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PILAR BESADA

Las empresas con altos requerimientos de banda ancha en Uruguay corren con desventaja en la región. La conexión de alto rendimiento es comparativamente cara y lenta. Las autoridades reconocen el hecho, pero aún no tienen respuestas.

Los especialistas en telecomunicaciones coinciden en que para las empresas de altos requerimientos de banda ancha, el país plantea problemas de competitividad en la región.

El director de Netgate y presidente Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), Álvaro Lamé, señaló que "la industria de videojuegos, de audiovisuales, de software o las industrias de los call center, requieren buenas capacidades de ancho de banda. En esos casos en Uruguay se pagan precios muy altos con respecto a la región, y la diferencia es bien marcada".

Por su parte, el director de Telecomunicaciones del Ministerio de Industria, Gustavo Gómez, señaló que es "consciente" del problema y de que "afecta la competitividad" de las empresas. "Hoy no tenemos respuesta pero está en nuestra agenda plantearnos el tema. No estaremos conformes si arriba de los 4 megas no logramos tener velocidades reales a precios competitivos", indicó Gómez.

Mientras que en Anteldata una conexión de 4 megas cuesta $ 2.480, en Argentina una conexión Arnet de 5 megas cuesta unos $ 580 ($ 99 argentinos). En tanto, el ADSL empresarial de 4 megas cuesta $ 4.980.

Con respecto a internet en los hogares, si bien en el país hay alta penetración (hoy el 31% de los hogares tiene conexión y Uruguay está tercero en la región en conexiones por habitante después de Chile y Argentina), el país está por debajo del promedio regional en cuanto a velocidad y los precios son comparativamente altos.

Mientras que en Uruguay el ADSL de 2 megas cuesta $ 1.268 (unos U$S 60), en Chile la misma conexión cuesta U$S 30, y en Argentina la conexión de 3 megas, que es la promedio, vale U$S 23.

Según Lamé, las diferencias de velocidad en los hogares "tampoco son tan importantes como para no ser competitivas a nivel personal. En cuanto al teletrabajo, el ADSL de 512 kb alcanza y sobra".

Según Lamé, los precios altos de Uruguay se pueden explicar "porque la competencia está limitada porque ADSL es un monopolio de Antel", mientras que en Chile y Argentina la competencia es libre "y eso hace que haya mejores productos con más ancho de banda".

La única competencia en internet que tiene Antel, que es relativamente reciente, es en cuanto a la banda ancha móvil con las empresas Claro y Telefónica (Movistar). Para Lamé, "aunque Antel no brinda los mejores productos de la región, tampoco la competencia privada de Claro y Movistar logra productos mejores que los de la zona en la banda ancha móvil".

Si bien para Lamé el monopolio de Antel afecta en los precios y velocidades, "también hay otra realidad en cuanto a los mercados de cada país. Cuando Argentina compra ancho de banda lo hace para 40 millones de personas, Chile para 14 millones y nosotros para tres, y eso pesa en el precio que se pueda negociar".

El año pasado Antel comenzó a construir, en conjunto con Telecom, una red submarina de 250 kilómetros de fibra óptica que conectará Maldonado con la localidad argentina de Las Toninas, y que, según anunciaron, estaría lista para fin de año y quintuplicará la capacidad actual de transmisión de datos.

En tanto, Gómez comentó que el gobierno comenzó los contactos para formar una "alianza regional" con Chile, Argentina, Paraguay y Brasil, "pa-`ra establecer estrategias regionales de modo de abaratar el costo de los enlaces internacionales" de banda ancha.

Según estudios de Cepal, el costo de los enlaces internacionales repercute hasta en un 40% en el precio final al consumidor.

En tanto, el Ministerio de Industria se propuso duplicar la cantidad de hogares que actualmente tienen internet para 2012, y en cuanto a la velocidad, lograr un mínimo de un mega de conexión para todos.

Según el barómetro Cisco de banda ancha, a diciembre de 2009 en Uruguay había 330.327 conexiones de banda ancha fija, que representan 9,97 conexiones cada 100 habitantes.

Uruguay se ubica tercero de la región en cuanto a penetración de banda ancha, después de Chile (10,39 conexiones) y Argentina (10 conexiones).

Si se consideran las conexiones relacionadas al Plan Ceibal, la penetración es de 19,3% conexiones, la más alta de la región.

El 87,5% de las conexiones son de hogares.

En Uruguay, las velocidades de un mega de bajada o mayores representan el 16,9% del mercado, mientras que en América Latina en promedio estas conexiones son el 39%.

En Argentina, el 50% de las conexiones son de más de un mega y en Chile, el 51,6%.