería un mundo más justo, más visible y más humanizado si las reglas del pueblo de la comunidad internacional fueran capaces de respetar conductas mínimas de solidaridad y de valor entre los distintos países”, remarcó.

Enrique Iglesias ingresando al Aula Magna de UCU junto al presidente Yamandu Orsi, el exmandatario Julio María Sanguinetti y el cardenal Daniel Sturla.
Enrique Iglesias ingresando al Aula Magna de UCU junto al presidente Yamandu Orsi, el exmandatario Julio María Sanguinetti y el cardenal Daniel Sturla.
Foto: Ignacio Sánchez.

“Queda aún por inventar el mercado de valores éticos. No puede haber un nuevo orden mundial si no se produce un nuevo enunciado de valores capaces de darle sentido a este nuevo orden”, añadió Iglesias.

“Lo esencial de estos aportes está basado en mi confianza en el ser humano y el convencimiento de que es posible construir una sociedad mejor, más justa, más segura, que tolere y que se enriquezca en las diferencias, que se apoye en la educación y en la cultura para profundizar en la libertad y en la capacidad de iniciativa de cada uno, una sociedad mejor para todos”, enfatizó.

Luego, Iglesias reafirmó que tras su larga trayectoria comprobó que “el crecimiento económico necesita acompañarse de un crecimiento espiritual, de los individuos y de la sociedad toda entera”. Ya que “un desarrollo sin identidad, sin referencia a la cultura, es un espejismo”.

“Tanto la creatividad como la tolerancia sacan sus fuerzas de la educación y de la cultura. La educación es, por definición, universal, y la cultura, por las mismas razones, es local. Ambas se encuentran, coinciden, cuando somos capaces de sentir lo que otros sienten y de aceptar de perspectiva de lo que vendrá”, dijo el intelectual.

El mensaje a los jóvenes

Hacia el final de su discurso, Iglesias le habló a las nuevas generaciones. “Mirando con perspectiva histórica y años detrás, yo le diría a los jóvenes que para comprender bien es preferible no tener ninguna idea, que tener una idea falsa”.

“Tan importante o temprano, hay que asumir humildemente la preocupante realidad de que nunca sabremos lo suficiente, y de todas maneras, sabremos y debemos actuar. Para vivir bien, es preferible tener una esperanza, aunque sea difícil alcanzar, que no tener ninguna”.

No abandonen la utopía, diferente de la fantasía, que es una construcción que parte de anhelos humanos profundos, que sin tener territorio donde expresarse oficia de esperanza”.

“Quizá la fuerza capaz de dar sentido a las sociedades de este siglo provenga de una utopía moral. La universidad, esta en particular, compuesta de juventud y de experiencia, con su acceso al conocimiento y su capacidad de difundir valores, puede y debe participar en la construcción de esa utopía y ayudarnos a acercarnos a la realidad”, remató Iglesias.

Ceremonia de entrega de Honoris Causa a Enrique Iglesias este miércoles en UCU.
Ceremonia de entrega de Honoris Causa a Enrique Iglesias este miércoles en UCU.
Foto: Ignacio Sánchez.

Consultado por El País sobre cómo valoró el discurso de Iglesias, a su salida de la UCU, Orsi respondió: "Yo quiero esa pieza, porque es una joya", en relación al discurso que leyó Iglesias, junto a Techera, en el escenario central.

Las ex vicepresidentas Beatriz Argimón y Lucía Topolansky se hicieron presentes, sentadas juntas, en primera fila. También asistió el ministro de Economía, Gabriel Oddone, de Relaciones Exteriores, Mario Lubetkin, y el intendente de Montevideo, Mario Bergara, entre otras autoridades y exjerarcas, desde Didier Opertti a Daniel Salinas.

Iglesias, que integra el selecto Espacio de los Soles con una placa con su nombre en la Peatonal Sarandí, entre múltiples distinciones, ha sido catalogado por figuras de renombre como un “imprescindible”, no solo por su vasta trayectoria, sino por su análisis, muchas veces anticipatorio, del escenario global.

Antes de su discurso magistral, Facundo Ponce de León, director de UCU Sénior, una nueva propuesta formativa para mayores de 60 años, hizo un racconto de la vida de Iglesias, considerado desde los años 60’ como uno de los uruguayos más influyentes.

Ponce de León recordó que Iglesias estudió contra la voluntad de sus padres. “Por favor, Enriquito, no estudies que no va a servir para nada. Mejor, poné una farmacia. Los Iglesias no nacimos para ser empleados. Lo nuestro es vivir atrás del mostrador”, le aconsejó su padre, a quien luego fuera un destacado académico, desde muy joven.

El contador Enrique Iglesias en la entrega del Doctor Honoris Causa de UCU
El contador Enrique Iglesias en la entrega del Doctor Honoris Causa de UCU.
Foto: Ignacio Sánchez.

“Antes de internet, antes de la Big Data, Iglesias generó la primera sistematización de datos sobre el Uruguay. Fueron 11 volúmenes, bajo el título Plan de Desarrollo Económico y Social”, ilustró Ponce de León la influencia del contador, que fue maratónica.

Iglesias fue director de la Comisión de Inversiones y Desarrollo Económico (CIDE) entre 1960 a 1967, y después fue el primer presidente del Banco Central del Uruguay (1967 a 1969). Luego, asesoró al gobierno de Venezuela de la época y fundó el Foro del Tercer Mundo, entre 1969 y 1971.

Poco después fue secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), entre 1972 y 1985. Tras el retorno a la democracia, fue canciller uruguayo por unos tres años. Tras lo cual, tuvo otro salto en su carrera, como presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entre 1988 a 2005.

Mientras que entre 2005 a 2014, Iglesias fue el primer secretario general iberoamericano (Segib). Y un año después, en 2015, creó la Fundación Astur, que impulsa proyectos vinculados con la tercera edad, entre ellos el plan antes citado, entre varios cargos.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

enrique iglesias

Te puede interesar