Por Agustín Magallanes
El Ministerio de Desarrollo Social (Mides) otorgó el año pasado 1.510 Becas de Inclusión Socioeducativa (BIS), una cifra récord de esta prestación que permite a menores de hasta 3 años de todo el país asistir a un jardín privado cuando no pueden concurrir a un centro público por sus horarios, la falta de cupos o estar lejos de los mismos.

Bajo el paraguas del Sistema Nacional Integrado de Cuidados (SNIC), que fue creado en el pasado gobierno del Frente Amplio, las BIS comenzaron a implementarse en 2015 y la gestión actual ha puesto énfasis en esta herramienta desde el año pasado luego de que se aprobara en la Rendición de Cuentas una partida extra de US$ 50 millones para atender a la primera infancia.

El ministro de Desarrollo Social, Martín Lema, destacó a El País que el refuerzo de estas becas es uno de los cinco ejes que tiene su cartera para atender a esta población. Además de las BIS se activó el Bono Crianza (apoyo de alimentación y limpieza a 25.000 hogares en situación de vulnerabilidad que tienen niños hasta 3 años), así como se intensificó el trabajo territorial y la captación temprana del diagnóstico social de los recién nacidos.

Lema explicó que las BIS están orientadas a aquellas familias que no tiene un CAIF (Centros de Atención a la Infancia y la Familia) cerca de sus casas o cuando el horario de estos centros -en su mayoría abarcan cuatro horas- no se ajustan a la cotidianidad del hogar. Este instrumento que “diversifica” la propuesta se “complementa” con la oferta educativa pública. Además, remarcó que este paso “permite la convivencia de diferentes realidades”, lo que consideró “muy útil” para atender a los más chicos.

“Esta beca no implica que tengamos el espíritu de apostar a que los niños vayan a la oferta privada. No es eso. Lo que pasa es que para llegar a la mayor cantidad de niños precisamos esto”, enfatizó en diálogo con El País la directora de Cuidados del Mides, Florencia Krall. Según dijo la jerarca, en varios puntos del país -sobre todo en Montevideo- hay una “sobredemanda” de CAIF, y con toda la oferta pública “no se llega a toda la primera infancia”.

La cifra de BIS entregadas fue oscilante: en 2015 fueron 366, un año después 733, 978 en 2017 y saltaron a 1.360 en 2018. Luego comenzó una caída en 2019 (1.202), 2020 (1.057) y 2021 (962), hasta que el año pasado se registró una cifra récord: 1.510 beneficiarios. Krall destacó que la cifra fluctúa a lo largo del año por los diversos ingresos y egresos de los niños de los centros.

La titular de Cuidados destacó que los casos son derivados por un equipo del Mides o INAU, que trabajan de manera coordinada. Las BIS pueden ser ofrecidas a las familias por operadores de ambos organismos -sobre todo del programa Uruguay Crece Contigo-, así como se pueden pedir en una de las 47 oficinas territoriales del Mides o llamar al portal de cuidados (0800 1811, de lunes a viernes desde las 10 hasta las 16 horas).

Los datos de los potenciales beneficiarios son ingresados por un operador a una ficha online y estos después son evaluados por la Secretaría de Cuidados. Para otorgar las becas se considera la residencia del niño, qué necesidades específicas tiene la familia, su grado de vulnerabilidad y si esta puede sostener las actividades del jardín. Luego se identifica un centro por esa zona y se consulta si tiene cupos. Esta información es remitida a la familia. Si esta autoriza que el niño vaya a este centro, el operador vuelve a informar a la secretaría para comenzar la habilitación de la beca.

La BIS es por cada niño y si hay una familia con varios menores de hasta 3 años se entrega a todos. El objetivo es darle continuidad a la educación de los niños hasta que se inscriban en Inicial (3 años). Del total de beneficiarios, el 85% reciben asignación familiar. Krall señaló que en ocasiones se tramita la beca de forma transitoria hasta acceder a un CAIF u otro centro público.

Estas becas cuentan con un financiamiento de $ 115 millones por año, a lo que se suma la partida especial de $ 61 millones que rige, al menos, hasta este año. A pesar del récord que registraron en 2022, Krall indicó que “hay margen” para otorgar más becas. “La preocupación nuestra no es que vayan a un privado o un público, sino que vayan a un centro de primera infancia”, remarcó la titular de Cuidados.