PROTESTAS

Un golpe en el rostro de una profesora terminó ayer en la ocupación de una UTU en el Cerro, en la denuncia de varias situaciones de inseguridad en el centro y en la intervención del Ministerio de Trabajo para que la Policía desaloje a los docentes.

Fue en la mañana de ayer que el núcleo sindical de la Escuela Técnica Cerro compartió un comunicado que anunció la ocupación. Los docentes tomaron la medida luego de reiteradas conversaciones con las autoridades del centro, e incluso con las de toda la UTU.

La gota que rebasó el vaso fue un altercado entre estudiantes que terminó con el golpe a la docente, quien había querido intervenir para detener la pelea. Lo que recibió fue un puñetazo en la boca.

Al problema de la violencia en esta UTU, de la que dieron cuenta ayer los profesores, se suma una serie de reclamos que vienen realizando desde hace tiempo: falta de refacciones que se piden para la institución y carencia de personal para atender al alumnado.

Los allí presentes se quejaron de la falta de un comedor o una cantina, y de que algunos baños estén clausurados por problemas edilicios. Además, reclamaron más funcionarios para encargarse de la limpieza, pero también por adscriptos y un psicólogo. Alertan que el contexto crítico del centro hace que sea sumamente necesaria la presencia de un profesional, debido a los enfrentamientos que se suelen generar.

Según los docentes, el instituto tiene una capacidad edilicia para 800 alumnos y este año se sumaron alrededor de 300, sobrepasando así los 1.000.

Los profesores hicieron hincapié en que no se trata de una medida contra el director del centro, que estaba afuera de la UTU al momento de la ocupación, sino contra las decisiones que se toman “desde arriba”.

El director de UTU, Juan Pereyra, dijo a El País que “es difícil de entender” la decisión de los docentes. “Ni el gremio los pudo parar”, agregó en cuanto a la ocupación.

“En cuanto a educadores y adscriptos el director dice que están todos los cargos cubiertos. Y, para el estado edilicio, se volcarán $ 3.200.000 para reparaciones”, siguió el jerarca. Además, Pereyra dijo que ofreció enviar un psicólogo una vez por semana, pero esto no fue aceptado por quienes reclamaron.

La institución permaneció ocupada hasta mediados de la tarde, cuando la Policía se hizo presente en el lugar y en forma pacífica se produjo la entrega del edificio al director. Previo al desalojo, los docentes realizaron una asamblea y en esta se definió una nueva ocupación para el día de hoy.