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Un Carnaval sin espuma y con mucho menos público

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A las 11:00 de la mañana de ayer La Pedrera volvía a la normalidad, después de una noche fría y "tranquila". Foto: F. Ponzetto

UN CAMBIO QUE FUE NOTORIO

Comerciantes y vecinos de La Pedrera respiraron aliviados tras los festejos.

A las 11:00 de la mañana de ayer La Pedrera volvía a la normalidad. FOTOGALERÍA
Foto: Fernando Ponzetto
Foto: Fernando Ponzetto
Foto: Fernando Ponzetto
Foto: Fernando Ponzetto
Foto: Fernando Ponzetto
Foto: Fernando Ponzetto

Tras años de quejas y denuncias de vecinos y comerciantes de La Pedrera, el balneario rochense al fin gozó un Carnaval sin grandes excesos. La jornada dejó como saldo diez personas detenidas, en la mayoría de los casos por robo de celulares y documentos, y en dos por riña.

El alcalde de La Paloma y este balneario, José Luis Olivera, dijo a El País que las cámaras de videovigilancia colocadas a lo largo de toda la Avenida Principal ayudaron a actuar rápidamente ante estas situaciones. Incluso, en algunos casos antes de que la persona realizara una denuncia en la comisaría los policías ya estaban capturando a los delincuentes.

A lo largo de toda la jornada hubo efectivos de la Guardia Republicana y llegaron para la oportunidad policías de Castillos, Chuy y otras localidades del departamento de Rocha. "Fue un operativo importantísimo", indicó Olivera.

A lo largo de la noche fueron decomisados unos 1.600 frascos de espuma. El intendente de Rocha, Aníbal Pereyra, los había prohibido para los corsos oficiales y desde la semana pasada no permitió su comercialización en esta jornada en La Pedrera porque hay personas alérgicas a este tipo de producto. El País pudo comprobar que igualmente se llegaron a vender algunos sprays (costaban entre 100 y 150 pesos).

Cifras oficiales hablan que el balneario llegó a tener entre 8.000 y 10.000 personas. En general, todos coinciden en que hubo "mucho menos público" que el año pasado.

Desde las 8 de la mañana de ayer, decenas de funcionarios municipales recogieron toneladas de botellas, latas y vasos que había tirados en el piso.

Al caminar por la rambla, había algunos vehículos con música a todo volumen. Esa escena acústica contrastaba con la de otros jóvenes que, para recuperarse de lo que fue la maratónica jornada de Carnaval, dormían al lado de sus vehículos con la puerta abierta para tapar el resplandor del Sol. Otros tomaban cerveza o vino en los ingresos de los restaurantes, a esa altura de la mañana cerrados, y un hombre de unos 25 años ofrecía sus últimos brownies de marihuana.

La noche.

La celebración tuvo a efectivos y móviles de la Guardia Republicana apostados sobre la rambla y en cada esquina, lo que ayudó a disuadir robos y venta ilegal de bebidas.

En la carpa "de achique", el lugar dispuesto por la Intendencia para atender a personas que tuvieron percances de salud, solo recibieron a dos personas. Ayer de madrugada, obsequiaban vasos de plástico a quienes veían tomando en botellas de vidrio "para que no se lastimen". La prohibición a los bares y restaurantes de instalar barras en la Avenida Principal para comercializar bebidas alcohólicas favoreció a que no hubiera demasiado descontrol.

Los comerciantes y vecinos respiraron aliviados tras un Carnaval en el que prácticamente no hubo problemas. "Realmente es un logro", indicó Jorge Simeone, presidente de la Corporación Rochense de Turismo y propietario del restaurante Don Rómulo. "Hubo un ambiente de mucha seguridad, por lo menos para los comercios. Se pudo trabajar tranquilamente. Realmente es un logro de este nuevo carnaval".

La colocación de vallas de contención a lo largo de la Avenida Principal con el objetivo de que las personas no invadieran los jardines y retiros de las propiedades, fue muy valorada.

En el último tramo de la calle, hubo un apagón que afectó a casas y restaurantes entre las 21:00 y la medianoche. En Perillan, por ejemplo, debieron modificar parte del menú por este problema. Ayer de mañana también se registró algún corte de luz.

"Yo pude dormir", resumió Adriana. El año pasado, detectó que el techo de su auto había sido pisado por un joven porque había escalado hacia la azotea. Este año, agradece que no haya pasado nada.

VECINOS

Cuidando sus casas de los visitantes.

En algunos casos, vecinos de La Pedrera optaron por montar guardia para cuidar sus viviendas. Pedro, por ejemplo, que vive en una casa esquinera sobre la Avenida Principal, estuvo toda la noche "en la vuelta". Según pudo comprobar, una camioneta expendía bebidas alcohólicas y comercializaba algún frasco de espuma. "No pasó nada porque estaba la Republicana", anotó.

Un joven que "quedó" de la noche se apostó frente al jardín de María, una de las vecinas que vive también sobre la calle más importante del balneario, para pedirle comida: "¿Te quedó algo de la cena?", le preguntó. "No me quedó nada", contestó ella. "Entonces, vuelvo 12 y media para cuando prepares el almuerzo. ¡Pero mirá que vuelvo!", le adelantó. María, enojada por la situación, dijo que no todos pueden volverse tras esta celebración, por no tener dinero para el pasaje. "La otra, la que genera inseguridad, se queda. Esto pasa siempre", sostuvo.

Cristina, encargada de un puesto de frutas y verduras de la Avenida Principal, dijo que este año "estuvo mucho más organizado". Rosario, otra vecina que posee una casa en la Principal y El Tanque, dijo estar "contentísima" con lo que fue esta edición de Carnaval. Comentó que en años anteriores "la gente ya estaba borracha desde la mañana", por lo que destacó el control policial. "En la playa estaban todos disfrutando con música, pero tranquilos. Eso es Carnaval", destacó.

En total, para la fiscalización del Carnaval 2018 de La Pedrera hubo 300 personas, entre policías, inspectores y funcionarios municipales. Tanta preocupación hubo que hasta el Ejército montó una carpa. Y la Policía apostó un número considerable de efectivos.

La Intendencia también colocó cámaras de vigilancia en la Avenida Principal (que se llama así pese a ser una calle y no existir otras "avenidas") para lograr un mayor control del lugar.

En diciembre, durante una reunión entre las autoridades de Rocha y vecinos de La Pedrera se planteó la posibilidad de realizar el carnaval en un campo vecino. "Pero al final la propuesta no fue presentada formalmente por lo que trabajaremos en ella para el año que viene", explicó la directora de Turismo, Ana Caram.

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