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Las tablas de cocina son una herramienta indispensable para picar y cortar alimentos. Las hay de plástico o de madera, pero según estudios de importantes entidades estadounidenses, uno de esos materiales ofrece más garantías para la seguridad de los alimentos.

Los experimentos realizados por el Departamento de Agricultura y de Servicios al Consumidor de Carolina del Norte, así como de la Universidad de California y el Departamento de Ciencias de los Alimentos y Tecnología, explicaron que la clave para determinar la seguridad del material está en la capacidad que tiene para atrapar las bacterias presentes en la comida.

En este sentido, por mucho tiempo, las tablas de plástico se promocionaron como las más seguras, ya que se creía que al ser lisas, un lavado eliminaba las bacterias se eliminaban fácilmente. Sin embargo, este estudio demostró lo contrario.

Los poros presentes en la madera son precisamente los que hacen que estas tablas sean las más higiénicas y seguras, ya que atrapan las bacterias, frenan su reproducción y las eliminan.

“La madera contiene en forma natural componentes antibióticos y propiedades que crean una defensa extra contra las bacterias, y la convierten en el mejor material para usar en la cocina, sin importar que las tablas sean nuevas o usadas”, explicó Dean O. Clive, microbiólogo del Instituto de Investigación sobre la Comida de la Universidad de Wisconsin.

Asimismo, el estudio reveló que en el caso de las tablas de plástico, las ranuras y cortes que hace el cuchillo sobre su superficie, favorecen la proliferación de bacterias.

“Las tablas de plástico, aunque pudieran parecer más higiénicas, tienen la desventaja de que al limpiarlas las partículas de comida se desplazan sobre la superficie, pero no se eliminan, ya que el plástico no tiene las propiedades de la madera para absorberlas y retenerlas en su interior”, aclara Julio Torres, ingeniero forestal y académico de la Universidad de Chile.

Otro descubrimiento asociado a esto es que las bacterias se deslizan por las tablas de plástico cuando se limpian, contaminando otras superficies y utensilios de cocina. Respecto a las tablas de mármol, estas son la segunda mejor opción.

Sin embargo, siguen siendo riesgosas, ya que las bacterias pueden esparcirse fácilmente en este material que además maltrata los cuchillos.

La recomendación es refregarlas en agua y jabón, enjuagarlas con agua caliente, desinfectarlas con una solución de cloro diluido en agua (5 ml de cloro por 500 ml de agua) y dejarlas secar al aire libre. Si la tabla tiene muchos cortes profundos, se aconseja desecharla.