SALUD
Los protectores solares vienen en diferentes presentaciones y responden a necesidades específicas de cada persona; hace mucho su uso dejó de ser un lujo y se convirtió en algo esencial.
Los bloqueadores o protectores solares son una necesidad primordial. Los especialistas enfatizan en que su uso —más allá de las estaciones— puede ayudar a disminuir la probabilidad de sufrir problemas serios en la piel como el melanoma maligno y el envejecimiento prematuro.
Hoy día, estos productos vienen en diferentes presentaciones y responden a necesidades específicas de cada persona, por lo que desde hace mucho su uso dejó de ser un lujo y se convirtió en un elemento esencial para la salud de la piel, dado que ayuda a prevenir problemas a corto y a largo plazo.
La industria ha crecido tanto que hoy en día es posible encontrar bloqueadores con características muy específicas para quienes realizan actividades distintas en su rutina diaria o tienen patologías dermatológicas especiales.
Además, ha empezado a incrementarse el uso de una serie de complementos para la protección de la piel, como los protectores solares vía oral, que contienen nutrientes que contribuyen a la fotoprotección celular.
Según expertos, estas combinaciones de sustancias mejoran la tolerancia a la radiación solar y pueden ayudar a reducir los procesos inflamatorios causados por los radicales libres, derivados de la radiación ultravioleta del sol.
Por esa razón, la piel tiende a estar más sana y más protegida, tanto de la oxidación como de estos procesos inflamatorios y del fotoenvejecimiento (envejecimiento prematuro de la piel causado por el sol), que alteran las fibras de colágeno y elastina.
Si bien suenan como una alternativa prometedora, Lina Joya, responsable de marketing de químicos de cuidado personal para BASF Colombia, Ecuador, Venezuela y Perú, menciona que estas cápsulas se pueden consumir como complemento del bloqueador, pero no pueden suplantarlo.
“Los protectores solares vía oral no pueden proteger nuestra piel, por ejemplo, del eritema o del enrojecimiento de la piel que causan los rayos solares. Estos actúan como un complemento antioxidante; entonces pueden ser una buena alternativa, pero necesitamos usar siempre el protector solar para evitar otras complicaciones que se pueden presentar en la piel. Su mecanismo de acción está asociado a otros productos para disminuir el proceso de envejecimiento de la piel”.
La fotoprotección oral tiene una formulación común dirigida a prevenir, neutralizar y reparar los daños de la radiación solar. Existen variaciones en su formulación adaptadas a necesidades como: cápsulas de protección con vitamina D para personas con déficit o con alguna enfermedad de la piel; cápsulas de protección específicas para prevenir las manchas solares; cápsulas de protección para personas que realizan actividades al aire libre, y cápsulas de protección con betacaroteno para aumentar el bronceado de la piel.
Algunos expertos aseguran que se trata de un complemento ideal, ya que potencian la protección frente al sol en personas con rosácea, melasma y dermatitis atópica, ya que la radiación solar puede empeorar estas enfermedades. En el caso del acné, también es importante tener una protección avanzada, porque el sol, aunque puede crear una falsa sensación de mejoría, tiene un efecto rebote y favorece la acentuación de marcas en la piel. Además, las personas con pieles atópicas necesitan una protección continua.
Por otro lado, consiguen una exposición controlada en aquellas personas con patologías dermatológicas que precisan tomar el sol, pero de una forma segura, a la vez que mantienen una protección solar correcta. Finalmente, reducen la acción de los radicales libres gracias a su contenido en vitaminas y antioxidantes, además de prevenir la aparición de manchas.
A pesar de sus múltiples beneficios, expertos reiteran la importancia de usarlos únicamente como complemento del bloqueador. “Es importante utilizar protector solar todos los días, incluso los días nublados o cuando estamos desde casa, porque necesitamos proteger nuestra piel, no solo de las quemaduras -que tal vez es lo que vemos más evidente cuando estamos expuestos al sol-, sino de todo lo que tiene que ver con el fotoenvejecimiento”, dice Joya.
La mayoría de las personas sabrán que la crema de protección solar ayuda, sobre todo, a cuidar la piel de los rayos UVA y UVB. Los rayos UVA penetran en las capas más profundas de la piel. Estos estimulan la producción de radicales libres que causan estrés oxidativo y pueden llevar a daño celular.
Los rayos UVA suelen estar asociados con el fotoenvejecimiento. Asimismo, los rayos UVB también pueden generar alergias, pero en menor grado. Estos les entregan energía a las células para producir vitamina D y estimular la producción de melanina, responsable del bronceado. No viajan tan rápido como los rayos UVA, penetrando solo en las capas más superficiales de la piel, pero generan daño inmediato como las quemaduras de piel causadas por el sol. Los rayos UVB se absorben directamente en el ADN, lo que puede generar daños cutáneos como cáncer de piel o envejecimiento de la piel.
“Un dato interesante es que más del 90% de los cambios visibles que tenemos en la piel atribuidos a envejecimiento son causados por el sol, y si fuéramos conscientes de esto, utilizaríamos protector solar todos los días", afirma Joya.
"Además, es importante anotar que todos estos daños causados por el sol son acumulativos y los vamos sumando durante toda la vida, lo que nos va generando envejecimiento prematuro y, en el peor de los casos, cáncer de piel que, según la OMS, ha venido aumentando en el mundo debido a la exposición solar”, asegura.
La experta también recomienda otro tipo de alternativas para protección de la piel como las gafas de sol, sombreros, camisa manga larga y, de ser necesario, los protectores solares vía oral. Los especialistas recomiendan como complemento estas cápsulas únicamente en casos en los que se realice algún tipo de actividad al aire libre frecuentemente, no exista posibilidad de reaplicar la crema solar cada dos horas, sufra de sudoración excesiva, tenga contacto con toallas, existan baños continuos que eliminan la crema solar o se consuma algún medicamento fotosensible.
¿Cómo tomar protectores solares vía oral?
Para conseguir una mayor eficacia se recomienda tomar las cápsulas solares siguiendo las indicaciones de los fabricantes. Por norma general, la protección solar vía oral se aconseja tomarla media hora antes de exponer la piel a la radiación solar, una vez al día y preferiblemente con agua.
Sobre cuándo tomar fotoprotección, los especialistas insisten en que se debe utilizar junto con la crema solar durante todo el año, ya que la variedad de cápsulas permite una protección avanzada en cualquier época.