Realeza

A comienzos de marzo, en supolémica entrevista con Oprah, el príncipe Harry y Meghan Markle revelaron el sexo de su bebé. Desde que anunciaron que esperan a una niña, los británicos dieron rienda suelta a una tradición del Reino Unido: hacer apuestas sobre el nombre de la futura descendiente de la realeza.

Entre las opciones que se barajan aparece la versión femenina del nombre del duque de Edimburgo, Philippa. Así lo manifestó, al menos, la casa de apuestas Ladbrokes que, tras la muerte del príncipe Felipe, lo vio ubicarse como la predicción más popular para la hija de los duques de Sussex.

El nombre sería un homenaje póstumo al abuelo de Harry, fallecido hace poco más de un mes. Pero la posibilidad tiende al descarte debido a que sus primas, la princesa Eugenia y Zara Tindall, ya tuvieron ese gesto antes de su muerte, al dar a sus hijos recién nacidos el segundo nombre Philip.

En el segundo lugar de la lista de favoritos aparece otro nombre con un profundo significado: Diana. Una opción arriesgada pero verosímil si tenemos en cuenta el cariño con el que Harry habla siempre de su madre y la admiración que también Markle siente hacia la princesa, a pesar de no haberla conocido. Además, justo este año habría cumplido los 60 y sus hijos preparan una conmemoración especial.

Por su parte, Isabel se ubica en tercer lugar. Se supone que la elección del nombre de la reina aliviaría las tensiones existentes hoy entre los Sussex y la familia real británica. Sin embargo, a la vez, pondría a la monarca en un obligado e incómodo compromiso de tener que agradecer el reconocimiento.

El ranking de preferidos se completa con Allegra, Alexandria, Grace, Emma, Rose, Alice y Victoria. De todas maneras, se tratan de meras especulaciones y deseos populares en un terreno donde solo Harry y Meghan tienen la última palabra.

La pareja anunció la noticia del embarazo el día de San Valentín con una íntima foto en blanco y negro que fue tomada por su amiga de toda la vida, Misan Harriman. Sonriente y descalzo, en la imagen el príncipe mira con amor a Markle, quien acuna su panza mientras descansa en su regazo.