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El Esc. Diego Stirling, presidente de Asociación de Escribanos del Uruguay (AEU) habló sobre la campaña que la institución está realizando en apoyo a la Ley de Urgente Consideración. En sus palabras, esta campaña por el NO, “obedece a una obligación moral, además de un convencimiento profundo”.
Los mensajes de la AEU se están difundiendo en televisión, radio, prensa escrita y redes sociales. “Estamos recibiendo muchos mensajes de apoyo de otras gremiales, colegas de la profesión y de los ciudadanos en general. Esta ley trajo libertad a la gente, racionalidad a los procedimientos y seguridad jurídica para todos.”

Consultada sobre el hecho de que un colectivo profesional se pronuncie ante un acto electoral de este tipo, la Esc. Jenifer Alfaro Borges, vicepresidenta de dicha institución, explica que “como gremial que representa a los escribanos no podemos quedarnos callados cuando se está decidiendo la derogación de una norma que, entre otros, resolvió graves problemas generados por la Ley de Inclusión Financiera (LIF).
La Asociación trabajó mucho para lograr esos cambios en la LIF”.

Relata que muchos escribanos decidieron anticipar su jubilación o abandonaron la profesión por el estrés y los problemas de salud que les provocó la falta de claridad normativa y el riesgo que implicaba cada actuación. “Una eventual derogación de la LUC genera nuevas incertidumbres respecto a todas las operaciones que se realizaron durante la vigencia de esta ley y el riesgo de volver al escenario anterior”.

La Esc. Gabriela González, secretaria e integrante de la Directiva de la Asociación, se expresa en la misma línea: “Ciudadanos y escribanos de todo el país se vieron beneficiados por el cambio normativo. Es falso que se hayan quitado controles al lavado de activos, como intentan hacer creer algunos. Ahora trabajamos de forma más coherente, pero siempre con la misma exigencia que nos impone la ley por ser depositarios de la fe pública. En otro orden, la LUC respeta los derechos adquiridos por miles de pequeños productores que se habían visto perjudicados y ahora pueden disponer libremente de sus tierras".

Otro punto sobre el que argumentan, porque lo conocen de cerca, es el del alquiler de inmuebles. Plantean que la LUC no modificó los alquileres con garantía. Lo que hizo fue agregar la posibilidad de que “una jubilada que precisa complementar su ingreso alquilando una casita en el fondo, puede decidir si quiere pedir garantía o no para arrendarla. Y si no la pide y su inquilino no le paga, la ley la protege para que recupere en un tiempo razonable su propiedad. A su vez, esto le da la posibilidad de alquilar a inquilinos que no pueden acceder a una garantía, como un estudiante del interior del país. Es algo que beneficia a todos.”

Agregan que La LUC trajo mayor claridad y simpleza en lo referente a los medios de pago permitidos, incluyendo la opción de efectivo en forma total o parcial como complemento de la operación, hasta cierto límite. Nada de ello alteró la debida diligencia del escribano, más bien la intensificó. Antes, sólo se podía pagar el precio desde una cuenta bancaria o con una letra de cambio a nombre del comprador (ni de la madre ni del hijo) obligándole a abrir una cuenta y pagar costos y comisiones; y si alguien vendía para comprar otro bien, debía explicar (en la escritura de compra) de forma excesivamente compleja, engorrosa e innecesaria al tratarse de medios de pago bancarios, que cosa y a quien había vendido para hacerse del dinero.

La Asociación trabaja desde hace años asesorando como profesionales del Derecho a comisiones del Poder Legislativo para la mejora y perfeccionamiento de las leyes. En tal sentido fue consultada por legisladores que trabajaron en la redacción de algunos artículos de la LUC, en aspectos relacionados al ejercicio de la profesión notarial; reconocen que se han sentido escuchados en los planteos que realizaron. Y aclaran enfáticamente que la campaña actual por la no derogación de la LUC no responde a ningún interés político-partidario, sino a legítimos intereses del gremio y al convencimiento de que se trata de una buena ley.