Plan de reforma de bachillerato de Secundaria y UTU genera varias resistencias de sindicatos y ATD

Prevén menos horas en Secundaria y orientaciones en UTU. El presidente de ANEP, Robert Silva, remarcó lo que valoró como ventajas del plan que ya generó múltiples cuestionamientos.

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Dora Graziano, Juan Pereyra, Robert Silva y Jenifer Cherro en conferencia de ANEP sobre la reforma educativa
Dora Graziano, Juan Pereyra, Robert Silva y Jenifer Cherro en conferencia de ANEP sobre la reforma educativa.
Foto: Juan Manuel Ramos

El plan preliminar de la reforma del bachillerato en Secundaria y UTU comenzó a ser analizado en las últimas horas tras la presentación pública que encabezó el presidente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva.

Lo cierto es que ante la primera lectura del documento, que supera las 100 páginas, con el nuevo plan que aterriza la “navegabilidad” entre los dos subsistemas al final del trayecto educativo obligatorio ya se generaron resistencias.

Por un lado, los sindicatos revisan al detalle este “documento preliminar” del “Plan para la Educación Media Superior 2023”, sobre el que el Codicen resolvió el miércoles a la medianoche poner en conocimiento a las Asambleas Técnico Docentes (ATD) de Secundaria y UTU (ver aparte).

El titular de ANEP enfatizó este jueves de noche en conferencia de prensa que el plan, sujeto aún a la aprobación definitiva, supone que “no habrá más perdida de tiempos u obstáculos en el trayecto educativo”.

Los alumnos “podrán avanzar y si cambian de opción no tendrán que volver a cursar un año”, de manera que, aseguró Silva, “no tendrán que estancarse”. También remarcó que habrá “dos años de formación general”.

La reforma, que se comenzaría a aplicar a partir de marzo de 2024 solo en lo que hoy es cuarto de liceo o UTU, o primer año de bachillerato, plantea que habrá un nivel de navegabilidad “común”, otro “equivalente” y un tercero “específico”. Es decir, un grupo de materias, con su respectiva carga horaria, que de acuerdo al ciclo que curse el alumno, podrá moverse cuando así considere.

Daysi Iglesias, consejera del Codicen electa por los docentes, dijo a El País que si bien ahora están tomando conocimiento del documento, marcó en primer lugar que en Secundaria hay menos carga horaria.

Mientras hoy en cuarto año, del Plan Reformulación 2006, hay un total de 36 horas, con el diseño previsto se reducen a 34. Y vinculado con este punto, se mostró contraria a una modificación, que ya generó el malestar de algunos docentes: Astronomía pasó a formar parte del paquete de unidades curriculares optativas.

De esta forma, la materia que hasta ahora tiene cuatro horas semanales, pasaría no solo a ser optativa sino a bajar su horario a la mitad. “Es una disciplina puesta en un campo optativo donde hay temas, y eso genera una confusión peligrosa”, dijo Iglesias.

El diseño para Secundaria prevé subir una hora semanal de Inglés (de tres pasan a cuatro), al mismo tiempo que reduce una hora de Filosofía. Si bien a nivel curricular implica una reducción, no lo sería para los docentes de la materia, quienes podrán elegir dictar los cursos optativos de Argumentación y debate, con dos horas semanales, al igual que Astronomía.

Otro aspecto que señaló Iglesias es que se conoce el esquema de materias, pero aún no sus contenidos. Silva dijo que las asignaturas “tendrán contenidos distintos”, aunque no dio detalles al respecto.

La consejera agregó que se abre un “enorme signo de interrogación” sobre el nivel de especificidad alcanzado. Si un estudiante, por ejemplo, cursa en segundo de bachillerato el espacio Creativo-Artístico y en tercero Ciencias Sociales y Humanidades, alcanzaría solo un año de contenidos específicos, frente al esquema actual de dos años de especificidad.

Vinculado con segundo y tercer año de bachillerato, apuntó que está “mucho más en borrador” que primer año. “Hay conceptos genéricos”, por lo que no solo no se determinaron los contenidos, sino tampoco la carga horaria de cada asignatura prevista.

Consultada sobre si cree que con este sistema aumentará la promoción, un problema crónico del sistema, retrucó: “Creo que la flexibilización de las promociones es facilitar el tránsito. Eso es para mí el leitmotiv que ha movido flexibilizar las promociones en los tramos anteriores”.

Iglesias puntualizó que los consejeros oficialistas plantearon que esto no sería así, pero para ella, eso está “debidamente documentado, escrito y firmado”.

Los cambios también se prevén en UTU. De una veintena de orientaciones, ahora se reducirán a 12, agrupadas en tres grandes áreas. Además, la carga horaria pasará de 36 a 42 horas, a 38 en todos los casos, menos en Tecnologías de la información-bilingüe, que tendrá una carga de 48 horas por semana.

“Nos preocupa muchísimo el recorte de las orientaciones tecnológicas”, destacó a El País Ana Borges, presidenta del sindicato de UTU (Afutu).

La sindicalista sostuvo que si bien reconocen la “necesidad” de una reforma del bachillerato, aseguró que esto no es quitando aquellas orientaciones que “hoy funcionan”.

Borges, además, planteó que les preocupa “de sobremanera” el rol que tendrá la UTU si se concretan estos cambios, dado que “siempre se ha diferenciado del bachillerato diversificado de Secundaria, con los pros y contras”.

La sindicalista planteó que la flexibilización presentada es “a pensar”. Si bien remarcó que “el centro es el estudiante”, dijo que “todo tiene un límite”. Recordó, además, que las autoridades plantearon apoyos para quienes cambien de subsistema. “¿Quién se los va a dar? ¿El mismo docente con la misma carga horaria o se van a crear cargos?”, cuestionó.

Hoy se reunirá el Consejo Nacional de Afutu donde se llegará a una conclusión. En tanto, adelantó que el texto, que dijo lo conocieron por la prensa, “demuestra nuevamente la nula negociación colectiva frente a un cambio necesario de la educación”.

ANÁLISIS DE ATD

Con el plan se busca un “botín electoral”

Sobre las 23.00 horas del miércoles, el Codicen de la ANEP, sin la presencia del consejero Juan Gabito que está de licencia hasta el 14 de agosto, resolvió tomar conocimiento del documento que sienta las primeras bases del cambio previsto en bachillerato y encomendó a las inspecciones de Secundaria y UTU que “recaben” diferentes “aportes” y “sugerencias”.

Sobre todo, pidió a las Asambleas Técnico Docentes (ATD) de ambos subsistemas “la remisión de su informe a consideración de este consejo antes del 29 de setiembre próximo”. De esta forma, se cumplió con el artículo 70 de la Ley de Educación (18.437), donde se establece que las ATD serán “preceptivamente consultadas antes de la aprobación o modificación de planes o programas del nivel correspondiente”.

Esto supuso que los miembros de ATD comenzaran a analizar el texto preliminar para luego tomar una definición, no vinculante, en una asamblea nacional que aún no tiene fecha. Lo cierto es que este paso ya provocó diferencias a la interna.

La lista 302 de la ATD de Secundaria, con tres representantes de cinco de la Mesa Permanente, participó del primer encuentro para elaborar los programas de las materias. En un comunicado al que accedió El País citaron palabras del consejero Gabito y “lamentaron” que no se haya convocado a las ATD al inicio de la construcción de este plan, así como cuestionaron el “alcance real” de sus aportes tras plantear que en la reforma previa algunas sugerencias “no fueron tomadas en cuentas”, e hicieron una serie de preguntas.

En tanto, la lista 301 de dicha ATD, segunda en esa Mesa, resolvió no ir a esas reuniones. Fuentes de la 301 dijeron a El País que con esta reforma se busca que el número de promoción “sea mejor”, para así “tener un botín electoral para presentar en esta campaña”.

Este plan, agregaron, “facilita aún más las promociones y apunta a evaluar competencias en lugar de contenidos” y “no refuerza para nada la lucha contra los problemas de aprendizaje, sino todo lo contrario”. También señalaron que en una reunión de mediados de julio con Adriana Aristimuño, al frente de la División Sectorial de Planificación Educativa, le consultaron si iba a haber reducción horaria en Filosofía y les afirmó que “no iba a haber ningún tipo de pérdida”, según dijeron.

Las fuentes de la 301 agregaron que ven con “mucho peligro esta profundización del modelo en el bachillerato”, por considerar que está “muy ligado a la preparación de mano de obra para el mercado” y que “renuncia a la posibilidad de realmente educar a los jóvenes del Uruguay”.

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