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Intriga, millones y una sartén: el extraño final de las fotos íntimas de Lady Di

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Lady Di. Foto: Difusión

Realeza

A finales de los años 90, en unas vacaciones en España, Lady Di fue sorprendida por los paparazzis, que consiguieron unas fotos escandalosas de la princesa

Lady Di. Foto: Difusión

El príncipe Carlos y Diana Spencer se separaron de hecho en 1992 y consiguieron el divorcio en 1996. Esos cuatro años fueron todo uncalvario para la princesa,que no podía moverse sin que algún fotógrafo la siguiera y lograra alguna imagen escandalosa. De esta época, por ejemplo, es una tapa del Mirror en la que Lady Di aparece haciendo ejercicio en una posición poco favorecedora.

Pero nada se compara con el posible escándalo que un equipo de paparazzis españoles estuvo a punto de provocar. Así lo cuenta el sitio Vanitatis, que habló con uno de los fotógrafos protagonistas del episodio que terminó con una serie de fotos carbonizadas.

La princesa al descubierto

Todo comenzó en mayo de 1994, cuando la princesa viajó con dos amigas a la Costa del Sol, en Málaga, para buscar tranquilidad. Se hospedaron en el lujoso hotel Byblos de Mijas. Una vez enterados los fotógrafos de su presencia, hicieron guardia durante días para conseguir las imágenes más escandalosas de Lady Di que, sin embargo, no vieron nunca la luz.

Durante su estadía en España, Lady Di decidió tomar sol en topless. Y eso fue lo que retrataron los intrusos cargados con sus cámaras. Consultado por Vanitatis, uno de los fotógrafos del equipo, Jorge Ogalla, contó que “aunque los focos de medio mundo seguían de cerca a Diana, nadie hasta ese momento había pegado un pelotazo como el que pegamos nosotros”.

Según la prensa británica, los fotógrafos tomaron un total de 30 imágenes, de las que ocho eran de Diana semidesnuda. Ogalla relató que alquilaron una habitación para poder instalarse en distintos puntos del hotel y tener cubierta, sobre todo, la terraza con la piscina. Durante un par de días, no dieron con nada demasiado suculento hasta que, una tarde tranquila en la pileta, se dio el momento clave: “Fueron milésimas de segundo. Ella se desaflojó la cuerda del bikini y, al darse la vuelta, ahí la pillamos. ¿Me preguntas qué se veía exactamente? Pues ya te digo: un rincón de la piscina con ella en la tumbona boca abajo sin el sostén, a cuatro patas. Se hicieron ocho diapositivas desde un lateral. Ni más ni menos. La exclusiva de los 160 millones de pesetas por las fotografías que nunca vieron la luz, es solo una secuencia de segundos”.

El topless que terminó en una sartén

Una revista española terminó comprando por 160 millones de pesetas -más de un millón de dólares- los derechos mundiales de las fotografías en topless para que no fueran publicadas. Jorge le contó a Vanitatis que a él le correspondieron 25 millones de pesetas (unos 180 mil dólares) del total que se repartió: “Con esos millones me compré parte del chalé donde vivo y una televisión gigante que tenía muchas ganas de tenerla. Ahora siempre que la veo, me acuerdo de Lady Di”.

Jorge no se olvida de lo duras que fueron las negociaciones con el medio nacional que decidió quedarse con las fotografías: “Solo recuerdo que estábamos todos allí, en Madrid, en una cocinita que había en la redacción. El editor tomó las ocho diapositivas y las quemó en una sartén delante de nosotros dejándonos muy claro que esperaba que no hubiera ninguna más. Y con eso, se acababa el problema”.

El episodio de las fotografías de Diana fue criticado por el mismísimo Palacio de Buckingham, que las consideró como una nueva intromisión en la vida privada de la princesa de Gales. “No estamos preparados para discutir imágenes que no hemos visto pero, obviamente, a nadie le gusta que le tomen fotografías que sean una violación de la intimidad. Y ello incluye a la princesa de Gales”, se puntualizó a través de un portavoz del palacio.

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