La golpiza que protagonizó este miércoles una madre con un grupo de adolescentes, contra niños, maestros y padres de la Escuela 123, de Jardínes del Hipódromo, marcó “un antes y un después” de los episodios de violencia en centros educativos. Así catalogó la situación este viernes, Paola López, secretaria general del sindicato de maestros Ademu Montevideo.
El episodio no solo motivó un paro en todas las escuelas capitalinas este jueves, como suele ocurrir frente a una agresión desde hace una década, sino que por la magnitud de la “batalla campal”, que se viralizó en redes sociales, Ademu Montevideo decidió mantener la medida hoy para exigir otras respuestas. Y resolvió esta noche que volverá a parar el lunes en las escuelas de Montevideo. Además, está prevista una movilización a Torre Ejecutiva. De esta forma, serán tres días consecutivos sin clases en los centros públicos.
La paralización de este viernes incluyó una inusual movilización de maestros “con túnica”, en las afueras de la sede de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), que pintaron de blanco una franja de la Avenida Libertador, con pancartas y banderas, reclamando soluciones frente a este, y otros, episodios de violencia en los centros educativos. “Las maestras venimos amortiguando los problemas de la sociedad. No podemos más”, reclamó López.
“Entendemos que para toda la opinión pública, y toda la sociedad, es importante un anuncio político que diga que a la escuela pública se la defiende, se la respeta y se la protege”, destacó la sindicalista, que subrayó que lo ocurrido, que está investigando la Justicia, “no puede pasar como si nada”, porque es un “punto de inflexión”.
No obstante, la indignación de los docentes y sindicalistas no solo se plasmó en la calle. Un grupo de maestros irrumpió en el edificio del máximo órgano educativo, exigiendo medidas a los gritos y con megáfonos, que salieron en vivo por los informativos de TV, mientras ocurría una importante reunión de jerarcas de ANEP, el Ministerio del Interior y la Federación Uruguaya de Magisterio (Fum-tep) a raíz de este asunto.
“Estamos frente a un hecho que no es admisible”, destacó el presidente de ANEP, Pablo Caggiani, en rueda de prensa tras el encuentro. “No es admisible en ninguna institución educativa entrar a golpear a nadie, menos a los niños, las familias, a los docentes y auxiliares”, insistió el jerarca, maestro de profesión.
“Vamos a reforzar las condiciones para que haya garantías de que los gurises pueden ir a la escuela, los docentes pueden trabajar tranquilos y las familias pueden confiar en que esto va a retomar determinado cauce de funcionamiento normal”, transmitió Caggiani, mientras se mantenía a escasos metros la movilización que se extendió por unas tres.
“Evaluamos con el subdirector de la Policía Nacional fortalecer tanto la comunidad educativa segura, el equipo de policías que están en los entornos educativos. También trabajar con la policía comunitaria orientada a problemas, que es fundamental para poder percibir aquellos factores de riesgo que hay en el territorio y poder prevenir futuros hechos de conflicto y violencia, como también el programa Pelota al medio la esperanza, que ya está trabajando”, destacó la subsecretaria del Interior, Gabriela Valverde.
Otra iniciativa que estuvieron manejando las autoridades, fue la “posibilidad” de generar un “nodo”, que luego lo tradujo como una “mesa de trabajo”, con el objetivo de “mejorar la seguridad y la convivencia en el territorio”, para la resolución de los casos porque “es inadmisible que esto suceda”, agregó Valverde en la misma rueda de prensa.
La número dos de Interior destacó que la idea es que dicha mesa de trabajo sea “activa”, que implique la “coordinación de esfuerzos”, entre el Codicen, la Fum-tep, Policía, Interior y Fiscalía, aunque no dio mayores detalles. “Vamos a reforzar con policías, pero también con programas sociales”, dijo Valverde.
“Lo que estamos intentando es rodear a esta comunidad que fue agredida, que se puedan empezar a recomponer las cosas que tienen que pasar en una escuela, que se va a aprender a divertirse y no a ser violentado”, agregó Caggiani. “En esto hay que ser como muy claro. El único lugar donde es seguro que no se puede resolver un conflicto de forma violenta es en una institución educativa”, remarcó el titular de ANEP.
A la salida de la reunión, esta tarde, López respaldó el segundo día de paro tras indicar que lo ocurrido en la Escuela 123 fue “un hecho desmedido, nunca antes había sucedido algo así”, dijo a El País. Entre varios puntos, se habló de “ejecutar ciertos protocolos para poder tener otra inmediatez en las respuestas” frente a estos episodios.
Medidas actuales “son demasiado habladas y poco prácticas”
Daysi Iglesias, consejera electa por los docentes en el Codicen, dijo a El País que es la "primera vez" que ocurre este tipo de irrupción en una escuela, y que la situación ha "escalado" mientras que las medidas que dispone el Estado "son demasiado habladas y poco prácticas".
Iglesias puntualizó que tanto ella como el consejero Julián Mazzoni no fueron invitados a la reunión citada en ANEP, y destacó la importancia de aterrizar medidas "concretas", que deberían coordinarse a nivel estatal.
"Si se deriva un estudiante para una atención médica en salud mental porque se ven ciertas conductas, debe ser inmediata la atención. No puede demorar tres meses", ejemplificó la consejera.
Ante una "sospecha" de que un alumno tiene una "problemática de protección infantil, no se puede esperar, como sucedió en Canelones, que le peguen a una maestra para que una jueza advierta la realidad", acotó.
Por otro lado, impulsa desde "hace tiempo" una legislación específica para quienes agreden en centros educativos. "Si se diluye la institución educativa, ¿qué queda?". Y también, inspirada en experiencias internacionales, que hayan "enclaves" que atiendan salud mental, salud física y actividades extracurriculares, en ciertas zonas.