Para las mascotas suelen ser una pesadilla las noches de Navidad y Fin de Año. La razón: los fuegos artificiales.
Las constantes explosiones generan en los animales domésticos trastornos de ansiedad y temor. Esto puede generar comportamientos agresivos o huir del hogar, señala el diario La Tercera de Chile.
La explicación científica es que los perros perciben estímulos sonoros de hasta 60.000 ciclos por segundo, lo que les permite percibir sonidos que para el hombre son imperceptibles. Los seres humanos perciben 20.000 ciclos por segundo.
Existen varias recomendaciones para cuidar a los animales de las explosiones.
La primera es administrarle algún tipo de fármaco, no necesariamente que lo duerma, pero sí que lo sede. En caso de usar alguna droga esta debe ser recomendada por veterinario y proporcional al peso del animal.
Otra alternativa es aislar al animal en una pieza y colocar música tranquila.
La más tradicional de las alternativas es que el dueño de animal, se quede a su lado, porque se va a sentir respaldado, acompañado y relajado.
Con información de La Tercera (Chile)