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El impacto de la prematurez en la maternidad: del miedo al dolor y de la angustia a la frustración

La psicóloga perinatal Irene Arias invita a reflexionar sobre la llegada de un bebé antes de tiempo y todo lo que desencadena a la hora de maternar

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Bebés prematuros. Foto: Pixabay
Bebé prematuro
Foto: Pixabay

Por Irene Arias
Desde el 2011, los 17 de noviembre se conmemora el Día mundial del niño prematuro. Un día instaurado por la Organización Mundial de la Salud para poder reflexionar y visibilizar la prematurez. Para darle marco y tiempo de pienso y re pienso.

30 millones de bebés a nivel mundial llegan antes de las 37 semanas de gestación por año.

1.2 millones de bebés llegan antes de las 37 semanas de gestación en la región de las Américas.

De esos 1.2 millones, unos 4500 nacen en Uruguay, lo que representa casi un 10% de los nacimientos anuales.

Cuando algo pasa antes de lo que se espera, cuando llega antes de lo que se sabe que es su tiempo, cuando no se da de la forma en que se desea: nos toma por sorpresa. Se interrumpe la narrativa. El ruido gana terreno.

La sensación de no estar preparada, de tener cosas por armar, por comprar, por coordinar, por transitar invade y deja en una gran incomodidad. Impacta en la maternidad, en la paternidad y en la forma en que se habita.

Da miedo, desborda, obliga a usar todas las herramientas que se tienen, toma toda la energía y hace reaccionar desde lugares que no se sabía que se podía reaccionar.

Poder honrar el proceso, abrazar lo que sucedió. Dejar ir el “...debió ser…” permite bienvenir lo que sí pasó.

Abrazar el bebé que sí llegó en las circunstancias en las que llegó abre la posibilidad de vincularse desde lo que somos: ésta Madre y éste bebé - aquí & ahora

Pero no es fácil, puede ser doloroso, angustiante, frustrante y también puede dar miedo. Puede sentarse la ambivalencia a tomar mate con nosotras y los pensamientos pueden no dejar de dar vueltas y vueltas.

Poder decir lo que pasa, lo que se siente, lo que se piensa. También lo que asusta y enoja es una gran forma de ir procesando ésta nueva realidad.

Preguntar y escuchar. Darle lugar al malestar. Acallar los consejos y desactivar las narrativas prejuiciosas que coartan las vivencias subjetivas es responsabilidad de todas las demás personas que no somos esa madre o ese padre.

Dejar de lado los consejos - sobre todo cuándo no son pedidos - puede permitir que lo que sí está sintiendo y vivenciando esa mujer, sea expresado y encuentre camino desde el mundo interno hacia el afuera.

Porque que las situaciones de prematurez sean lugares menos dolorosos y solitarios es una responsabilidad de todas y todos.

Si tu bebé llegó antes de tiempo y la maternidad se instaló antes de lo que esperabas, te abrazo fuerte y aquí estoy para acompañarte en el momento del Maternar en el que estés.

Irene Arias

Irene Arias
Irene Arias
Foto: Cortesía Irene Arias

Licenciada en psicología. Diplomada en Psicología Perinatal y Salud Mental Materna.

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